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A fondo

Las tecnológicas quieren encender las máquinas

El sector tecnológico mundial ya no es tan pesimista. Los resultados del primer trimestre mostraron caídas de ingresos generalizadas en la mayoría de las grandes empresas. Intel, IBM, Microsoft, Google… Aún así, las cuentas no fueron tan malas como se esperaba, y muchos analistas quisieron ver algunas luces al final del oscuro túnel. Ahora, han vuelto a surgir nuevos síntomas de que lo peor de la crisis para el sector tecnológico podría haber pasado ya.

En la sesión bursátil del lunes, el Philadelphia Semiconductor Index, que recoge los principales valores del sector de los semiconductores, el auténtico motor de la industria tecnológica, subió más de un 5%, gracias a la confluencia de algunas noticias positivas. A finales de la pasada semana, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, una de las grandes empresas asiáticas del sector, reveló unos resultados mejores de lo previsto. Además, sus responsables comentaron que la actividad de las fábricas habría recibido un ligero impulso en marzo, movimiento que anticiparía una mejora de la demanda de equipos tecnológicos en los próximos meses.

Esta tendencia fue refrendada por los datos de la patronal estadounidense Semiconductor Industry Association (SIA). No es para que se desate la euforia. Las ventas mundiales en el primer trimestre cayeron un 30% en relación al mismo periodo de 2008, si bien, la asociación quiso insistir en el mensaje de que la comercialización de estos componentes aumentó un 3,3% en marzo con respecto a febrero, gracias a segmentos como los netbook o los smartphone, que pudieron compensar en parte la fuerte contracción de la demanda de semiconductores por parte de industrias como la automoción o la electrónica de consumo.

En ayuda del sector acudió el viernes Morgan Stanley al mejorar las estimaciones de Intel, la primera empresa mundial de microprocesadores, asegurando que está en disposición de hacer frente a un aumento de la demanda de equipos como los ordenadores personales o los servidores. También la consultora especializada The Information Network habló de recuperación en los semiconductores, si bien advirtió que no habrá signos que demuestren esta tendencia hasta la segunda mitad del año.

Al mismo tiempo, y mientras se vigila de reojo la actividad de las fábricas de chips, los responsables de la industria tecnológica también están pendientes de los planes de ayuda diseñados por el Gobierno de Barack Obama. Lo cierto es que las cifras que empiezan a manejarse llevan muchos ceros. La consultora IDC ha calculado que la American Recovery and Reinvestment Act (la ley conocida con el acrónimo anglosajón de ARRA) va a movilizar 101.200 millones de dólares (76.600 millones de euros) en inversión en la industria tecnológica durante los próximos cinco años. Por ejemplo, las partidas destinadas al sector de la salud atraerían hacia el mundo de las TIC más de 21.100 millones. Algunos blogs especializados de EE UU coinciden en que ARRA tendrá un relevante componente financiero para el sector.

En cualquier caso, en las últimas semanas, las bolsas han adelantado esta mejora, al registrar una subida imparable. Casi en vertical. Sin ir más lejos, el Nasdaq se ha revalorizado un 37% desde principios de marzo. Es posible que en esta corriente compradora hayan pesado también la proyección de nuevos productos de esta industria que aspiran a captar la atención del público. Windows 7, la eclosión de Android, el nuevo software del iPhone, los nuevos lectores digitales o la progresiva implantación del cloud computing… Son la esperanza para la resurrección de la tecnología en un año como 2009 que, según algunas previsiones lanzadas durante el invierno pasado, puede ser el peor de la historia. El objetivo es que 2010 no sea tan malo.

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