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Crisis

El sector aéreo pierde empleo, pasaje y flota en su peor verano

El precio del petróleo y la contracción de la demanda un 3,7% fuerzan a seis aerolíneas a anunciar planes de ajuste con más de 2.000 despidos y 50 aviones en tierra.

La temporada alta de la aviación comercial española, que todavía está por concluir, no ha hecho este año honor a su nombre y se ha convertido en uno de los periodos más difíciles que ha vivido el sector en las últimas décadas. Las consecuencias de más de dos años de subidas continuadas del precio del combustible que llegó a situarse por encima de los 140 dólares por barril de petróleo y la fuerte contracción de la demanda de pasajeros han puesto al borde del abismo a las principales aerolíneas españolas, que además se han visto conmocionadas por el trágico accidente de un avión de Spanair.

A pesar de que en 2007 el sector había alcanzado récords históricos, con 210 millones de pasajeros (un 8,8% más que el año anterior) y 2,5 millones de operaciones (un 7,9% más), las alarmas ya se habían disparado. Como consecuencia del encarecimiento del crudo y de la guerra de precios, las aerolíneas cosecharon en los tráficos domésticos el año pasado unas pérdidas conjuntas que se situaron por encima de los 250 millones.

Durante los seis primeros meses de 2008 la actividad del sector se ha ido contrayendo de manera acelerada y en los datos acumulados hasta junio la actividad se mantenía en positivo, pero con márgenes de crecimiento muy escasos del 2,2% en pasajeros y del 0,7% en operaciones. Ha sido durante los meses de julio y de agosto cuando ha quedado al descubierto la profunda crisis en la que se haya inmersa la actividad. Según los datos que ofrece AENA con el tráfico de todos sus aeropuertos correspondientes a julio último, el número de pasajeros de la red fue de 21,4 millones con una caída del 3,7% en relación al año anterior: esto es, 838.000 viajeros menos.

La sobreoferta en vuelos nacionales provocó pérdidas de más de 250 millones

Un desplome de estas dimensiones no se producía desde junio de 2002 cuando, como consecuencia de la crisis aérea provocada por los atentados de Nueva York en 2001, el sector perdió un 3,9% de sus pasajeros. La caída de julio es tanto más chocante cuando se la compara con el dato de julio de 2007, mes que registró un crecimiento del 11,3%.

Iberia ha cosechado sus estadísticas de tráfico más negativas justo en el mes que presentaba ante el mundo su proyecto de fusión con su compañera durante más de diez años, British Airways. En julio tuvo una caída en el pasaje del 18,8% respecto al mismo periodo del año anterior superando tímidamente los tres millones de pasajeros.

Spanair, también sufría un descenso de su demanda cayendo un 2,4% -hasta los 2,9 millones de pasajeros- en julio, el mes anterior de que ocurriera la tragedia de Barajas. La empresa de vuelos chárter Futura perdía un 22% de sus pasajeros en julio según los datos que maneja AENA, mientras que la leonesa Lagunair reducía su demanda un 35% respecto a julio de 2007. El grupo turístico Marsans también ha tenido un verano muy complicado. Aerolíneas Argentinas, que se encuentra en pleno proceso de nacionalización por parte del gobierno argentino, perdía un 37% de sus pasajeros al transportar (desde o hacia aeropuertos españoles) 23.223 personas en julio. La demanda de la otra compañía del grupo de Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, Air Comet, caía de manera drástica casi un 50% en julio al transportar en julio 91.496 pasajeros. Con mejores perspectivas se sitúa la futura Vueling. Las compañías de bajo coste Clickair y Vueling, que harán efectiva su fusión en los próximos meses, aumentaron un 20% el número de pasajeros y sumaron 1,9 millones de personas entre las dos. Air Europa se salva de la caída de la demanda con un leve descenso en del 0,9%.

El panorama de severo ajuste en la demanda en un marco de precios del queroseno que todavía no se han beneficiado de las recientes caídas del petróleo, ha provocado que media docena de empresas hayan tenido que anunciar severos planes de ajuste. En conjunto suponen una reducción del empleo en el sector en más de 2.000 trabajadores y una reducción de la capacidad de vuelo en un 10% al quedarse en tierra medio centenar de aeronaves sobre una flota total de aviones de aerolíneas comerciales de pasajeros matriculados en España en torno a los 500 aparatos.

La primera empresa en anunciar recortes fue Spanair que negocia un expediente de regulación de empleo para 1.050 personas a la vez que prevé dejar de volar 15 aviones.

Futura cerrará, según los sindicatos

Futura suspendió pagos esta semana y reducirá su plantilla en 600 personas y su flota en 12 aviones. Según los sindicatos de la propia aerolínea, los directivos planean cerrarla y abrir otra diferente, pero el problema va más allá, si no se presenta el plan de viabilidad este viernes Futura puede perder su licencia. Lagunair, por su parte, ha comunicado el despido de 50 trabajadores y la devolución de uno de sus tres aparatos. Otras dos empresas, Girjet y Air Class han perdido la licencia y otras seis de menor tamaño han dejado de operar. Iberia, por su parte, dejará 11 aparatos de su flota en tierra en octubre.

LAS CIFRAS

3,7% es el porcentaje de caída de número de pasajeros en aerolíneas en julio; el peor dato desde junio de 2002

11,8% es lo que crecía la demanda en julio de 2007 en España.

2.000 empleos destruidos en el sector.

18,8% cayó la demanda en julio del año pasado en los vuelos de Iberia.

419 menos operaciones registró Lagunair respecto a julio de 2007.

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