Un vino de Rioja que envejece en el fondo del mar
Bodegas Vallobera completa la maduración de sus caldos en el agua
Los amantes del buen vino saben que, para envejecer sabiamente, se necesita del silencio y de una temperatura estable. Por eso cuidan tanto los recónditos cementerios de sus bodegas. Ahora, una bodega riojana ha dado un paso más al decidir completar el proceso de maduración de sus caldos en las profundidades del mar.
Bodegas Vallobera, ubicada en la villa de Laguardia, corazón de la Rioja Alavesa, tiene sus viñedos a 600 metros sobre el nivel del mar, pero los hace madurar en San Carlos de la Rápita (Tarragona), en las profundidades marinas. Para ello ha buscado un lugar donde se den las condiciones del más exigente de los cementerios vinícolas.
Y lo ha encontrado en una batea de crianza de ostras, a cinco metros de profundidad, donde se registra una temperatura constante entre 10 y 15 grados y, por supuesto, la ausencia total de luz y ruido.
En tan insólito aposento, estos vinos recogen, durante los 180 días que dura su aventura, una espesa capa marina sobre su cuerpo y aprovechan el ligero vaivén de las corrientes dentro de un nivel constante de luz, humedad y silencio.
Antes de ser trasladados a su reducto marino, los vinos de Bodegas Vallobera han reposado su crianza en barricas de roble francés, bajo la vigilancia de los pueblos medievales que salpican una de las comarcas vitivinícolas más prestigiosas del mundo. El tramo de la maduración es marcado por el Ebro hasta su desembocadura.
Tras los 180 días de descanso en el mar, el vino se traslada nuevamente a la bodega, un lugar donde continúa el proceso de crianza en botella. Cumplida una espera de 25 meses, los caldos tratados con esta original fórmula están listos para empezar a ser comercializados en el mercado.
Coleccionistas
El bodeguero Javier San Pedro se muestra muy ilusionado con el producto de esta curiosa experiencia, cuya primera entrega serán 300 botellas para coleccionistas y amantes de lo insólito. La variedad responde al nombre de Terran Perla, en alusión al entorno marítimo que acoge una añada tan original.
Bodegas Vallobera está situada en pleno corazón de la Ruta del Vino de la Rioja Alavesa, uno de los enclaves turísticos más hermosos de la zona norte. En este itinerario, donde se pueden practicar además otras experiencias como las rutas en bicicleta rodeado de viñedos o simplemente pasear por caminos maravillosos, se ubican el Centro Temático del Vino o el Wine Oil Spa, un innovador y vanguardista relax, con propuestas basadas en las propiedades del vino y el aceite de la Rioja Alavesa.
El innovador experimento que está llevando a cabo la bodega riojana constituye un motivo más para visitar la particular Compostela del vino, que tiene entre sus principales enclaves la comarca de Rioja Alavesa y Haro, la ancestral capital vinícola. Solo quienes han visitado reposadamente esta zona entienden esa maravillosa liturgia del disfrutar de la vida.
Insólitas experiencias para la mesa
La Rioja se está convirtiendo en sede de insólitas experiencias relacionadas con el vino. Innovaciones que se conjugan con el sabor de la tradición y de la elaboración más minuciosa. Realizaciones como el vino de hielo o la maduración en el mar contribuyen a engrosar la lista de entusiastas consumidores. No es casualidad que 70.000 estadounidenses se hayan apuntado voluntariamente a un colectivo que registra a los admiradores de los vinos de Rioja en el país de los rascacielos.El sello Rioja ha conseguido encaramarse al primer lugar de la lista de regiones productoras de vinos de alta calidad, por delante de denominaciones tan emblemáticas como Borgoña, Burdeos o Toscana, en una encuesta realizada a 12.000 consumidores norteamericanos. Estos excelentes resultados están avalados además por una inversión de 4,5 millones en promoción.