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Mercados

Las Bolsas, cada vez con menos acciones

Los mercados empequeñecen a nivel mundial. La sucesión de opas, fusiones y adquisiciones ha provocado que las salidas de papel superen las entradas en el último año. Incluso el resurgir de las OPV en 2006 ha sido insuficiente para paliar los efectos de la actividad empresarial.

Las Bolsas mundiales son cada vez más pequeñas en número de acciones. 2006, uno de los mejores años de la historia en términos de OPV, no ha logrado verse compensado por el frenesí comprador que se vivió a nivel empresarial.

Los efectos se han hecho sentir y en Europa los mercados han mermado su tamaño por primera vez en la historia. Según datos de Citigroup el valor de las acciones cayó un 1,2%. En el Reino Unido la cifra alcanzó el 4,1%. Y según cálculos de Cinco Días en España la Bolsa se contrajo en acciones valoradas en 6.300 millones de euros, aproximadamente el 5% de la capitalización.

La fuerte actividad de opas, fusiones y adquisiciones, valorada en 3,8 billones de dólares (2,9 millones de euros) fue incapaz de compensar las salidas a Bolsa en un año donde las empresas que debutaron en el mercado inyectaron 242.000 millones de dólares (186.154 millones de euros), el nivel más alto desde 1999, según datos de Bloomberg. Esta importante diferencia entre las entradas y salidas está distorsionada ya que muchas operaciones se pagaron en acciones, lo que significa que no redujeron el tamaño del mercado, mientras que las ampliaciones de capital añadieron títulos.

Los expertos prevén que la actividad empresarial persista este año

En EE UU la tendencia fue similar, y el valor de las empresas que debutaron en el mercado se redujo un 2,2% en 2006 en términos netos, según estimaciones de Citigroup basadas en precios de acciones constantes que reflejan el resultado de los títulos añadidos o suprimidos del mercado. Una cifra superior a la caída del 0,2% de 2005, último año en el que los mercados se contrajeron en EE UU desde 1988.

Hacia más descapitalización

Los expertos prevén que la descapitalización de los mercados persista en 2007 y basan la predicción precisamente en la actividad empresarial. 'Las acciones están baratas en relación con el crédito. Raramente ha sido tan atractivo como ahora, tanto para las compañías como para el capital riesgo, utilizar una financiación barata para comprar acciones. Los inversores deberían esperar una aceleración de las compras a crédito, las fusiones, adquisiciones y apalancamiento en 2007', comenta Citigroup.

'La inercia de movimientos empresariales seguirá a un menor ritmo. En España la desinversión de la cartera industrial de La Caixa va a animar el mercado', comenta José Ramón Iturriaga, de Abante Asesores. Firmas como Deutsche Bank, JP Morgan Chase o Bank of American prevén incrementos de al menos el 10% en fusiones.

Eso sí, ningún experto esconde que las excelentes condiciones que han dado alas a estas actividades, es decir la enorme liquidez de los mercados, los bajos tipos de interés y unas valoraciones muy baratas, han perdido atractivo en los últimos meses. 'Con los tipos de interés subiendo las compras apalancadas ya no son tan interesantes', comenta Josep Prats, de Ahorro Corporación. 'Es un fenómeno temporal. La compañías fusionadas tendrán que digerir el incremento de deuda y en el futuro podrán comprar vía emisión de acciones', añade.

El papel que tendrán las salidas a Bolsa y las ampliaciones de capital serán el contrapunto. Y si la banca entra en el juego de las fusiones como se prevé muchos no descartan que resurjan las ampliaciones de capital como método de financiación por los requisitos del sector.

El riesgo que entraña la ausencia de acciones

El repunte que experimentaron las Bolsas en 2006 no se puede entender sin el impulso que supuso la actividad empresarial. El exceso de liquidez a nivel mundial derivado de años de tipos de interés bajos, la reactivación económica y las facilidades de financiación llevaron a muchas empresas a lanzarse a las opas, fusiones y adquisiciones, una situación que se convirtió en un motor de las Bolsas y que se vio respaldado, además, por unos beneficios empresariales crecientes que permitieron que las valoraciones siguieran atractivas.En este contexto, ante la llegada de un nuevo año en el que se prevé que la actividad empresarial persista a un menor ritmo, surge la duda sobre su impacto en el mercado.'El apalancamiento, paradójicamente, no se está traduciendo en una mayor prima de riesgo. En muchas ocasiones no ha habido castigo en las acciones de las empresas que han protagonizado movimientos empresariales. Esto ha provocado que muchas coticen con prima ante la expectativa de posibles compras', comenta Jordi Padilla, de Atlas Capital.La cuestión es si esta situación derivará en un importante riesgo para las Bolsas. 'Una de las consecuencias de estar en máximos es que muchos inversores han atesorado participaciones estratégicas y ante una situación de bonanza con tipos aún bajos, volatilidad baja y resultados al alza pocos inversores se quieren apear de la Bolsa. El peligro es que la ausencia de papel provoque subidas desaforadas que no se correspondan con las valoraciones', añade Padilla.Y en los últimos meses los ejemplos no han faltado. Los inversores quieren más y en ocasiones tras la finalización de una opa el mercado ha visto con sorpresa cómo los títulos de la empresa opada subían por encima del precio de la oferta. Metrovacesa, Colonial o Urbis son algunos ejemplos. Esta última recibió una opa del grupo Reyal en julio a 26 euros. Las acciones se movieron cerca de esa banda hasta diciembre y tras la finalización de la oferta, con una aceptación de más del 90% que incluía a accionistas de referencia como ACS y La Caixa, la acción llegó a alcanzar los 40 euros. Hoy cotiza en 25,75 euros.

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