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La eólica ahorró al Estado 2.000 millones en 2011

El informe anual de la patronal eólica arroja que esta industria evitó importar 8,3 millones de toneladas de petróleo

La generación de electricidad a partir de energía eólica ahorró al Estado 1.919 millones de euros en 2011 en importaciones de combustibles fósiles, gas y petróleo, según arroja el Estudio del impacto macroeconómico del sector eólico en España en 2011, el informe que cada año prepara la Asociación Empresarial Eólica (AEE) sobre la situación de esta actividad. En total, la industria del viento sustituyó 8,3 millones de toneladas equivalentes de petróleo. La conclusión es la cara más positiva y menos pública del sector, que a partir de 2013 se queda en vilo por la inexistencia de un marco regulatorio que dicte las reglas de juego y de incentivos económicos que percibirá.

Según el documento, preparado por la consultora Deloitte, en los últimos seis años el ahorro que ha proporcionado la eólica a las arcas del Estado en emisiones contaminantes, en concreto dióxido de carbono, y en importaciones de gas y de crudo ha superado en 3.000 millones de euros los incentivos económicos -las primas- que ha recibido el sector durante este periodo. Dicho de otra forma, la industria del viento aporta más de lo que pide vía las ayudas económicas que recibe para su desarrollo.

Si se comparan las primas recibidas por la eólica entre 2005 y 2011, que ascendieron a 9.028 millones de euros, con el impacto económico que supuso importar combustibles procedentes de la quema de gas y de petróleo (12.101 millones de euros), esta industria ahorró al Estado 3.073 millones de euros.

El sector ha destruido 14.300 empleos

Sin embargo, la crisis económica, la moratoria a los incentivos que recibe la generación de electricidad a partir de fuentes renovables y la ausencia de un marco regulatorio para las empresas eólicas (el actual expira este mes), podrían suponer la pérdida de 27.000 millones de euros de inversiones, según concluye el estudio, que por segundo año consecutivo insiste en la necesidad de las empresas y de los inversores de contar con un esquema claro de reglas de juego para apuntalar las inversiones dentro del mercado nacional.

Según el documento, la incertidumbre ha supuesto una caída constante del negocio que ha provocado la destrucción de 14.300 empleos desde 2008, hasta situar el sector en 27.119 trabajadores directos e indirectos en 2011. Ese año se perdieron 2.085 puestos de trabajo directos y 1.543 indirectos, "una tendencia que se ha agravado en 2012 por la moratoria a las nuevas instalaciones", apunta el informe. La pérdida de negocio se ha traducido en una menor contribución del sector al PIB, que ascendió a 2.623 millones de euros, un 12,62% menos que en 2010.

La decisión del Gobierno de mermar las primas a la generación eólica para su desarrollo va en sentido contrario de las previsiones de crecimiento que hacen los organismos internacionales sobre esta industria. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la potencia instalada en 2020 alcanzará 582 gigavatios, de los que 213 estarán en la Unión Europea, "una importante oportunidad para el sector que podría desaprovecharse si se produce un desmantelamiento de la industria nacional por la falta de proyectos en nuestro país", según la Asociación Empresarial Eólica.

La presentación del informe sirvió a esta patronal, la principal del sector, para remachar una vez más que las renovables "no son las responsables del déficit de tarifa", la deuda de 24.000 millones de euros del Estado con las compañías eléctricas, un agujero al que las energías limpias habrían contribuido en 7.000 millones de euros.

El ejercicio 2013 no tiene visos de mejorar, a la luz de los recientes despidos anunciados por el fabricante Gamesa, que eliminará 324 puestos de trabajo por la caída de las ventas en España, que tiene las fábricas prácticamente paradas. Sin una apuesta política decidida que anime a los inversores dentro del mercado nacional, la industria seguirá llevándose negocio fuera, donde es una referencia mundial tras apenas 20 años de desarrollo en España.

Asegurar riqueza y trabajo nacionales

La Asociación Empresarial Eólica recuerda, una vez más, lo mismo que apuntan desde otras tecnologías renovables: la ventaja de las energías limpias es que fijan riqueza y empleo en suelo nacional, porque ni el sol ni el viento ni el calor terrestre (la geotermia) pueden deslocalizarse en ninguna de sus etapas de producción y de comercialización.Sin embargo, el petróleo y el gas que importa España se producen fuera de sus fronteras y las empresas nacionales que se dedican a estos negocios se llevan fuera el pago de impuestos a la Administración y la creación de puestos de trabajo.

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