¿Está en peligro la receta del éxito de Abercrombie?

Abercrombie & Fitch vive en la cresta de la ola. En la peor crisis de consumo que se recuerda en los países desarrollados, el grupo de distribución estadounidense dispara sus beneficios como si los problemas no fueran con ella, según los datos desvelados este miércoles.

Y no se trata de un artificio contable. No. También las ventas gozan de buena salud. Si el beneficio de Abercrombie se disparó un 64% en su segundo trimestre fiscal (lo cierra el 31 de julio), los ingresos lo hicieron un 23% (un 9% en superficie comparable). Ni Inditex ha conseguido tanto, y eso que es el paladín de la resistencia a las turbulencias. La firma estadounidense ha cumplido su parte del plan de recompra de acciones y ha anunciado el pago de dividendo.

El peor problema de esta compañía en los últimos días es que ha tenido que pagar al protagonista de un programa de telerrealidad de cierto éxito en la MTV para que dejara de usar su ropa. Otras cadenas pagan y dan prendas gratis para que protagonistas de series las usen y hacer así publicidad, pero Abercrombie es distinta.

Por eso el martes la compañía anunció a bombo y platillo que ha llegado a un acuerdo para compensar a Michael The Situation Sorrentino, el protagonista del show de la MTV The Jersey Shore para que deje de usar su ropa. ¿Por qué? En Abercrombie están "profundamente preocupados" de que la asociación de este personaje con su marca pueda causar "un significativo perjuicio" a su imagen.

Y ahí terminan los problemas de Abercrombie y empiezan sus beneficios crecientes y sus planes de expansión.

Turbulencias bursátiles

Pero en este paraíso han comenzado a asomar las nubes. Y lo han hecho en forma de tormenta bursátil. Con todo a su favor, con todas las papeletas en la mano y los deberes hechos, el mercado dio el miércoles la espalda al valor mimado de la Bolsa, ése que acumulaba una rentabilidad en un año superior al 90% antes del diluvio, y le azotó un castigo del 8,7%. Ayer, esta reprimenda todavía les parecía poco a los inversores, que volvieron a penalizar al valor con otro batacazo cercano al 10%.

¿Cuál ha sido el problema? Por una parte, está el viejo axioma bursátil que aconseja comprar con el rumor y vender con la noticia. Es decir, adelantarse a las buenas nuevas y deshacer posiciones cuando se confirman, como en el caso de los beneficios de la cadena de ropa.

Pero sobre todo ha pesado el sentimiento que han transmitido los directivos de la compañía en la conferencia con analistas tras la publicación de resultados. Referencias a posibles problemas en la economía, incluso a la tan temida recaída en la recesión, no gustaron al mercado. Y los directivos de Abercrombie fueron claros: por supuesto que eso afectará a la compañía.

Futuro imprevisible

"Está claro que estamos entrando en un periodo de mayor incertidumbre", aseguraron. Y tanto en la escena macroeconómica como en la particular de la cadena de distribución, donde no tienen claro cómo puede reaccionar la clientela ante subidas de precio.

Todo ello ha sido el detonante de dos días negros en la Bolsa para Abercrombie, pero lo más importante es saber si se trata de un cambio de tendencia o de una piedra en el camino. Los directivos de la cadena de moda son famosos por su cautela y hace poco más de una semana las acciones se desplomaron un 13% para remontar un 8% al día siguiente, así que las esperanzas del mercado pasan porque el sol vuelva a lucir pronto para esta firma y que su cautela no se haga realidad.