Bienvenido a la nueva era del pos-PC

Un sencillo ejercicio de memoria hace ver el brutal giro de la industria de las tecnologías de la información (TI) en 30 años. Y si no, piense qué empresas marcaban el ritmo entonces y cuáles lo hacen ahora. Nada que ver. Aunque un puñado de compañías ha sobrevivido al paso de la era del mainframe (hasta principios de los ochenta) y del PC (desde mediados de los ochenta hasta mediados de 2000), y han llegado a la actual era del pos-PC, su actividad apenas recuerda a la de entonces. Sirvan los ejemplos de IBM, Nokia o HP.

Los números también cantan, pues este mercado ha crecido más que ningún otro. En los sesenta prácticamente no existía y a mediados de los setenta rondaba los 50.000 millones de dólares a nivel mundial. Hoy, según IDC y Gartner, este sector mueve 1,8 billones de dólares. Y eso sin contar los servicios de telecomunicaciones ni internet, con los que superaría los 5 billones. Muchas cosas han cambiado, y quizá la forma más gráfica de verlo es que hace tres décadas hacía falta ser muy experto para manejar un ordenador, por lo que solo grandes organizaciones contaban con uno. Después, en los ochenta, llegó Apple, el software de interfaz gráfica y más tarde Windows. Los PC se generalizaron y la tecnología se simplificó y abarató, extendiéndose a nivel empleado y luego al hogar. Así, se pasó de miles de sistemas a millones de PC. Pero los avances no paran y el uso de dispositivos (PC, smartphones, tabletas) se ha democratizado; hoy, miles de millones de personas tienen acceso a estos equipos no solo en el trabajo o en el hogar, sino las 24 horas del día. Estén donde estén. Este fenómeno, sumado a internet, ha cambiado las reglas de la industria. Y empresas que no existían hace 30 años, como Google, Facebook o Amazon, y otras que se han reinventado, como Apple, están marcando el ritmo del sector, en el que hoy convergen movilidad, aplicaciones, contenidos y servicios en la nube. Y donde la clave está en crear ecosistemas. Como el montado por Google con Android o Apple con sus iPhone e iPad, que han otorgado a esta el título de empresa más valiosa: 530.000 millones de dólares.