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El Co2, en busca del mejor postor

El comercio europeo de emisiones se abrirá el próximo año a un sistema de subastas para intentar revalorizar el precio del dióxido de carbono

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El polémico mercado de derechos de emisión de CO2 europeo, envuelto en varias investigaciones por fraude en al menos tres países comunitarios, arrancará el año nuevo con cambios importantes en su funcionamiento.

Este mercado, que se inventó Estados Unidos como la mejor herramienta para reducir la contaminación al menor precio para sus empresas, empieza nueva etapa en Europa desde su creación en 2005, al reducir drásticamente la asignación gratuita de derechos y crear un sistema de subastas que funcionará hasta 2020.

Hasta ahora, los sectores industriales más contaminantes sujetos a este mercado tenían asignados una cantidad de derechos de emisión de CO2. Estas empresas acudían al mercado a comprar si habían contaminado más de lo previsto, y vendían si habían hecho los deberes. El problema es que en 2008, tres años después de su entrada en funcionamiento, la crisis primero financiera y después económica truncó las expectativas de la Comisión Europea sobre el precio del CO2 en el comercio de emisiones. La caída de la actividad de las principales industrias, en concreto energéticas, ha reducido las emisiones reales respecto a los derechos de emisión que se repartieron. "Se previó un crecimiento económico que no se ha dado, lo que ha provocado que haya sobreoferta de derechos asignados", explican desde Factor CO2, compañía que actúa como bróker en los mercados de carbono.

El exceso de oferta ha desplomado el precio de la tonelada de dióxido de carbono, que se ha mantenido entre 5,61 y 9,27 euros, muy lejos de los 20 euros que Bruselas había proyectado. En enero de 2013 se abrirá el tercer periodo del mercado, tras las dos fases de 2005-2007 y 2008-2012, en el que se reducirán las asignaciones de derechos y se abrirá un sistema de subastas. En España, por ejemplo, se pasará de 147 millones de toneladas de CO2 en 2010 para unas 1.000 instalaciones industriales, 76,78 millones de toneladas en 2013.

El resto se subastará en un mercado al que las empresas estarán obligadas de acudir cuando hayan rebasado el tope de su contaminación asignada. En espera de la entrada en vigor del nuevo sistema y ante la apatía actual del comercio de emisiones por la crisis, las empresas con excedentes están guardando sus derechos sobrantes para utilizarlos en la fase que se abre ahora.

El 80% de los industriales sujetos a este mercado reconoce que ha tenido un impacto económico en su actividad, sobre todo entre las eléctricas, que finalizan la segunda fase con un déficit de 10 millones de toneladas, según el estudio Los mercados de carbono en España en 2012 presentado este mes por Factor CO2. En este sector, las empresas reconocen que han repercutido este coste en el precio de la electricidad que paga el consumidor.

En noviembre se celebraron las primeras subastas a través de la plataforma alemana EEX. La primera jornada, el 13 de noviembre, cerró a 8,49 euros por derecho, aún muy lejos de los 20 euros que calculó Bruselas y de los 30 euros que auguraron algunos analistas. En cualquier caso, el mercado de CO2 supondrá una fuente de ingresos para los Estados, aunque no atraviese su mejor momento. "Es sin duda la forma más eficiente de reducir la contaminación, ahora habrá que ver si se anula parte de esos derechos asignados para elevar el precio", matizan desde Factor CO2. Mientras ese debate se concluye en Bruselas, la pregunta en España es cuál será el destino de los ingresos obtenidos mediante la subasta, ya que una directiva europea obliga a los Estados miembros a destinar al menos el 50% de esas ganancias a políticas de lucha contra el cambio climático.

En España, el Gobierno de Mariano Rajoy optaría por dedicar parte de esos ingresos a las energías renovables, en plena caída de ingresos tras la moratoria a las primas que reciben y el bajón de la actividad por la crisis económica.

Los analistas dicen observar en España un cambio de tono entre los industriales. "La reducción de asignaciones y la entrada de una subasta ha puesto a estos operadores en posición compradora", explica un observador. Queda pendiente un mayor compromiso político internacional que selle la apuesta de los Gobiernos y del mercado por reducir las emisiones contaminantes. La cumbre del clima de Catar celebrada a finales de noviembre solo logró arrancar la prolongación de una versión descafeinada de Kioto hasta 2020.

