Los empleos verdes que se quedan en España
La internacionalización de las renovables se llevará fuera el grueso del personal para la fabricación de plantas. Aquí se quedarán los perfiles de I+D+i, ventas y distribución.
Aunque las energías renovables no quieran teñirse del pesimismo que impregna el mercado laboral -las empresas confían en el potencial de esta actividad para crear empleo de calidad-, lo cierto es que también estas compañías están optando por reestructurar sus plantillas debido al caos regulatorio reinante, sobre todo en la eólica y en la solar fotovoltaica, las dos tecnologías que más trabajo creaban hasta ahora en España, así como por el estrangulamiento del crédito, que está dejando a las pequeñas y medianas empresas sin opciones para aumentar sus contrataciones. "La pregunta del millón es cuántos de estos empleos se van a quedar en España", explica Diego Vizcaíno, consultor de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
La reflexión de Vizcaíno, experto en renovables de AFI, llega a la luz de la destrucción del tejido industrial en las energías limpias por una nefasta alquimia entre crisis económica y vacío regulatorio, que está empujando a las grandes empresas a llevar la construcción de nuevas plantas eólicas fuera de España. China, Brasil e India son ahora mercados más prometedores, dado que en España la construcción de parques eólicos está prácticamente paralizada. La industria está aguantando sus plantillas gracias a la reconversión de sus empleados, pero esa situación no se mantendrá mucho tiempo, según reconocen.
Los fabricantes eólicos ven cómo su stock de piezas no se vende en España y la solar fotovoltaica sigue enfrentándose a los fabricantes de paneles chinos, más competitivos por su mano de obra barata.
Las renovables crearon en 2010 un total de 70.152 empleos directos y 45.570 empleos indirectos, según un estudio del Instituto de Trabajo, Ambiente y Salud de Comisiones Obreras realizado para el Instituto para el Ahorro y Diversificación de la Energía (IDAE). De ese cómputo total, el 43,6% correspondió a la eólica y el 28% a la solar fotovoltaica. Hasta ese año, estas industrias generaban hasta el 95% del empleo en la fabricación e instalación de plantas, muy por delante de la operación y mantenimiento, que representó el 6%.
Ahora, la crisis económica está cambiando los perfiles profesionales que demandan las empresas de renovables. "Antes, una planta eólica podía emplear hasta 500 personas. Ahora que no se construyen, esa cifra ha pasado a ser cero", explica José Julián Sánchez, director de ingeniería de la agencia de empleo Manpower.
En este contexto, "el volumen de empleo se irá fuera, con las empresas españolas que construyan en el extranjero. Aquí se quedarán los empleos más especializados, como ingenieros diseñadores de proyectos, y las áreas de mantenimiento, distribución y venta", explica Francisco Serrano, experto en renovables de la agencia de empleo temporal Randstad. La crisis está empujando al "dos por uno", según describe Serrano el puesto de ingeniero técnico y a la vez comercial, el más demandado por las empresas "por falta de presupuesto".
La batalla contra el despilfarro energético está propiciando el ascenso de nuevos perfiles relacionados con la eficiencia, que están copando las empresas de servicios energéticos. "La sustitución y el mantenimiento de equipos es una muy buena oportunidad para las empresas vinculadas a este sector", explica Francisco García, director del programa de gestión de proyectos de la Escuela de Organización Industrial (EOI), el primer centro que apostó en España por la formación de ingenieros en el sector medioambiental.
García no se muestra tan rotundo sobre el oscuro panorama que se presenta a las renovables en el actual contexto de crisis. "Es cierto que las grandes empresas tienden a la internacionalización, pero en España están naciendo compañías start-up, con empleo de muy alta calidad, con tecnología existente para mejorar procesos o de tecnología emergente, como el diseño de energía undimotriz (de la fuerza de las olas)", concluye este experto. Este sector necesitará titulados con bagaje técnico para desarrollar innovaciones, "que es lo más importante para un país. Un piso no se puede vender fuera, pero la tecnología, sí".
Las cifras
500 personas empleaba una planta eólica hasta hace apenas dos años. Sin la construcción de nuevas insta-laciones, esa cifra ha pasado a cero.43% del empleo que generan las renovables corresponde a la eólica.
Se buscan ingenieros que hablen inglés
No solo el grueso de la fabricación de plantas se está yendo fuera, hacia economías emergentes con mano de obra barata, sino también perfiles de ingenieros y arquitectos de instalaciones renovables, con gran reputación en el extranjero. "El nivel de idioma no era importante hasta ahora, pero la apuesta internacional de las empresas está favoreciendo la demanda de profesionales españoles, muy bien valorados fuera, que hablen idiomas", explica José Julián Sánchez, director de ingeniería de Manpower.La capacidad técnica de estos profesionales ya se presupone por la alta reputación de los ingenieros españoles. "Ahora se pide capacidad de movilidad", prosigue Sánchez. Entre las labores que se piden a estos ingenieros en el exterior destaca el control de calidad de las plantas. La concentración de empleo en Brasil, China o India estará en manos de las grandes, "que son las que pueden optar a contratos fuera", explican desde Randstad.Para estos expertos, el sector de las renovables creará empleo en España, pero más a largo plazo, una vez que se concrete el marco normativo de la eólica, la solar fotovoltaica y la solar térmica, y se recupere algo más de la confianza en el sector. Mientras, "se creará una élite de trabajadores que se irá a los países emergentes", añaden desde Randstad. Así, no sorprende que compañías como Gamesa hayan decidido llevarse fuera los cinco centros de investigación tecnológica que la empresa ha creado para la promoción de energía eólica. La compañía no abrirá ninguno en España.