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Columna
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El lujo de Prada quiere cotizar en Hong Kong

Prada está a punto de combinar la alta costura con la moda financiera. La marca italiana estudia salir a Bolsa en Hong Kong. Esto podría contribuir a la confección de un vestido desigual. Su intención es un viejo asunto para la compañía que ha estado dándole vueltas a su inclusión en el mercado de valores por lo menos en tres ocasiones durante la última década. Estos fallos no han sido apenas culpa de la empresa -su primer intento fue el 18 de septiembre de 2001-. Pero cuando sus planes de cotizar en Bolsa fueron dejados a un lado, el alto nivel de deuda dejó a Prada expuesto.

La deuda de Prada está ahora bajo control y China añade un nuevo giro. El país será el mayor mercado mundial de lujo en 2015, predicen un grupo de analistas del Estado chino. Los precios de los apartamentos de lujo, un indicador clave en la demanda de bienes de alta gama, están aumentando a casi el 20% año tras año. Esto demuestra las cifras de Prada: los ingresos del primer semestre en el Lejano Oriente crecieron un 47% cada año.

Los inversores chinos también pueden pagar por una historia de buen crecimiento. Si Prada puede satisfacer las expectativas de crecimiento del 25% en las ventas este año, y del 10% el próximo año, sus ventas ascenderían a poco menos de 3.000 millones de dólares en 2011. Aplicando el 24% de margen de Ebitda actual, que ha saltado a un múltiplo de 10 veces gracias a un pequeño descuento a su megarrival fabricante de bienes de lujo francés LVMH; y deduciendo los 600 millones de dólares de deuda neta, las ganancias podrían ascender a 6.500 millones de dólares.

La pregunta es si Prada está lista para mezclarse con las masas. Sus préstamos son más grandes que apenas el Ebitda de un año, pero la compañía no tiene todavía un historial de disciplina financiera. Y mientras los accionistas en Hong Kong son utilizados para grandes accionistas fundadores, los caprichos de gestión de Prada pueden ser demasiados. El consejero delegado, Patrizio Bertelli y su esposa, la diseñadora Miuccia Prada tiene el 95% de las acciones. A diferencia de sus rivales LVMH, Versace y Gucci Group, no hay una división clara entre la dirección creativa y la financiera. Empresas de la talla de Ferregamo, Armani y Versace pueden seguirle los pasos. Pero la idea de Prada de embarcarse en Hong Kong parece muy atrevida para su comodidad.

Por John Foley

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