Las Sicav duplican su inversión en depósitos bancarios en el último año

Los particulares están obteniendo suculentas rentabilidades gracias a la batalla desatada por las entidades financieras para obtener liquidez. El tipo de interés medio que ofrecen bancos y cajas españoles en los depósitos ha escalado un 20,8% desde finales de 2009, según el Banco de España. Sus últimas estadísticas revelan que la banca ofertaba en noviembre una rentabilidad media de 3,14 puntos porcentuales en productos a entre uno y dos años.

Los gestores de las cerca de 3.200 Sicav registradas en la CNMV no han querido perderse el filón y han ido abriendo las carteras a este tipo de productos, a los que destinaban un total de 3.591 millones a finales de septiembre, los últimos datos disponibles en el supervisor. La cifra supone el 13,7% de su patrimonio total e implica que su peso se ha más que duplicado frente al 6,6% de cierre del tercer trimestre de 2009.

Este incremento se ha producido a costa, principalmente, de la deuda cotizada y de los fondos de inversión. Los monetarios, en concreto, perdieron un 37% de su patrimonio en 2010, según los datos de Inverco. Y es que el entorno de bajos tipos de interés ha disminuido la rentabilidad de estas carteras -extremadamente seguras, eso sí- hasta el 0,28%, según la asociación de los fondos.

Curiosamente, el furor por los depósitos no ha llegado a los fondos de inversión clásicos. En septiembre, las imposiciones a plazo fijo representaban el 6,7% de su patrimonio total, en línea con el 6,4% de cierre de 2009, de acuerdo a las últimas estadísticas del organismo presidido por Julio Segura.

El reglamento de instituciones de inversión colectiva aprobado en 2005 permitió que los fondos de inversión y las Sicav puedan invertir parte de su patrimonio en depósitos bancarios a vencimientos de hasta un año. Sin embargo, el verdadero furor llegó en 2008 de la mano de los Fondepósitos, ante el estallido de la crisis subprime y los duros problemas de liquidez de las entidades financieras, que llegaron a ofrecer rentabilidades superiores al 7% a 12 meses en algunos productos.

La crisis ha elevado el ahorro y, por tanto, el importe de los depósitos de los hogares un 62,8% desde finales de 2006, hasta los 418.265 millones de noviembre, según el Banco de España.

Rentabilidad escueta

En los últimos tiempos, los particulares se han decantado por invertir ellos mismos en las ofertas que les plantean las cajas y los bancos, como revelan las pérdidas de activos de los fondepósitos más representativos. Uno de los de mayor tamaño, el Ahorro Corporación Fondepósito, se ha dejado el 34% del patrimonio con el que contaba a finales del año pasado, según los datos de su informe del tercer trimestre de 2010. Igualmente, la rentabilidad de esta cartera se sitúa muy por debajo de las expectativas, al haber logrado menos de un 0,5% en el ejercicio, según los datos de la propia gestora.

También las grandes fortunas españolas han optado por sacar partido de la alta rentabilidad de los depósitos. Las Sicav de mayor tamaño bajo el control de Amancio Ortega -ahora, en proceso de cierre-, Ramchand Bhavnani, Manuel Jove, Rosalía Mera, Alicia Koplowitz y los Del Pino, tenían invertidos unos 260 millones de euros en depósitos a plazos, a cierre del pasado septiembre. Esta cantidad supone un incremento del 65% frente a los 157 millones de euros que destinaban a estos productos a finales del año pasado.

Sin embargo, también otras fortunas notables entre la comunidad inversora española se mantuvieron firmes y no destinaron ni un solo euro a los depósitos, como la familia Sanahuja o Juan Abelló.