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Bolsa de Nueva York

Wall Street cae un 4,99% en la semana con la mirada puesta en Washington

La Bolsa de Nueva York volvió a cerrar la semana en negativo, la quinta en seis semanas y se acerca su mínimo anual después de perforar momentáneamente la barrera de los 8.000 puntos durante la sesión del jueves. Los automóviles y la banca con evidentes problemas de liquidez, lastraron al selectivo Dow Jones que se mantiene a la espera de las soluciones que salgan de la cumbre del G-20 en Washington.

Semana de clara tendencia bajista en Wall Street, los negativos datos macroeconómicos relativos a la producción y al empleo empujaron al parqué neoyorquino a rebasar sus límites más bajos del año. La actualización del plan rescate llevada a cabo por Henry Paulson no fue bien recibida por los inversores, que se lanzaron a vender en la jornada del miércoles. Tan solo, la efectiva actuación de la barrera de los 8.000 puntos como resorte, evitó el desastre en los principales índices neoyorquinos. El Standard and Poors 500 cayó un 6,20% en la semana y cerró por debajo de los 900 puntos. Por su parte el tecnológico Nasdaq fue el más castigado de los índices y perdió un 7,92%, cerrando la semana en 1.516 puntos

La jornada del lunes se inició con inercia vendedora que dejó la semana anterior, un ritmo que se prolongó hasta mediada la sesión del jueves. Mientras tanto, empresas, Departamento del Tesoro y otras instituciones se sucedían en publicar datos preocupantes que alentaron a los inversores a retirar sus activos de las empresas. Pero si algún protagonista ha tenido la semana, ese ha sido General Motors, el gigante automovilístico llevaba pidiendo auxilio las últimas semanas y tras ser ignorado se ha producido su declive en Bolsa.

General Motors ha anunciado que se encuentra cerca de la suspensión de pagos y que la falta de liquidez le podría impedir continuar las operaciones en los próximos meses. Los inversores se han hecho eco de ello y la empresa con sede en Detroit ha caído un 30,96% y ha vuelto a sus niveles de hace más de 60 años. Tras varios días de apuntar hacia un plan rescate para el sector motor, fue el miércoles cuando el secretario del Tesoro, Paulson, afirmó que coches, tarjetas de crédito e hipotecas también serían rescatadas. El mensaje no parece haber cuajado dentro de los inversores que ven como las medidas del Ejecutivo no surten el rápido efecto que preveían.

El otro gran anuncio llevado a cabo por Paulson y también dentro de la actualización del plan rescate fue la negativa a comprar activos contaminados. Según los analistas, esta afirmación cayó como una losa sobre el sector financiero con muchos activos contaminados aun pendientes. Por esta razón fueron los bancos, los grandes perjudicados en la Bolsa y vieron como su valor se depreciaba en gran medida. La empresa de tarjetas de crédito, American Express, perdió más de un quinto de su valor al caer un 21% en el global de la semana. Bank of America fue la tercera empresa más perjudicada de la semana y cedió un 19,86%, mientras que Citigroup empieza a dar muestras de debilidad y restó un 19,46%.

En el plano positivo, continúan saliendo muy fortalecidas de la crisis las empresas de telecomunicaciones e incluso las petroleras, pese al bajo precio del crudo. AT&T, la segunda compañía de telecomunicaciones del mundo, cerró la semana con ganancias y se apuntó un 2,41%, después de seguir rebajando sus tarifas de teléfono y televisión en EE UU. McDonalds fue la otra empresa que cerró con ganancias y avanzó un leve 1,19%. La otra gran empresa de telecomunicaciones de EE UU, Verizon, fue la que menos perdió y solo retrocedió un 0,17%.

El mercado de futuros de petróleo Texas continua en caída libre rebajó su precio un 7% en la semana para con un precio de 56 dólares por Barril.

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