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Margallo no admitirá "un precio ridículo"

La UE apoya la ofensiva española para lograr una indemnización razonable

España logró ayer el apoyo del Consejo de Ministros de Exteriores de la UE en su conflicto con Buenos Aires por la expropiación de YPF. El Gobierno español, resignado a la pérdida, advirtió que "se producirá un choque de trenes" si Argentina ofrece a Repsol "un precio ridículo".

La UE apoya la ofensiva española para lograr una indemnización razonable
La UE apoya la ofensiva española para lograr una indemnización razonableEFE

España continuó ayer en Luxemburgo su ofensiva diplomática contra el Gobierno de Cristina Fernández Kirchner. El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo trasladó a sus homólogos europeos, reunidos en la capital del Gran Ducado, su queja por la expropiación de la petrolera YPF, filial argentina del grupo español Repsol.

Los ministros, según la presidenta del Consejo, Catherine Ashton, expresaron "su apoyo" a la preocupación española. Pero el Consejo no estudió ninguna media concreta y se limitó a constatar, según Ashton, que la Comisión europea "estudia todas las opciones".

España, que parece resignada a la irreversibilidad de la expropiación, reconoció ayer que su principal interés consiste en lograr una buena indemnización para Repsol. Y el ministro de Exteriores advirtió que "se producirá un choque de trenes" con Buenos Aires si el Gobierno Kirchner ofrece a la compañía española "un precio ridículo" por su antigua filial. El diario argentino La Nación, bastante alejado de la Casa Rosada, aseguró ayer que la intención del Gobierno argentino es no compensar a la compañía española. La cotización de Repsol, que reclama una compensación de 10.500 millones de dólares, acusó una caída del 6%.

Diálogo

García-Margallo suavizó ayer el tono beligerante que había mantenido desde el comienzo del conflicto e insistió en que "el Gobierno intentó negociar hasta la extenuación (...) y seguimos diciendo que lo mejor es llegar a una solución a través del diálogo".

El ministro español también aseguró que "es mejor evitar un choque de trenes que sería malo para España, para Argentina y para toda Latinoamérica". Y como gesto conciliador, corrigió la metáfora del impacto frontal por el término más diplomático de "evitar el contencioso".

España se resigna así a una expropiación contra la que ni siquiera en el ámbito europeo puede adoptar grandes represalias. La Comisión Europea se resiste a cancelar las ventajas arancelarias que disfrutan algunos productos argentinos porque están ligadas a la política de ayuda al desarrollo.

Y las negociaciones con Mercosur para un acuerdo de libre comercio, cuya suspensión se ha invocado como media de presión, ya estaban estancadas antes de la expropiación de YPF.

Exteriores: "Buscan otro socio al que vender"

"No es temerario presumir que están buscando un socio extranjero al que vender la parte que han confiscado a Repsol", señaló ayer en Luxemburgo, en relación con el Gobierno de Buenos Aires, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. El ministro recalcó que "en ese caso nos encontraríamos con que no se trata de una nacionalización, sino de la sustitución de un socio español y europeo por un socio que probablemente sería de otra nacionalidad".Esta interpretación no resulta verosímil, pues la propia Repsol comunicó a la presidenta argentina que mantenía negociaciones muy avanzadas para vender su participación (se presupone que a Sinopec). Además, ya no es solo el Estado, sino también las provincias productoras, las que controlan el capital en un pacto sindicado de 50 años, y la opinión pública no lo admitiría. Otra cuestión es buscar socios para producir.

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