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Joaquín Araujo. Divulgador científico

"El localismo tiene más sentido económico"

Joaquín Araujo es naturalista, periodista, ganadero y agricultor ecológico, director de documentales sobre naturaleza y una de las voces ecologistas con más autoridad en España. Su último libro, Bosques del mundo (Lunwerg Ediciones), reúne 72 impactantes fotografías de sus bosques predilectos, que se muestran estos días en la Feria del Libro de Madrid.

Dice que los bosques son el mejor modelo económico que podemos seguir, ¿en qué sentido?

El bosque es un consumidor de sí mismo, y como tal, no puede permitirse el lujo de agotarse. En el sistema económico convencional vamos directamente hacia el agotamiento de todos nuestros recursos. No somos solo lo que comemos, sino la energía que gastamos, los productos que consumimos, y así una larga cadena.

¿Qué necesitan hoy los bosques para sobrevivir?

Estamos ante una asombrosa novedad. Algunos expertos han puesto valor económico al bosque, contabilizado en euros y en céntimos. De acuerdo con sus cálculos, cada hectárea de bosque en España vale 532 euros por año solo por cinco de sus servicios, teniendo en cuenta que se calculan unos 2.000. Esa suma asciende a un valor de 50.000 millones de euros anuales.

Lógicamente, y a pesar del debate teórico, nadie paga y nadie cobra, pero es un primer intento de visualizar la absoluta gratuidad de los servicios que presta el bosque.

¿A qué retos se enfrenta la gestión forestal en España?

Somos cómplices de la devastación de muchos bosques tropicales por no dar valor a la madera autóctona, fomentando una pésima gestión que es infinitamente dañina para este medio. Usemos mejor nuestros recursos. Pese a su mala prensa, todo localismo tiene una profunda significación económica y ecológica. En segundo lugar, deberíamos dejar sin tocar al menos el 5% de nuestros bosques para que se convirtieran en primarios, pero eso conlleva entre 100 y 500 años. Después, necesitamos duplicar la superficie forestal.

¿Qué es realmente un bosque sostenible? El término está tan gastado...

Yo ya no lo uso, prefiero vivaz, es más amplio, más transparente y más nuestro. El otro término lo usa desde El Pocero, que decía que Seseña era sostenible, hasta Marina D'Or, que son sostenibles, según ellos. Vivaz es aquello que es compatible con la vida, y la mayor parte de los procesos de consumo actuales no lo son.

¿Qué opinión le merecen los crecientes patronatos de empresas para salvaguardar bosques?

Por un lado, es el éxito de todas las personas que somos sensibles a esa vivacidad. Por otro, estaría mejor que esas empresas dejaran de destruir el entorno con sus actividades.

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