La operadora móvil de los "indignados con las grandes"

Engaño, mentiras, cambio de cultura, indignados. El vocabulario de los fundadores de Más Móvil no deja indiferente. Obviamente, recuerda a la lucha del movimiento 15-M, aunque la guerra de esta compañía es contra las tres grandes operadoras de móvil en España. Habrá quien piense que este lenguaje esconde una estrategia de marketing. Y, sin embargo, otros apoyarán el estilo de David contra Goliat.

"Queremos ser la operadora de los indignados con las grandes. Se necesita un cambio de cultura en el sector porque también hay muchos indignados, mucha gente se cabrea cuando les llega la factura. Y tienen razón, porque no siempre les ofrecen la mejor tarifa y cuando les dicen que algo es gratis, luego no es así. Hay un engaño continuo", ataca Meinrad Spenger, cofundador y consejero delegado de Más Móvil, y conocido familiarmente en la empresa como Maini.

"Hay muchas personas que dicen que todas las compañías somos iguales, que todo es mentira. Esto es consecuencia del oligopolio, que todo está mal, pero no es así. Este no es un sector del que nos podamos sentir orgullosos. No es como el caso de Zara o Mango, que han crecido desde cero", recalca el cofundador y director de internacional, Christian Nyborg, al que sus empleados llaman Chris.

Quizá haya otros ejemplos en el mundo que recuerden el estilo revolucionario de esta empresa, como Ryanair, que entró en la aviación con una guerra de precios. "Somos la única start-up dentro de las operadoras y vamos a liderar el segmento low cost en España", refuerza Maini.

A pesar de los nombres claramente extranjeros de sus fundadores, Más Móvil es una empresa creada en España. Maini es austriaco y nació en 1975. Chris es de Oslo y tres años mayor. Se conocieron estudiando un MBA en la escuela de negocios italiana Bocconi, aunque ambos tenían ya relación con España. El austriaco había estudiado un MBA en el IE Business School, en Madrid, y el noruego había llegado a España en 1995 gracias a una beca Erasmus y luego trabajó durante cinco años en la filial madrileña de Ericsson.

Ambos vieron una oportunidad en el sector de la telefonía móvil, a imitación de lo que habían observado en los países del norte de Europa. "El concepto de operador móvil virtual nació en Noruega, Inglaterra o Dinamarca. Ya hay países en los que suponen una cuota de mercado del 25%", explica Chris. Por eso percibieron futuro en este sector.

En España, el sector de la telefonía móvil generó en 2010 unos ingresos de 14.000 millones de euros, con un descenso del 3% respecto a 2009, según el Informe anual de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Pero los operadores virtuales ganan terreno, con una cuota de mercado por líneas activas del 4,8% y un 2,3% del total de facturación. Entre estas compañías se incluye el negocio móvil de Ono, Euskaltel, Jazztel, Carrefouronline o Eroski Móvil. Mayoritariamente estas empresas cuentan con más clientes de prepago (un 70%) que de contrato.

Estos dos emprendedores prefieren llamar a su empresa "nuevo operador", "porque lo de virtual se lo han inventado los operadores tradicionales para despreciarnos; nosotros alquilamos una red y ofrecemos la misma calidad que los grandes, para el cliente no hay diferencia alguna", se queja Maini. Los dos fundadores están convencidos de que "en un par de años" los actores emergentes se harán con un 15% del negocio del sector. "En Noruega ya controlan un 25% de cuota de mercado. Nosotros no competimos con las otras empresas pequeñas. Competimos con los grandes, esos son nuestros rivales. Pero es cierto que no quedaremos todos los que hemos comenzado, en tres años habrá solo 10 o 12 operadores", cree el ejecutivo noruego.

Algunos nuevos operadores han buscado sus propios nichos de mercado, como los enfocados a las llamadas de los inmigrantes. Más Móvil también es fuerte y conocido entre los residentes comunitarios que viven o descansan al sol de España. "Ofrecemos hablar en su idioma y siempre en inglés. Estos europeos están acostumbrados a los nuevos operadores en sus países de origen. Por eso no hacen preguntas sobre si la cobertura es buena, simplemente buscan una tarifa mejor", explica Chris.

La empresa surgió hace casi cuatro años únicamente con tarifas de prepago. Pero los comienzos no fueron sencillos. Maini pone un ejemplo: "Entramos a un banco a pedir un préstamo. El director no nos entendía. Creía que queríamos abrir una tienda para vender móviles. Cuando le dijimos que era para una operadora, ¡casi nos echa de la oficina!".

"Nuestras familias y amigos nos decían que estábamos locos. ¡Una compañía de móviles en España! Es un poco como Don Quijote. Nuestros molinos, Movistar, Vodafone y Orange, son duros", reconoce el directivo austriaco. Comenzaron en 2006 en un despachito de Madrid los dos solos. Entonces la empresa se llamaba Más Vida Móvil, "pero lo cambiamos porque nos dimos cuenta de que parecía una organización provida", recuerda Chris con cierta sorna. De ahí pasaron a la actual sede de San Sebastián de los Reyes (Madrid), aunque comentan que en un futuro próximo quieren buscar un emplazamiento más grande y cercano a la capital

Los recursos iniciales para comenzar fueron 100.000 euros, los ahorros de toda una vida. "Y estuvimos dos años sin sueldo", explica el consejero delegado. Poco a poco sus acciones se han ido diluyendo con las siguientes ampliaciones de capital. Ahora solo controlan un 20% de la empresa. Destacan como algo negativo "las barreras burocráticas" que encontraron para comenzar la actividad, y como algo positivo, a pesar de la crisis y del cierre del grifo crediticio, que han encontrado entidades que les han concedido préstamos, desde bancos al Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) o el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Maini cree que, en parte, la crisis les ha beneficiado: "La gente se da cuenta de que no vale pagar más por lo mismo". Para él las razones están claras: España es el país más caro en los precios del móvil, "un 60% más que la media de la UE", asegura; "la atención al cliente es mejorable", y "falta innovación al cliente". Lo que ellos ofrecen es una tarifa clara sin exigencias. "No hay ningún riesgo. Si no te gusta tu contrato, te puedes ir libremente sin ninguna obligación de permanencia", asegura Chris.

Tampoco quieren entrar en la batalla por entregar móviles sin coste. "No vamos a regalar terminales, porque nadie regala nada. Es una mentira. Lo pagas con las tarifas", recalca Maini. Y en general no apuestan por las tarifas planas. "El cliente nunca paga lo que le prometen. O tiene limitado el número de minutos, el horario, los números a los que llamar o los servicios incluidos. Y si se pasa, le crujen. Así que la gente está harta".