La discusión sobre el futuro de la costa se muda a la web

En las redes sociales se está agitando como nunca hasta ahora el debate sobre la conservación del litoral español más allá del modelo del ladrillo que ha llenado de cemento la costa a golpe de macrohoteles y urbanizaciones casi a pie de playa. Desde que el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, apostara por devolver el valor económico a la costa, es decir, permitir la construcción de complejos hoteleros y amnistiar a propietarios de viviendas en lugares hasta ahora protegidos por la Ley de Costas, las Administraciones de Mallorca y de Tarifa, del PP, no han tardado en anunciar sendos planes urbanísticos en dos lugares muy sensibles del litoral español. La novedad es que la protesta contra esos proyectos ya no tiene a las organizaciones ecologistas como único altavoz.

La plataforma ciudadana Salvemos Valdevaqueros, creada a partir de un debate en las redes sociales, se lanzó a finales de mayo, el mismo día en el que trascendió el plan del Ayuntamiento de Tarifa de levantar 1.400 plazas hoteleras y 350 viviendas en este entorno virgen del litoral gaditano, uno de los pocos que quedan en España sin urbanizar. El proyecto afecta a 700.000 metros cuadrados y está promovido por la empresa GMT. La idea de urbanizar este espacio virgen, bien conocido por surfistas de todo el mundo, no es nueva. Surgió en los años noventa y ha estado apoyada por los grupos del PP y del PSOE.

La misma plataforma ciudadana ha conseguido reunir en apenas tres días la firma de cerca de 50.000 personas contra el proyecto urbanístico y en defensa del litoral español. Cada una de esas peticiones se enviará no solo al Ayuntamiento de Tarifa, sino también a la Unesco y a la delegación de la Consejería de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en Cádiz.

Salvemos Valdevaqueros ha convocado para hoy, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, una "ciberacción masiva" de protesta animada por la repercusión internacional que está teniendo el proyecto urbanístico.

Por su parte, el alcalde de Tarifa, Juan Andrés Gil, ha negado en un comunicado que se vaya a urbanizar esta playa y ha recordado que el desarrollo del proyecto "se presenta en los estándares más estrictos del urbanismo responsable, blando y de poca densidad".

En la misma línea de Valdevaqueros se gestó la movilización contra el proyecto urbanístico en la playa de Es Trenc, en Mallorca. El Gobierno de Baleares, del PP, decretó el pasado abril el "interés autonómico" de levantar en este entorno un complejo hotelero de 1.200 plazas y un campo de golf en un extremo de Sa Ràpita-Es Trenc, uno de los últimos entornos de la isla que quedan sin urbanizar. El Gobierno regional prevé la creación de 300 empleos para una inversión de 120 millones de euros. De concretarse, los clientes del hotel estarían a 150 metros del ámbito de la playa, sobre la que planea el proyecto urbanístico desde hace 30 años y que ya ha sido parado en dos ocasiones anteriores.

Ya en 2010 arrancó una de las primeras movilizaciones a través de las redes sociales contra la urbanización del litoral para parar la construcción de un complejo hotelero en la playa de El Palmar, en Cádiz. La protesta empujó al alcalde de Vejer, Antonio Jesús Verdú, a pronunciarse sobre su idea de turismo de calidad a raíz de su alegato contra disponer de esta playa para "bocadillos de mortadela, sino para un turismo de calidad", que atrajera ingresos para la localidad.

Pioneros

En 2010 arrancó una de las primeras iniciativas surgidas en las redes sociales contra proyectos urbanísticos en parajes naturales vírgenes, como la playa de El Palmar, en Cádiz, donde los vecinos lanzaron una plataforma ciudadana para evitar la construcción de un macrohotel.