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Antonio LLardén

'Es necesaria una red paneuropea de gasoductos de norte a sur'

Desde su llegada a la presidencia de Enagás hace dos años, ésta se ha adaptado a un nuevo modelo retributivo y a los objetivos del plan energético aprobado el año pasado. Llardén ha logrado impulsar ambiciosas inversiones y ve peligroso que la crisis frene las infraestructuras energéticas

La guerra del gas que acaban de librar Rusia y Ucrania, y que ha dejado sin suministro a un buen número de países de la UE, va a tener efectos positivos, en opinión del presidente de Enagás. Y es que el temor a que se repita este conflicto impulsará una política energética común y con ella las interconexiones entre los países del norte y el sur de Europa.

PREGUNTA. ¿Cuál es su opinión sobre la crisis ruso-ucraniana?

RESPUESTA. Los mercados energéticos se basan en el respeto a los contratos y al libre tránsito de la energía. Si algo afecta a estos pilares, se produce la desconfianza entre los operadores, los consumidores y los Gobiernos. A España no le ha afectado esta crisis porque no importamos gas de Rusia, tenemos una gran diversificación del suministro y contamos con seis plantas regasificadoras.

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P. Pero nuestro sistema también tiene sus puntos débiles.

R. Sí. De hecho, tenemos en marcha inversiones para incrementar la capacidadde las interconexiones, los almacenamientos (tanto subterráneos como en tanques de GNL), y de mejora del mallado de la red que evite cuellos de botella. En este sentido, Enagás está cumpliendo escrupulosamente el plan estratégico, que se consideró demasiado ambicioso pues partíamos de inversiones de 350 millones al año. En 2007 llegamos a 500 millones y en 2008, el objetivo de 750millones se ha cumplido también. Asimismo, hemos batido el récord de puesta enmarcha de infraestructuras: entre 500 y 600 millones, dato que precisaré el día 3, en la presentación de resultados anuales.

P. ¿Qué lección se puede extraer de la crisis del gas?

R. El problema es muy grave y, aunque se haya resuelto, no podemos olvidarlo. Sólo hay una solución: una política energética común que incluya, en casos de conflicto, la solidaridad entre países con el uso común de reservas y de capacidades de entrada. Para que esto sea posible es indispensable una red paneuropea de gasoductos, que conecten los países del norte con los del sur.

P. ¿Qué trabas ponen los países a esta política?

R. Las trabas han sido fundamentalmente que, al no existir una política común, cada país ha hecho la suya pro pia y no todos se han abierto a la competencia: Francia y Alemania han sido muy reticentes. Pero, a raíz de la primera crisis ruso-ucraniana en 2006, la UE se puso las pilas y se crearon grupos de trabajo por mercados que estudian cómo incrementar las interconexiones, los High Level Group, en uno de los cuales participa Enagás. Ahora la posición del presidente Durão Barroso es muy clara: hay que tener más interconexiones y vencer resistencias.

P. ¿En qué fase están los proyectos de interconexión con Francia?

R. Ahora hay prácticamente una única interconexión, por Larrau [Pirineo navarro], en una única dirección norte-sur, de 2,5 bcm [mil millones de metros cúbicos] y otra por Irún, sólo para la zona, de 0,1 bcm. El objetivo en el que trabajamos es incrementar la de Irún hasta 1,5 bcm, y la de Larrau, hasta 5 bcm, además de hacer una nueva interconexión por la costa mediterránea de hasta 7,5 bcm, que sería la más potente. Llevamos dos años discutiendo sobre estos proyectos, pero ahora confío en que se aceleren. En el del Mediterráneo ya estamos de acuerdo con los franceses, pero ellos tienen que decidir el trazado para atravesar su territorio. Es un tema franco-francés, en el que no podemos intervenir.

P. ¿No les provoca un poco de miedo Francia, dada la experiencia con la interconexión eléctrica?

R. Este es el tema. Pero lo que ha ocurrido este mes, impulsará los proyectos.

P. ¿Qué supondrá para el sistema la puesta en marcha en 2012 del gasoducto deMedgaz? ¿Han pedido cambios normativos?

R. Medgaz supone la entrada masiva de gas por el sur, que luego se evacuará a otros puntos del país. Ello requiere una adaptación de las normas técnicas de gestión.Nos hemos reunido con Industria y los operadores, para ver sus demandas, y, quizás este año, se harán adaptaciones operativa. Precisamente, este proyecto permitirá exportar gas de África al corazón de Europa.

P. ¿Qué diferencias ve entre Argelia y Rusia como suministradores?

R. El gas de Argelia representa el 35% de nuestro suministro y el resto, procede de ocho o nueve países, por lo que la dependencia es menor. Además, en más de 35 años que llevamos importando gas de Argelia nunca hemos tenido un problema similar al de Rusia, ni con este país ni conMarruecos, por el que transita el gas del único gasoducto que funciona en estos momentos, y pese a que tienen sus fronteras cerradas.

P. Tampoco hemos dejado de pagar.

R. También es verdad. El mercado se basa en el libre tránsito y que nunca se deje de pagar. Y si hay conflictos, que se recurra a los sistemas de arbitraje.

P. ¿Cómo va el proyecto del gasoducto transahariano?

R. Precisamente, es un proyecto que en las conclusiones de la última reunión delHigh Level Group, enBruselas, laUE dejó constancia de que se trataba de un proyecto de interés. Aunque es un proyecto poco maduro, interesa que el gas de Nigeria llegue a Europa.

"Es preocupante que la crisis frene las inversiones"

Al presidente de Enagás le preocupa que "la actual situación económica derive en una falta de inversiones en infraestructuras energéticas en el mundo, debido a la volatilidad de los precios del petróleo y a la crisis financiera". En este sentido, añade, "una de mis prioridades es mantener el ritmo de inversiones del plan energético y que son necesarias para el sistema. Eso sí, con la mayor eficiencia y ajustando los costes al máximo".Precisamente, la crisis ha contribuido a que, pese al duro invierno, no se haya superado el máximo de consumo registrado el año pasado. Según Antonio Llardén, "el 12 de enero rozamos el máximo del año pasado, 1.790 GWh de consumo en un día. Sin la crisis, que ha provocado un menor consumo industrial, ese día habríamos consumido unos 100 GWh más, superando el techo del año pasado". Otro dato del menor consumo industrial, que no afecta a la generación eléctrica, es que "el año pasado descargamos 494 buques de GNL y en enero, ha habido alguna llegada menos".En cuanto a la Bolsa, "el problema es que el ahorro está saliendo de ella y se dirige hacia otros fondos". No obstante, subraya, "Enagás ha resistido mejor que otras empresas".

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