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Las eléctricas calculan 50 millones por central por los test de estrés

Las nucleares deberán invertir 400 millones para mejorar la seguridad

Tras entregar los informes finales sobre cómo mejorar la seguridad de las nucleares españolas, las eléctricas ya tienen un cálculo de cuánto tendrían que invertir: unos 50 millones de euros por planta, lo que sumaría 400 millones. Todo ello si el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no exige la aplicación de otras medidas que se decidan en Europa

Las nucleares deberán invertir 400 millones para mejorar la seguridad
Las nucleares deberán invertir 400 millones para mejorar la seguridadPABLO MONGE

Siguiendo rigurosamente el calendario marcado por el CSN, el pasado 31 de octubre las empresas que operan las ocho centrales nucleares españolas en funcionamiento remitieron los informes definitivos de las llamadas pruebas de resistencia (o test de estrés) al organismo de seguridad. Unas pruebas acordadas por los reguladores atómicos europeos de la UE tras el desastre ocurrido en el complejo de Fukushima (Japón) el pasado 11 de marzo.

Aunque el CSN tiene hasta finales de año para entregar sus conclusiones definitivas a la Comisión Europea (CE), las grandes eléctricas que explotan las plantas (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa y HC Energía) ya tienen sus cálculos aproximados del coste que supondría mejorar los márgenes de seguridad: unos 50 millones de euros por cada una de las plantas, lo que sumaría 400 millones (sin contar las dos que ya están cerradas, Zorita y Vandellós I). Las inversiones serían similares en cada una de las plantas, aunque, por ejemplo, el riesgo de inundación no sea igual en todas ellas.

Esos 400 millones sería la cantidad mínima a invertir en el caso de que solo se apliquen las propuestas de las propias empresas, pero sería mayor si el consejo decide extrapolar las propuestas "máximas" que se impongan en el resto de países europeos. El objetivo es lograr que las normas de seguridad europeas sean homogéneas.

Según fuentes empresariales, las inversiones se centrarían esencialmente en la capacidad de respuesta de las centrales en casos de emergencia. También en el recombinado de hidrógeno o el venteo de los filtrados. La idea es contar con un centro unificado para estas situaciones.

Plantas seguras, según el CSN

En el sector consideran que España es el país que mejor ha cumplido las pruebas de resistencia. Francia, que tiene un parque de 59 centrales que explota el grupo estatal EDF, se ha limitado simplemente a adaptar un plan de inversiones que ya tenía en marcha y siempre con equipos que fabrica el otro coloso público, Areva.

En el caso español, el Consejo de Seguridad Nuclear preguntó a las empresas qué es lo que harían ellas para mejorar la seguridad. Tras analizar un informe preliminar, el pasado 15 de septiembre, el consejo del órgano que preside Carmen Martínez Ten confirmó que las plantas españolas son seguras, lo que no impedirá ajustar al máximo los márgenes. Las posibles inversiones podrían hacerse en los periodos de recarga de combustible, que se realizan una vez al año.

Las compañías eléctricas entregaron la semana pasada sus informes definitivos, con la documentación añadida solicitada por el Consejo de Seguridad Nuclear, que, al igual que sus homólogos europeos, tiene hasta el 31 de diciembre de este año para enviar su dictamen a la CE. El proceso se someterá a una revisión de los resultados nacionales por parte de equipos de expertos de varios países y representantes de los reguladores comunitarios y deberá estar listo antes del próximo 30 de abril.

Un daño colateral del desastre de Fukushima

El pasado 15 de septiembre los titulares de las centrales nucleares españolas enviaron al Consejo de Seguridad Nuclear los informes preliminares con los resultados iniciales de las pruebas de resistencia, siguiendo el calendario establecido por el organismo regulador español. Un mes después, estos informes fueron analizados por el consejo de este organismo y, tras completar las pruebas con documentación añadida, los dio por definitivos el 31 de octubre. Ahora le toca el turno al CSN, que, con la información recibida, debe presentar su evaluación ante la Comisión Europea antes de fin de año.Estas pruebas, que fueron decididas tras el desastre nuclear de Fukushima, en Japón, tienen como objetivo "reevaluar los márgenes de seguridad de los sistemas de protección de las instalaciones e identificar mejoras adicionales para mitigar accidentes por encima de las bases establecidas en el diseño inicial de las centrales".En el ejercicio se han tenido en cuenta situaciones de emergencia más allá de lo que contemplan las bases de diseño de las plantas. Concretamente, sobre inundaciones, terremotos, accidentes severos o pérdida de la refrigeración de las centrales nucleares.El alcance técnico de las pruebas de resistencia se definió teniendo en cuenta escenarios que se produjeron en el accidente de la central japonesa y en los que coinciden varias causas y fallos múltiples.De esta manera, el parque nuclear español, según el CSN, ha basado su reevaluación en los riesgos sísmicos; en los riesgos de inundaciones; en escenarios de pérdida de alimentación eléctrica y de pérdida de sumidero final de calor, y en la gestión de accidentes severos.

Las cifras

8 centrales nucleares están en activo en España. Una de ellas, Santa María de Garoña, en Burgos, con sentencia de cierre para 2013.2 centrales nucleares, José Cabrera (más conocida por Zorita) y Vandellós I , ya están cerradas.

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