España acude al mercado pendiente de la posible refinanciación griega

En el peor de los casos, la reestructuración de la deuda de un estado miembro podría ensombrecer los efectos de la quiebra de Lehman Brothers", aseguraba el domingo el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Jürgen Stark, en la televisión pública alemana ZDF. La comparativa con la debacle financiera que se toma como punto de partida de la actual crisis llega en medio de los rumores de que Grecia necesitará una refinanciación para devolver el crédito que la Unión Europea y el FMI le concedieron a modo de rescate. El proceso, que podría derivar en el escenario más pesimista en una quita sobre lo que recibirán los acreedores, ha vuelto a ensombrecer el turbulento mercado de la deuda soberana europea. Y en medio de la tormenta, España trata de nuevo hoy de conseguir financiación.

El Tesoro Público, en concreto, espera colocar hoy entre 1.500 y 2.500 millones de euros en letras a tres y seis meses. La pregunta clave es cuánto más le costará al Estado la factura de financiarse en medio de una nueva crisis helena. A punto de cumplirse un año desde que Europa lanzara a Atenas un salvavidas, este parece haberse convertido en un lastre más. Si el bono heleno a 10 años se pagaba a un 12% de interés en mayo de 2010, ahora roza el 15% en el mercado secundario. Los de cinco años se pagan al 16,7%. El papel a dos años se remunera al 23%.

Por tomar el termómetro habitual del riesgo país, la prima de riesgo frente al bono alemán, el título griego cuenta con un diferencial del 1.164 puntos básicos, cuando la cifra no superó el millar antes del rescate. Semejante ascenso, provocado por las dudas a que Atenas sea capaz de hacer frente a su deuda, ha empeorado la percepción del mercado sobre el resto de economías periféricas. Las tensiones se han centrado en Irlanda y Portugal, los otros países que han solicitado ayuda a Bruselas, pero también afectan a España.

La prima de riesgo, que hace apenas dos semanas caía por debajo de los 180 puntos básicos, ha recibido la Pascua en los 221 puntos. La tensión repercutió en las dos subastas de deuda que se celebraron durante la Semana Santa. El Estado logró obtener más de 8.000 millones de euros en bonos y letras, pero tuvo que pagar por ello los intereses más altos desde enero, cuando los inversores igualaban a España con Portugal.

Desde entonces, el país venía desligándose de su vecino, pero las tornas podrían volver a cambiar. "Una reestructuración de la deuda griega puede suponer que se alargue el plazo, que se reduzcan los intereses o, en el peor de los casos, que se produzca una quita", expone José Luis Martínez Campuzano. El estratega de Citi en España no cree, sin embargo, que se vaya a aprobar una refinanciación en el corto plazo, dado que hacerlo "no solucionaría el problema de Grecia, pero conlleva muchos inconvenientes". Para empezar, si se reduce el montante que Atenas debe devolver, los grandes jugadores del mercado, como la banca alemana -con gran exposición a la deuda helena- cerrarían aun más el grifo de la financiación. De ahí las referencias a Lehman. "Lo que necesita Grecia es un mayor ajuste fiscal y un apoyo unánime de la UE", agrega. Un refuerzo que ganó urgencia la semana pasada después de que la agencia de calificación Standard & Poor's pusiera en perspectiva negativa la deuda de EE UU, complicando todavía más el tablero soberano.

Reacción bursátil

La subasta española y las nuevas noticias que lleguen de la Acrópolis marcarán la reanudación hoy de la negociación de la renta fija y la variable, cerradas ayer en Europa por la festividad de la Pascua. El Ibex partirá de los 10.584 en una semana que acogerá el jueves los resultados de Santander. La semana comenzó plana, no obstante, allá donde abrieron los parqués. Tokio se dejó un 0,11%, con el menor volumen del año. En Wall Street, el Dow Jones cedió un 0,21%; el S&P, un 0,16%, y el Nasdaq ganó un 0,2%.