El pescador tranquilo

Gabarró tiene mucha calidad humana. Es un hombre tranquilo, sincero y entrañable; el tipo de persona de la que te puedes fiar'. Habla alguien que le conoce bien: Ricardo Fornesa, presidente de Criteria CaixaCorp, compañero y amigo del empresario lleidatà. No cabe duda de que Salvador Gabarró (Sant Guim de Freixenet, Lérida, 1935) es una de las figuras más respetadas del entorno empresarial español. El presidente de Gas Natural y vicepresidente de La Caixa ha sido noticia esta semana al añadir a sus responsabilidades la presidencia de Unión Fenosa.

Los que le conocen saben que la pesca es una de sus aficiones predilectas. 'Es un pescador solitario', comenta Fornesa. 'Su gusto por tal actividad dice mucho de su personalidad'. Ciertamente, se trata de un hobby que destaca por su sosiego y quietud, cosa que encaja con alguien cauto con los medios de comunicación, que los evita en la medida de lo posible. El único desliz que se le conoce son sus declaraciones del día de la presentación de la frustrada opa a Endesa, en las que afirmaba que la gasista 'pone la semilla y a los nueve meses nacerá la criatura'.

Pero da la coincidencia de que Gabarró también practica la pesca a nivel empresarial. Después de algunos intentos fallidos, se ha cobrado una de las piezas gordas del río de las eléctricas. Con oficio y un buen cebo acaban picando.

El empresario catalán es también muy familiar. Por eso otra de sus prioridades es dedicarles tiempo a su hija y a su nieta. Como familiar fue también la empresa con la que se ganó un nombre. Este doctor en Ingeniería Industrial entró en Roca Radiadores en 1969 como jefe de mantenimiento. Lo que quizá no sabía entonces es que pasaría gran parte de su vida allí. En 1974, la familia Roca le confió la gerencia de su compañía, cargo que abandonó sólo al jubilarse en 2000. Empezó, pues, por abajo. Se ganó la confianza de los propietarios de la empresa a base de trabajo, esfuerzo y dedicación.

Y la elección de los Roca demostró ser un acierto. En los 26 años en los que estuvo al frente del grupo, Gabarró transformó una pequeña empresa con cinco plantas en una moderna multinacional dotada de 42 centros industriales en 16 países. En 1999 la convirtió en el segundo fabricante global de sanitarios al adquirir la suiza Keramik Laufen.

'Si una empresa familiar acaba dejando la responsabilidad total a una persona que no es de la familia, siempre ha de coger alguien de dentro, alguien a quién conoce y le merece confianza'. Son palabras del propio Gabarró, publicadas por Jordi Fortuny en el libro Conversaciones empresariales con Salvador Gabarró. La viva voz de la experiencia.

El presidente de Gas Natural es de esos jefes que se involucran a fondo en lo que hacen. Un antiguo subordinado suyo de Roca Radiadores recuerda que cuando se estropeaba una máquina, a Gabarró no le importaba agacharse y ensuciarse las manos hasta verla reparada. Tampoco tiene gustos caros. 'Es un hombre sencillo', resume Fornesa. Sus subalternos destacan de Gabarró su cordialidad y buena memoria. No es de los que miran por encima del hombro a sus trabajadores, más bien se acerca a interesarse por sus familias. Por eso sus subordinados le respetan mucho.

Su carrera no ha sido menos exitosa en la gasística que dirige desde 2004, tras cuatro años al frente del Círculo de Economía. Se confesó algo desconcertado al principio, al entrar en el avispero de la energía. La internacionalización ha continuado siendo una de sus máximas, y la reciente operación de fusión convertirá a la nueva Gas Natural en el primer operador mundial de gas natural licuado de la cuenca atlántica.

'No tiene puntas de humor. Se altera pocas veces. Y cuando se enfada, lo hace de manera civilizada', destaca Fornesa. Antonio Torres, antiguo empleado de Gabarró en Roca, recuerda que su ex jefe 'nunca veía los toros desde la barrera'. Un claro rasgo de la personalidad del pescador tranquilo.