El problema es que desde su creación en 2005, el sistema de comercio de emisiones se ha abierto a la participación de bancos, intermediarios y especuladores, que hace aún más difícil el seguimiento de las operaciones por los organismos de control. De hecho, la Comisión Europea ha reconocido la dificultad de proteger los mercados nacionales.

Un sistema difícil de proteger del fraude

La Unión Europea apostó en 2005 por un sistema de comercio de emisiones que considera clave para reducir la contaminación en los países del club comunitario, que podría verse ampliado a otras regiones del mundo, en concreto a California y China. De ahí la inquietud por dar mayor transparencia a este mercado, considerado opaco y salpicado por varios escándalos de fraude y robo.La justicia alemana tiene abierta desde 2010 una investigación por sospechas de evasión del impuestos de algunos directivos de Deutsche Bank, pero no es el único caso. En enero de 2011, la Comisión Europea se vio obligada a cerrar durante varios días el mercado de derechos de emisiones por el robo informático de derechos en República Checa y Austria. El incidente puso en evidencia la vulnerabilidad y la opacidad de un sistema en el que las transacciones son virtuales y en ellas operan varios países.En diciembre de 2009, Europol destapó un fraude en el impuesto sobre el valor añadido (IVA) por valor de 5.000 millones de euros en el mercado europeo. En marzo de ese año, la Audiencia Nacional había dado la orden de registrar 14 empresas por la evasión de 50 millones de euros en el sistema.

"Aún no conocemos, nuestra asignación", afirma Pedro Mora de Oficemen

La iindustria cementera recibió 29 millones de toneladas de CO2 para el periodo 2008-2012 que concluye ahora, pero la crisis económica se cruzó en el camino de la segunda fase del mercado europeo. La caída de la producción ha dejado por el camino más derechos asignados que contaminación, empujando a la UE a abrir un mercado de subastas a partir de 2013 en el que se prevé un drástico recorte de los derechos asignados.Pregunta. ¿Qué impacto ha tenido hasta ahora el mercado de CO2 en la industria cementera?respuesta. Las asignaciones de derechos han sido cada vez más exigentes. El mercado empezó funcionando muy bien, pero llegó la crisis, y se ha dado la paradoja de que aunque la industria es más eficiente, la producción se ha reducido, y por tanto sobre CO2, y el precio se ha resentido.P. ¿Qué impacto ha tenido esa bajada del precio?r. Nuestra estrategia ha sido tranquila, algunos derechos se han ido vendiendo al sector eléctrico y otros se han guardado, porque el nuevo periodo que se abre ahora será más restrictivo.El sector cementero ha reducido en un 16% la intensidad de las emisiones (emisiones por cada tonelada de producto) desde 2005. La caída del precio no nos ha afectado porque hemos sido cada vez más eficientes.P. ¿Ha influido la caída del precio en los avances tecnológicos para ser más eficientes en las industrias que más contaminan?r. El sector cementero es de largo recorrido, la amortización de las inversiones es a 20 años. El diferencial sobre los derechos de emisión no marca las inversiones, sino el hecho de tener un mercado donde vender los productos y analizar la viabilidad de la inversión tecnológica dentro de un marco regulatorio estable.P. ¿El mercado europeo de emisiones no es _estable?r. Las reglas del juego se modifican constantemente, aún no sabemos qué asignaciones tendremos en el nuevo periodo que se abre en 2013 hasta 2020 y al parecer se está estudiando la anulación de parte de los derechos que irán al periodo de subasta para revalorizar el precio de la tonelada de CO2. Pero no hay garantías de que la Unión Europea vuelva a poner estos derechos en el sistema de subasta si la economía se recupera y por tanto produzcamos más de lo que se había previsto. En ese caso, la subasta sería claramente escasa.P. ¿Qué esperan del nuevo sistema de subastas?r. Se ha aplicado un criterio muy restrictivo (en la reducción de asignaciones de derechos de emisión) y sabemos que tendremos que reducir nuestros derechos hasta un 20% más. Si la economía se recupera, lo que todos esperamos, la asignación de derechos no será suficiente.

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