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La banca espera aún la propuesta de refinanciación

Sacyr deja pasar la opción de la prórroga del crédito por Repsol

Sacyr ha dejado pasar la opción más clara para aplazar el vencimiento del crédito de 4.908 millones que respalda su participación en Repsol. Se trata de la prórroga de un año que la constructora podía haber activado de forma automática, según fuentes financieras, hasta el pasado 31 de julio.

Luis del Rivero confía en sus posibilidades con la banca internacional y se juega la refinanciación del mayor crédito de Sacyr, con vencimiento el próximo 21 de diciembre, a una carta: captar dinero fresco y sustituir a las entidades que van a reducir su exposición o piensan desaparecer del préstamo millonario (el saldo vivo es del 4.908 millones) que soportó en 2006 la adquisición del 20% de Repsol.

Sacyr tenía de plazo hasta el 31 de julio, según apuntan fuentes financieras, para hacer uso de la cláusula que permitía aplazar un año el citado préstamo. Llegada esa fecha, la constructora no puso en marcha el mecanismo, con la confianza de que culminará con éxito la refinanciación.

Tanto Del Rivero como el responsable financiero del grupo, Fernando Lacadena, están manteniendo contactos individuales con los 25 bancos y cajas que integran el citado sindicato, encabezado por Santander, Citi, Caja Madrid y Crédit Agricole.

Se trata de sondear la posición de cada una de las entidades de cara a la inminente negociación. En esos contactos se estaría trasladando a los acreedores que hay conversaciones avanzadas con bancos franceses, chinos, chilenos o brasileños. En todo caso, el grupo bancario está a la espera de la propuesta de refinanciación de Sacyr, en la que se incluirían el plazo y precio que demanda la empresa y las garantías que aportará.

Entre la banca afectada se comenta que se aceptarían de nuevo las acciones de Repsol y la patrimonialista Testa como subyacente del crédito, pero se cree que será muy complicado rebasar los tres años de plazo.

Tanto en Sacyr como entre sus socios financieros existe preocupación por el peso de la banca portuguesa: BPI, BCP y Espírito Santo rozan el 10% del montante del crédito, con 250 millones, 150 millones y 75 millones, respectivamente. También hay serias dudas sobre la posición de Citibank, con un total de 1.150 millones (el 20% del total) prestados. Al parecer, la entidad habría manifestado en febrero su deseo de salir.

Peligra, por último, la renovación de las cajas intervenidas: CAM, Cajasur y CCM son acreedoras de Sacyr, con 50 millones, 25 millones y 10 millones, respectivamente.

Crece, entre bambalinas, la división política

En el entorno del Gobierno sube el tono del debate interno sobre la alianza de Sacyr y la empresa estatal Pemex para ganar influencia en Repsol. Gusta la garantía de "españolidad" con que se ha revestido el pacto, pero hasta en el propio Ministerio de Industria hay división sobre el papel que ha jugado el ministro Miguel Sebastián, saliendo a respaldar el movimiento de Sacyr a las pocas horas de que fuera comunicado a la CNMV.Ya entre las líneas de la oposición, el coordinador de Economía, Cristóbal Montoro, ha manifestado malestar con el calendario de la operación. Más allá, el círculo íntimo de Rajoy está pidiendo al Gobierno información adicional sobre los propósitos de Pemex en Repsol.

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