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Banca

Un paseo por el zoco de los préstamos interbancarios

Miguel Moreno Mendieta

El mercado interbancario, en el cual los bancos se prestan dinero a corto y medio plazo, no es muy diferente a un zoco. Valga como ejemplo la plaza Jema el Fna, de Marraquech. Allí, cuando cae la noche, se instala una batería de puestos de comida. La necesidad de montarlos y desmontarlos todos los días hace que la logística sea fundamental, del mismo modo que el aprovisionamiento diario de fondos es crucial en la banca.

En el caso de los chiringuitos marroquíes, en lugar de disponer todos ellos de cualquier plato, cada cuál se especializa en unos pocos. Si un turista alemán pide sopa y no tienen, no pasa nada. Un chaval corre al puesto de enfrente y la compra a bajo precio.

Con las entidades financieras pasa lo mismo, salvando las distancias de anglicismos, corbatas y supervisores. 'A lo largo del día, cada unidad del banco especifica, en tiempo real, sus necesidades de fondos. Pero siempre hay un desfase de liquidez', explica el responsable de tesorería de un banco español.

A pesar de que constantemente un equipo de expertos planifica las demandas de dinero en la entidad (para el día, para la semana o para el trimestres), es imposible que las cuentan cuadren. 'El banco necesita estar siempre tomando o prestando financiación. Es un síntoma de que está vivo', comenta.

De igual modo que el mozo pregunta entre los tenderetes aledaños si alguno ha preparado sopa, cuando el banco tiene un déficit de liquidez acude a sus competidores. Lo más habitual es que, ante la necesidad de cubrir una posición, el equipo de tesorería comience a telefonear en busca de 'una contrapartida' o consulte una pantalla electrónica donde verá las demandas de otras firmas.

'Los bancos tienen líneas de crédito abiertas y cada tesorero sabe a qué entidades acudir. Fuera de España hay pocas líneas abiertas, entre el 20% y el 30% del total', explica José Manuel Amor, socio de Analistas Financieros (AFI).

Cualquier día normal, 15.000 millones de euros cambian de manos en el particular zoco español de los préstamos entre entidades financieras. Los depósitos interbancarios a un día (conocidos como overnight) acaparan en los últimos tiempos el 90% del volumen de operaciones, mientras que los de más de seis meses cada vez son más raros en estos tiempos de incertidumbre.

Los préstamos vis á vis entre bancos son frecuentes, pero éstos recurren muchas veces a intermediarios. Los corredores de financiación a corto plazo también tienen su lugar en el interbancario.

'Este sector mueve grandes volúmenes de dinero pero los escasos márgenes han propiciado la concentración del mismo', explica José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. Entre esta firma y Gesmosa (controlada por Ahorro Corporación), tienen más del 60% de cuota de mercado.

Ahora bien, si los bancos se prestan entre sí con esa fluidez, ¿por qué deben recurrir a las subastas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE)? 'Hay dos razones', explica el director financiero de un importante banco español. 'Una es por cuestiones de arbitraje. El BCE ofrece fondos a un tipo de interés atractivo, dado que hay que aportar activos como subyacente. A una entidad le puede interesar tomar una posición atractiva a tres meses para prestarlo en el interbancario a un tipo superior'. A las subastas suelen acudir más de 120 bancos.

La segunda razón para acudir al BCE es que las entidades no se fían entre sí, lo que hace que escasee la financiación a medio plazo. 'Cada banco tiene unos límites en las líneas de crédito con otras entidades. Hay ocasiones en que, para no rebasarlas, o para guardarse las espaldas de cara a nuevas coyunturas, prefiere recurrir a las inyecciones de liquidez', puntualiza.

Hay una tercera pata del mercado interbancario, aunque minoritaria. Son los pagarés de empresas, con los que algunas compañías prestan efectivo a la banca por cuestiones fiscales o por puntas de tesorería.

Jornadas frenéticas en la Torre Picasso

El mercado interbancario es una entelequia. Solo existe en la imaginación de los reguladores. Pero si hubiera que encontrarle una ubicación, sería en la Torre Picasso de Madrid. Este edificio de 42 plantas alberga la sede del grupo Intermoney, el primer intermediario de préstamos del país.En la planta 23 del rascacielos -el más alto de España hasta la construcción del complejo de Cuatro Torres-, un equipo de profesionales se deja la piel para encontrar la oferta de depósito interbancario más interesante para su cliente.'El personal entra a las ocho y uno de los momentos más intensos de la jornada se produce en torno a las nueve de la mañana', comenta José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. A esa hora es cuando se concentran la mayoría de operaciones. Los bancos llaman. Cada una de las divisiones de las entidades financieras ya ha reportado sus previsiones de excesos o déficit de liquidez. Hay que conseguir dinero o encontrarle acomodo al que se tiene parado.'La mañana es frenética. Se anotan en una pizarra las órdenes, se distribuye el trabajo y se empieza a telefonear a entidades', explica José Carlos Díez.El equipo, de alrededor de 15 personas que trabaja en la intermediación de depósitos interbancarios apenas tiene tiempo para un respiro. La segunda oleada fuerte de operaciones llega unos minutos antes de que cierre el mercado, a las seis de la tarde.Una entidad de tamaño medio del panorama financiero español puede realizar cada día entre 30 y 50 operaciones de este tipo.

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Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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