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Pequeños gigantes | Instituto Tecnológico PET (ITP)

Los radiofármacos ponen cara a los tumores

ITP compite con los más grandes en el suministro de radiotrazadores para el diagnóstico por imagen del cáncer con la tecnología PET-TAC.

En el Instituto Tecnológico PET (ITP) nadie es de color verde aunque trabajen en la producción de radiofármacos. Es la primera apreciación que realiza su directora general, María Alfonso, a la hora de explicar qué son exactamente los radiofármacos, para qué sirven y cuáles son sus beneficios médicos. Se resume en pocas palabras: gracias a estos isótopos o moléculas radiactivas inyectadas al paciente es posible visualizar el cáncer, a través de la tecnología PET-TAC.

Aunque, evidentemente, los también llamados radiotrazadores (denominación más amigable, apunta Alfonso) solo son un elemento más de esta innovadora tecnología, aunque no menos importantes. Esto es al menos lo que pensó un grupo de médicos españoles en 1994 cuando decidió importar de EE UU la tecnología PET-TAC y comenzó a fabricar esta especie de contraste, indispensable para ponerle cara a los tumores.

Hoy, esta empresa de capital privado ha crecido gracias a un convenio de colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Salud Carlos III y se ha convertido, 17 años después, en uno de los principales suministradores de radiofármacos en España. Tiene una cuota de mercado del 43%, y en Portugal, del 86%, compitiendo incluso con monstruos de la talla de Siemens o IBA Molecular. Es más, ITP es el único laboratorio en España que integra la producción, venta y distribución de su isótopo estrella FDG-18, el más eficaz en el diagnóstico del cáncer de pulmón o de pecho.

Pero la producción de estas moléculas no fue la única aspiración del instituto desde su génesis. Desde el Hospital MD Anderson Internacional de Madrid, donde tiene su ubicación, presta servicios de diagnóstico a hospitales, tanto públicos como privados, que no cuentan con la tecnología PET-TAC.

Desde su puesta en marcha, el instituto ha realizado unos 25.000 estudios PET, pruebas diagnósticas PET-TAC o gammagráficos, además de tratamientos metabólicos.

No obstante, la trayectoria de ITP, que en 2010 facturó nueve millones de euros, con un beneficio de tres millones de euros, no ha sido precisamente coser y cantar. Diez años de pérdidas, hasta 2004, son la muestra de que la apuesta era arriesgada. Y es que producir radiofármacos implica inversiones muy elevadas, asegura Alfonso.

Seguridad tecnológica

Para empezar, poner en funcionamiento una planta de estas características implica la construcción de un búnker, que tiene que contar con la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear. En ese fortín es donde se aloja el acelerador de partículas, denominado ciclotrón, un equipo de alta tecnología, también traído de EE UU, con el que, mediante una pequeña fusión nuclear, se obtiene el flúor radiactivo.

No obstante, este no es el único inconveniente de esta particular tecnología. Otro de los hándicaps de los radiotrazadores es su caduca actividad radiactiva: apenas duran 12 horas. Esta es la razón por la que ITP también se vio obligado a montar un laboratorio propio donde se sintetiza con otros elementos y desde donde además se distribuye la producción, pero en un radio de acción limitado. De ahí que la internacionalización sea un capítulo de difícil abordaje. Así y todo, ITP suministra radiofármacos a 25 hospitales españoles y siete portugueses en plazos inferiores a seis horas. El índice de fiabilidad en el suministro conseguido es del 99,6%, en un radio de acción de 300 km desde Madrid, y un 98% en el abastecimiento al resto de la Península.

Su último impulso importante fue en 2007. Gracias a las ayudas recibidas por el CDTI, incorporó un nuevo acelerador de partículas y un nuevo laboratorio con los que ha conseguido desarrollar nuevas partículas, entre las que destacan la fluorocolina, una molécula muy eficaz en el diagnóstico del cáncer de próstata. La inversión requerida fue de cinco millones de euros.

Datos básicos

FacturaciónNueve millones de euros facturó el año pasado esta entidad 100% española, con unos beneficios de tres millones de euros, que fueron invertidos íntegramente en investigación. En 2009, según ha asegurado María Alfonso, la investigación absorbió el 100% de los beneficios, a la que se añadió un 20% más.SuministroItp suministra radiofármacos o radiotrazadores diariamente a más de 25 hospitales en España y siete en Portugal, que cuentan con PET-TAC.CuotaCuenta con una cuota de mercado del 34% en España, presencia que se eleva en el mercado portugués hasta el 86%. Dos ciclotrones y dos laboratorios equipados con la más alta tecnología garantizan la producción de radiofármacos 24 horas al día.NegocioSe ha convertido en el único suministrador de la Comunidad de Madrid, donde abastece a seis hospitales.

Moléculas más eficaces para el cáncer de próstata

La búsqueda de nuevos radiotrazadores para el diagnóstico de enfermedades ocupa todo el esfuerzo inversor de la compañía, que en 2009 absorbió el 100% de sus beneficios y un 20% añadido, según ha asegurado María Alfonso. La molécula fluorocolina ha sido una de las últimas aportaciones del Instituto Tecnológico PET para el diagnóstico del cáncer de próstata. Una patología que constituye la segunda causa de muerte por cáncer y la segunda con más prevalencia entre los hombres. Esta es la razón de que se haya convertido en uno de los radiofármacos más demandados, según ha explicado Alfonso.Una de sus principales ventajas es que cuenta con una fiabilidad en muchos casos del 90%, frente al 70% que ofrecían el resto de las pruebas tradicionales, según los ensayos llevados a cabo en el servicio de medicina nuclear del Hospital MD Anderson International. Además, gracias a esta nueva molécula y la tecnología PET-TAC se pueden detectar tumores con tamaños desde los cuatro milímetros, inapreciables en otras pruebas realizadas por gammacámara, TAC o resonancia magnética.Impulsado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, Cenit es otro de los proyectos punteros en el que actualmente participa ITP junto a otras empresas públicas y privadas. Dotado con una inversión de 2,1 millones de euros, el objetivo del instituto en este plan es el desarrollo de nuevos radiotrazadores o moléculas PET más selectivas en el diagnóstico del cáncer o en la detección precoz del alzhéimer. Esta línea de trabajo permitirá no solo diagnosticar la patología, sino también comprobar la evolución de la enfermedad en el paciente y asegurarse de que el tratamiento implantado es eficaz. "En cuatro o cinco años se podrá diagnosticar el alzhéimer con imágenes", asegura Alfonso.Asimismo, el Instituto también coordina TEN-PET, un proyecto europeo de validación de una plataforma telemática entre los centros europeos de diagnóstico PET para el intercambio de datos e imágenes.

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