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Europa se prepara para los movimientos corporativos

¿Se abre el grifo del crédito? Las fusiones y adquisiciones salen del dique seco

Todos los sectores son susceptibles de que las empresas muevan ficha pero la reactivación del mercado de crédito es fundamental para que la ola de fusiones llegue a Europa después de un 2011 espectacular en EE UU.

"Algunas empresas tienen efectivo y no tienen ni idea que hacer con él". Estas palabras de un operador resumen un sentimiento que hay en el mercado desde hace varias semanas. 2011 fue el año más activo en fusiones y adquisiciones (M&A, en sus siglas inglesas) en EE UU desde 2007 ya que la actividad global en M&A aumentó un 2,5%, moviendo más de dos billones de dólares.

La crisis de deuda de los países periféricos europeos dejó a esta región un paso por detrás de EE UU en lo referente a los movimientos corporativos. Sin embargo, la actividad corporativa se reactivará este año en el Viejo Continente, según adelantan los expertos. Según la plataforma, se trata del año más activo en fusiones y adquisiciones desde 2007, y ello a pesar de que la actividad decreció progresivamente en los últimos cuatro trimestres, siendo el último el más crítico, debido especialmente al clima de tensión máxima que dominó Europa y se contagió al resto de regiones mundiales.

"Llevamos un par de años en los que el mercado está parado pero la situaron de grandes empresas es muy buena a nivel de tesorería aunque tendría que abrirse más crédito. La situación parece optima a medida que hay compañías que van francamente bien, con proceso de desapalancamiento grande en los últimos cinco años", explica Rafael Romero, director de inversiones de Unicorp Patrimonio (grupo Unicaja).

La financiación para llevar a cabo estas operaciones es una de las condiciones que se tienen que dar para que los movimientos corporativos se empiecen a producir. "La situación financiera, por préstamos y por el propio mercado sigue limitada. Habrá que tener paciencia por el momento pero se están poniendo las condiciones", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.

Rory Bateman, responsable de renta variable europea de Schroders, asegura que Europa sigue ofreciendo oportunidades para invertir en empresas globales que lo están haciendo mejor que sus competidores. Pese a la crisis de Europa, el experto cree que "muchas de estas empresas exportadoras se benefician del crecimiento mundial y de los mercados emergentes y, en líneas generales, son inmunes a los problemas de financiación que sufre Europa. A la vista de la discrepancia de valoración frente a otras Bolsas, cabe esperar un incremento de la actividad corporativa este año, ya que si los inversores no valoran correctamente los activos europeos, sus grandes competidores internacionales sí lo harán".

Todos los sectores están abiertos a estos movimientos, según Romero. Sin embargo, los expertos hacen sus quinielas. "Este año puede ser el de la consolidación de algunos sectores" explica Victoria Torre, responsable de producto de Self Bank. La experta cree que "habrá movimientos impulsados desde la necesidad de una racionalización de recursos y de buscar sinergias en un entorno de mercado muy complicado".

Por su parte, Romero confía en que la mayor parte de los movimientos corporativos se produzcan en el sector industrial teniendo en cuenta "la expectativa de mejora de la economía y el enorme potencial que presenta". De hecho, a primeros de año han empezado a surgir los primeros movimientos en el sector siderúrgico.

El gigante industrial ThyssenKrupp y el grupo finlandés Outokumpu cerraron en febrero la fusión de sus actividades de acero inoxidable, en una operación valorada en 2.700 millones de euros, que creará a un grupo líder del sector en Europa. La operación mete cierta presión a los otros dos grandes actores del sector en Europa (Acerinox y Aperam) que, sin embargo, podrían beneficiarse de la integración de sus rivales a corto plazo. Aún así, Acerinox es otro de los nombres que suena en las quinielas de los próximos movimientos corporativos en el sector.

Los últimos rumores apuntan a Gamesa como posible objeto de opa por parte del gigante francés Alstom. Las especulaciones en torno al fabricante de aerogeneradores español han conseguido que la maltrecha cotización de la compañía resucite en las próximas jornadas.

"En el sector bancario español algunas entidades estarían dispuestas a liderar más procesos de integración, pero no sin las ayudas correspondientes, sin las cuales las operaciones se hacen difícilmente viables. Y esto es extrapolable, en otra medida, al resto de la banca europea", explica Victoria Torre, de Self Bank. Precisamente, la pasada semana BBVA se adjudicó Unimm. Algunos expertos creen que el banco no se conformará con esta entidad, por la que también se interesaron el Banco Santander, el Popular e Ibercaja, sino que previsiblemente pujará por más entidades en la nueva ola de fusiones. "Nuestra estrategia en España seguirá centrada en el crecimiento orgánico", pero tenemos "la responsabilidad de aprovechar las oportunidades que surjan como ha sido el caso de Unnim, siempre y cuando aporten valor para nuestros accionistas", explicó el director de BBVA España, Juan Azúa.

Movimientos frustrados

Deutsche Börse confirmó en febrero a través de un comunicado que Europa no acepta su alianza con NYSE Euronext. al considerar una operación "inadmisible" de acuerdo a las leyes de competencia establecidas. La Comisión se había opuesto desde un principio a esta alianza por el monopolio que hubiera supuesto en el mercado de derivados denominados en euros. Bruselas propuso a las compañías que cedieran alguno de los mercados de futuros, Liffe y Euronext, algo que no aceptaron.

Lo que por otro lado queda abierto es el mapa de operaciones de concentración dentro del sector, donde las piezas más sólidas permanecen en solitario. BME reconoció en el folleto de su salida a Bolsa en 2006 que había mantenido contactos con Deutsche Börse para sopesar alguna operación, que no llegó a materializarse. Actualmente, la Bolsa alemana comparte negocios con la española, y para los analistas la lógica es que en un futuro los dos mercados pasen por una alianza global.

El sector de telecos también tiene en su haber operaciones que no han llegado a buen puerto. AT&T retiró su oferta de 39.000 millones por T-Mobile, propiedad de Deustche Telekom. Las trabas de los organismos antimonopolio desalentaron la operación.

Más fusiones en los países emergentes

Aunque en Europa las operaciones llegarán con cuentagotas, otras regiones en las que la economía marcha a un paso más acelerado será escenario de numerosas operaciones a medida que vaya avanzando el año. Victoria Torre, de Selbank considera que las inversiones podrían destinarse inicialmente a otros mercados que no son Europa. "Los motivos son dos. Por un lado, los grandes inversores prefieren destinar sus inversiones a sus regiones, y en segundo lugar, las incertidumbres en Europa pueden ser un freno a las decisiones de inversión (es necesario que se restablezca la confianza antes de que vuelva a fluir el capital en Europa)", asegura.

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