Empleos que enredan

"Community manager, el puesto de trabajo más demandado en el mercado laboral actualmente". Así se publicita uno de las decenas de másteres, posgrados, cursos y, sobre todo, cursillos que desde hace un par de años inundan las páginas de ofertas de formación. Una nueva profesión responsable de demostrar si las redes sociales se consolidarán realmente como un nicho de nuevos empleos o si las tareas derivadas de su mantenimiento pasarán a ser una más a añadir a las diarias para cierto tipo de profesionales, los relacionados, principalmente, con la comunicación y el marketing.

Para aquellos a los que aún les suene a chino la profesión de moda, con community manager nos estamos refiriendo a la persona encargada de gestionar una red social, léase Tuenti, Facebook o Twitter, por ejemplo, sirviendo de nexo entre una empresa y los miembros de esas comunidades virtuales. ¿Cómo? Fomentando conversaciones y debates, recogiendo las necesidades, quejas o alabanzas de los usuarios, clientes y fans. A partir de ahí, sus funciones se pueden ampliar al infinito, según sea el autor de la definición.

Si analizamos los datos del Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI), institución de referencia en el entorno 2.0, las empresas digitales son las que están creando la mayor parte del empleo especializado en internet, un 71% de las ofertas. Estas compañías son las que, además, ofertan más puestos de nivel directivo: el 93% de los trabajos para categoría de manager o superior provienen de ellas y el 50% de las ofertas digitales son de multinacionales extranjeras. Si hablamos específicamente de redes sociales, casi una quinta parte de las ofertas de empleo (16%) corresponde al ámbito de los community managers o social media managers.

Según lo observado por el ISDI, "los requisitos para los aspirantes a estos puestos se encaminan hacia los conocimientos y la experiencia en Internet acompañados de una licenciatura, aunque las compañías dejan, en la mayor parte de los casos, abierta la posibilidad a diversas disciplinas: marketing, publicidad y periodismo son las que priman".

Lo cierto es que "el mapa aún no está muy definido. Tendrán que pasar aún dos o tres años hasta que se concrete el perfil de este tipo de profesionales y su categoría profesional", asegura Laura Hueso, consultora de Adecco. De momento, lo que ha observado esta compañía de recursos humanos es que los candidatos suelen estar vinculados al mundo del marketing y la comunicación, principalmente, y aún son grandes empresas las que en su mayoría demandan este tipo de puestos de trabajo, aunque "poco a poco el resto de empresas se dan cuenta de que es un puesto muy barato pero que ayuda a crear marca".

Según el portal de búsqueda de empleo Infojobs, el número de puestos vacantes de community manager en el último año ha sido de 527 (el triple de los generados en 2010). Madrid y Barcelona acaparan el 71% de la oferta (48% Madrid y 23% Barcelona). En cuanto a los estudios solicitados, el 48,2% son universitarios, y se pedía experiencia en medios de comunicación online y web 2.0. Además, un 31% de las ofertas pide al menos un año de experiencia y un 28% busca al menos dos años.

Pero, ¿hay que contratar a especialistas para estas tareas o estas se asumen desde dentro? Para Gustavo Entrala, consejero delegado de la agencia 101, especializada en comunicación digital, "hay razones para una cosa y otra. A veces es conveniente que sea alguien interno, que tenga un conocimiento sólido de la compañía, pero siempre y cuando además de tener ese conocimiento corporativo entienda el lenguaje propio de las redes sociales y afronte una formación específica". Al mismo tiempo, según Entrala, hay otro tipo de empresas en las que el perfil de sus profesionales, bien por ser demasiado conservadores, bien por falta de capacidad para empatizar con las redes sociales, es más conveniente fichar a alguien con experiencia en esas capacidades de las que internamente se carece o trabajar con una agencia externa.

"Las redes sociales están obligando no solo a reciclarse a las empresas sino también a muchos profesionales", asegura Luis Calandre, decano de la Facultad de Artes y Comunicación de la Universidad Europea de Madrid, y pone como ejemplo el caso de los periodistas. En muchos medios, estos, además de elaborar sus informaciones, tienen una cuenta de Twitter desde la que no solo dan difusión a sus reportajes sino que también comentan otras noticias de actualidad.

No existe un registro oficial de profesionales de las redes sociales, sin embargo, sí ha surgido una asociación de gestores que se agrupan en Aerco, Asociación Española de Responsables de Comunidades Online. Apenas dos años después de su nacimiento ya hay más de 2.000 socios con perfiles muy variados. "Yo soy licenciada en Derecho", señala Manuela Battaglini, vicepresidenta de Aerco, "pero hay antropólogos, doctorados en Física, Medicina... Realmente hay gente con todo tipo de formación". Unas características que, según la vicepresidenta, responde al momento actual, en el que la gente se recicla y se "reinventa" y opta por una profesión que hoy está generando beneficios económicos. "Nuestros socios son profesionales que están ejerciendo con seriedad, sin embargo, el sector sufre mucho el intrusismo. Un fenómeno que realmente nos preocupa por el daño que nos está haciendo al resto de expertos, pero también a las empresas, que no vuelven a confiar en los gestores de comunidades".

Efectivamente, dentro de las empresas puede haber cierta prevención. "Cuando llega un nuevo refresco al mercado y me lo recomiendan, yo lo que hago es probarlo para ver qué me parece, sin dejar de consumir mi bebida habitual. Y lo hago poco a poco, hasta ver si lo integro en mis hábitos o incluso sustituyo la anterior bebida por la nueva, ya que esta calma mejor mi sed en determinadas situaciones", ilustra Luis López, director de recursos humanos de Deloitte España, quien cree que las redes sociales son una nueva forma de comunicación, si bien no exclusiva ni sustitutiva. No obstante, para López no hay duda de que las redes sociales -la empresa ha apostado por las más comunes- han venido para quedarse e irán evolucionando para adaptarse a nuevas necesidades.