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El juez congela sus cuentas

Santander suspende al analista acusado de usar información privilegiada en EE UU

Banco Santander ha suspendido cautelarmente de empleo a su responsable de derivados sobre acciones en Europa, Juan José Fernández García. Fernández ha sido acusado por la SEC, supervisor del mercado de EE UU, de obtener junto con un cómplice, Luis Martín Caro, un beneficio de 850.000 euros usando ilegalmente información confidencial acerca la opa sobre la canadiense Potash por parte de BHP Billiton, operación en la que participa Santander.

La inversión exitosa es anticiparse a las anticipaciones de otros". Con esta cita de John Maynard Keynes arrancaba un estudio publicado en la página de internet del mercado de futuros de Chicago firmado por Juan José Fernández García, hasta ayer analista de derivados de Santander. Fernández fue suspendido de empleo tras ser acusado por la SEC de ganar junto con el también español Luis Martín Caro 1,07 millones de dólares (850.000 euros) utilizando información privilegiada.

Ambos, según la SEC, ganaron dinero al conocer de antemano la opa de la australiana BHP Billiton sobre la canadiense Potash, operación en la que participa Santander. De acuerdo con la demanda, el presunto lucro ilícito fue tan rentable como descuidados sus autores. Entre los días 12 y 16 de agosto Fernández y Caro invirtieron 61.000 dólares en opciones de compra -call- sobre Potash con vencimiento sólo el día 21 de agosto, en cuentas abiertas a su nombre en un bróker estadounidense. El día 17, BHP presentó la oferta sobre Potash, que subió el 27,7%, y ese mismo día vendieron las opciones por 1,07 millones de dólares (850.000 euros), con un rendimiento del 1.600%. Y al día siguiente, siempre según la SEC, Sánchez solicitó transferir los fondos derivados de la operación a una cuenta en el Banco Pastor, operación que le fue denegada dos veces. El día 20 un juez congelaba las cuentas de ambos a petición de la SEC.

Hoy está previsto que se celebre ante el juez Matthew Kennelly, del Tribunal del Distrito Norte de Illinois, una audiencia en la que participen acusadores y acusados para determinar si se mantiene la congelación de los activos de Fernández y Caro. Aunque suele ser habitual que los acusados se presenten ante el juez, pueden hacerlo a través de sus abogados. Fernández, de hecho, ha contratado los servicios de uno en Chicago.

El empleado de Santander ha contratado a un abogado en Chicago

La acusación de la SEC tiene carácter civil, no penal, y las penas que se podrían imponer en caso de verificarse la culpabilidad de Fernández y Caro no están predeterminadas, pero se podría llegar a una multa de tres veces la cantidad ganada por medios ilegales lo que, en este caso, serían 3,3 millones de dólares.

Fernández era responsable de análisis de derivados europeos, según la demanda de la SEC y según su propio perfil en la red social profesional Linkedin. No pudo ser contactado por CincoDías, y según el contestador automático de su correo electrónico, estaba fuera de la oficina hasta el día 9 de septiembre. Banco Santander, además de suspenderle de empleo, ha iniciado una investigación interna y está a disposición de las autoridades supervisoras, según un comunicado hecho público ayer. Adicionalmente, asegura que ha respetado en todo momento los procedimientos establecidos.

El papel de Santander en la operación de BHP es de diseño de la financiación, según fuentes del mercado, actividad englobada en la misma división, Banca Mayorista Global, que los derivados. El banco no determina si Fernández participó de algún modo en la operación, pero los datos aportados por la SEC sugieren que tenía un alto conocimiento de ella. Ninguno de los dos acusados adquirió ninguna opción de compra con un precio de ejercicio superior a 130 dólares, precisamente el ofertado por BHP Billiton. Y compraron las opciones con un vencimiento a una semana vista, de modo que si no hubiese mediado la opa, su inversión habría valido cero.

Gracias a ello, la rentabilidad fue estratosférica. Fernández compró opciones call de Potash a un plazo de una semana con un precio de ejercicio de 130 euros, cuando cotizaba a menos de 110. Las adquirió por dos centavos de dólar, dado lo inverosímil de esta apuesta, pero el día 17, con Potash cotizando a 143 dólares, esos dos centavos se habían convertido en unos 13 dólares.

Las cifras

130 dólares por acción es la oferta de BHP por cada opción de Potash, y el precio máximo al que los acusados compraron opciones.1.600 es la rentabilidad media (en %) de la inversión en opciones de los dos acusados.61.000 dólares fueron invertidos para comprar las opciones.

El papel de la CNMV

La operación sospechosa no entra del ámbito de actuación de la CNMV, al desarrollarse en EE UU. Sin embargo, los acuerdos entre supervisores pueden hacer que la Comisión colabore en las indagaciones de la SEC sobre los acusados, residentes en España.

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