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Empresas Excelentes | Sylentis

sitúa a España como país puntero en biotecnología

La empresa es pionera en la investigación de una nueva herramienta basada en el ácido ribonucleico, mecanismo clave para sintetizar las proteínas celulares.

En el año 1998, los científicos estadounidenses Andrew Z. Fire y Craig C. Mello descubrieron el funcionamiento del ARN (ácido ribonucleico) de interferencia en los mamíferos, ya que hasta el momento solo se conocía su acción en organismos inferiores. El descubrimiento supuso un gran avance que abrió nuevas vías en la investigación de nuevos fármacos y les granjeó el Premio Nobel de Medicina ocho años después.

El grupo Zeltia comenzó sus estudios sobre las propiedades terapéuticas del nuevo descubrimiento tan solo dos años después, a través de una de sus filiales, Genómica. Rápidamente tomaron conciencia del enorme potencial que ofrece el ARN de interferencia para el desarrollo de nuevos medicamentos y constituyeron en 2006 el spin-off naciente en una nueva empresa: Sylentis.

La celeridad y determinación de Sylentis para apostar por un descubrimiento tan reciente y con poco recorrido permitió a la empresa situarse entre las pioneras a nivel global en la investigación con el ARN de interferencia. Actualmente no existe ningún fármaco en el mercado que emplee esta herramienta, y Sylentis es una de las siete empresas en el mundo que ya están realizando ensayos clínicos. "Tenemos una experiencia que pocas compañías tienen", explica Ana Isabel Jiménez, directora de I+D de Sylentis, ya que pretenden poder comercializar sus dos primeros fármacos en apenas cuatro o cinco años. "En todo el mundo hay unas 20 empresas que están empleando esta tecnología del ARN de interferencia, aunque solo siete han comenzado a realizar ensayos clínicos", subraya.

El ARN es el mecanismo que emplean las células para sintetizar las proteínas que necesita el organismo, pero en algunas ocasiones su funcionamiento erróneo es el origen de enfermedades. Las investigaciones de Sylentis tienen como diana este intermediario entre el ADN y las proteínas, para lo que utilizan moléculas diseñadas con herramientas bioinformáticas, que silencian la expresión del ARN de interferencia. "Sylentis emplea un mecanismo nuevo porque, mientras la mayoría de los fármacos que hay en el mercado atacan las proteínas, nosotros atacamos al intermediario, lo cual elimina muchos efectos secundarios", explica Jiménez.

La compañía tiene abiertas tres vías de investigación para diferentes patologías. La primera y más avanzada es la línea ocular, con fármacos contra el glaucoma y el ojo seco. En segundo lugar, una línea inflamatoria contra la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, para acabar con una línea del sistema nervioso central, para enfermedades neurodegenerativas, demencias o la isquemia. Sylentis atiende enfermedades comunes y con un amplio mercado, por lo que ya han patentado sus medicamentos a nivel mundial. "La filosofía de la empresa es exportar al mercado europeo y con un licenciatario también en América y Asia", explica Jiménez.

A pesar de la crisis económica, Sylentis mantiene su posición, gracias al respaldo de su empresa matriz: el grupo Zeltia, aunque reconocen que "se notan los recortes en las ayudas estatales para las empresas innovadoras". El presupuesto se ha ajustado en los últimos años, pero la plantilla sigue aumentando de tamaño, hasta llegar a los 15 empleados que tiene en la actualidad. Desde su nacimiento, en 2006, ha triplicado el número de empleos, "es una evolución muy pensada", subraya Jiménez, "se van creando puestos de trabajo a medida que surgen nuevas necesidades". Una de las claves de Sylentis es la implicación de la plantilla, asegura Jiménez, ya que "en la última encuesta de satisfacción del personal conseguimos unos resultados muy positivos". El trabajo de la compañía se divide en departamentos, de modo que "cada uno es consciente de la importancia de su trabajo y puede palpar su aportación en la evolución del día a día", lo cual aumenta la implicación de toda la plantilla.

Zeltia apuesta por la inversión en I+D

La empresa Sylentis nació como una spin-off del grupo Zeltia, una empresa española líder en el sector biofarmacéutico a nivel mundial. Esta compañía matriz abriga a otras cuatro dedicadas a la investigación médica y al desarrollo de nuevos fármacos.La existencia de una firma consolidada como Zeltia facilita a sus filiales conseguir financiación y por lo tanto realizar una apuesta tan importante por desarrollar fármacos diferentes a todos los conocidos hasta la fecha. "Ser una empresa tan innovadora permite no tener que competir en el mercado de genéricos, pero conlleva una serie de riesgos. Por ejemplo, hasta hace cuatro años no se había puesto ningún ARN de interferencia en personas" y actualmente Sylentis ya tiene dos fármacos en ensayos clínicos, fase previa a la comercialización, explica Ana Isabel Jiménez.Sylentis trabaja con un alto grado de exigencia interna, por lo que dedica mucho tiempo y esfuerzos a la búsqueda de la calidad y al control de los procesos. Su buen hacer le sirvió para ganar la concesión de la marca Madrid Excelente.Además, la compañía consiguió que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios le autorizase como laboratorio farmacéutico. "Logramos esta autorización gracias a los estándares tan altos de calidad que cumplimos, mucho más de lo que correspondería a una empresa de 15 trabajadores", explica la directora de I+D de Sylentis.

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