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Supervisión de la CNMV

SeBroker culpa de su crisis al mayor número de decimales en los valores

La agencia de valores catalana SeBroker, cuya actividad está paralizada por la CNMV, echa la culpa de su situación de quiebra al incremento de dos a tres decimales en los precios de cotización que Bolsas y Mercados Españoles (BME) impulsó el año pasado para ganar en competitividad.

SeBroker culpa de su crisis al mayor número de decimales en los valores
SeBroker culpa de su crisis al mayor número de decimales en los valores

Nunca es fácil adaptarse a los cambios y la firma de valores SeBroker puede dar buena prueba de ello. La agencia de valores presentó el pasado viernes una declaración de solicitud de concurso de acreedores, fue intervenida inmediatamente por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y ahora está a la espera de que el juez dicte el auto, un trámite que, según los abogados consultados por CincoDías, suele llevar de uno a tres meses. SeBroker empezó a sufrir desde 2007 un rápido deterioro de sus resultados, que culminó en el ejercicio 2009 con unas pérdidas antes de impuestos de 2,83 millones de euros, más del triple de sus fondos propios (capital social más reservas). La CNMV hizo público ayer el nombramiento de tres interventores que supervisarán a la compañía. SeBroker apunta a un factor clave para explicar su situación: el aumento de dos a tres dígitos en los precios de cotización de los valores negociados y sus consecuencias en las tarifas que cobra la Bolsa por operar.

En un documento, la agencia de valores explica los "factores técnicos" que han precipitado su solicitud voluntaria de concurso:

- Crisis global. En primer lugar, la agencia SeBroker culpa de su situación a la crisis financiera internacional, que ha golpeado con dureza al negocio de intermediación financiera.

- La Bolsa española. La agencia se refiere a la fragmentación que ha propiciado la entrada en vigor de la directiva comunitaria Mifid (Market in Financial Instruments), que ha abierto a la competencia el negocio de las plataformas bursátiles. A partir de ahí, SeBroker carga las tintas contra el holding BME (Bolsas y Mercados Españoles): "El mercado español es el único gran mercado que ha permanecido al margen de estos cambios. El obstinado proteccionismo de sus principales accionistas por mantener el negocio en España a través de las trabas técnico-administrativas impuestas por Iberclear el depositario central de valores ha propiciado una entrada muy leve de la competencia".

-Los decimales. BME modificó en 2009 el número de decimales con el que cotizaban los valores en Bolsa, que hasta entonces era de dos y que desde mayo del año pasado pasó a ser de al menos tres decimales. La primera empresa en cotizar con tres decimales fue Jazztel. Ahora, ya se han sumado 80 valores, entre ellos, todos los del Ibex 35. "Dado que las empresas a negociar son las mismas y sus volúmenes los mismos que normalmente se negocian en el mercado, los participantes se ven obligados a cotizar un mayor número de precios en la horquilla para una misma cantidad de títulos. Dado que los cánones por operar en BME se cobran por cada precio distinto, se estima que por el mismo tipo de operativa, las sociedades y agencias de valores pagan aproximadamente un 50% más en comisiones que hace un año", concluye SeBroker. En la operativa intradiaria, el paso a tres decimales beneficia a los sistemas automatizados, que son capaces de cruzar órdenes a gran velocidad, frente al intermediario tradicional, más lento. Estos cambios han resultado fatales para SeBroker.

El consejo de administración de la agencia ha aprobado una ampliación de capital de tres millones de euros para poder sobrevivir, pero el litigio abierto con varios directivos impide llevar a cabo la operación. Todos estos problemas no tienen que ver con los fondos de los 325 clientes con que cuenta la entidad. Las cuentas de estos clientes suman 1,77 millones de euros y la propia agencia confirma que ahora se va a proceder a su devolución.

Carlos Morales: "Me han traicionado"

El presidente de SeBroker, Carlos Morales, se despachó ayer a gusto contra los ex directivos que, en su opinión, torpedean la salida del túnel para la agencia de valores. Aunque en el hecho relevante, la firma menciona a seis antiguos cargos que podrían haber realizado "tareas en contra de los intereses generales de la empresa", dos de ellos ya habrían cerrado su indemnización por despido, según la compañía, y han percibido sendas indemnizaciones de 200.000 y unos 60.000 euros. "Uno de ellos ha estado a mi lado en los últimos 23 años, y ahora me ha traicionado", señaló Morales en declaraciones a CincoDías.Los otros cuatro ex directivos piden en total 1,98 millones de euros; su caso se verá en los tribunales el próximo día 6 de abril. Morales asegura que forzaron su despido: "Provocaban sanciones, cogían dinero de la caja para comidas sin justificar, se apropiaban de pequeñas cantidades... Son gente que quiere hacer daño, que han preferido buscar la indemnización antes que proteger su salario", critica el presidente, que cifra en 35.000 euros mensuales la remuneración media de los directivos díscolos.

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