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Gobiernos

El nacionalismo se apodera del sector del transporte

Alemania, Italia y Argentina presionan para conservar sus compañías

El show mediático del reciente ganador de las elecciones italianas, Silvio Berlusconi, para que Alitalia se quede en la patria que la vio nacer amenaza con no ser el único. El inesperado interés del ejecutivo alemán en que la filial naviera del grupo turístico TUI permanezca en manos germanas y la insistencia de la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, en que su Gobierno tiene que aumentar la participación en Aerolíneas Argentinas (controlado por el grupo Marsans en un 95%) denota cierto patriotismo en los sectores del turismo y las aerolíneas.

El caso más reciente ha sido el del touroperador TUI, donde son accionistas las empresas españolas de la familia Riu (5,1% del capital), Grupo Matutes (3%) y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (5%). El viernes, el Ministerio alemán de Transportes, que encabeza Wolfgang Tiefensee, comenzó 'movimientos' de presión para que la empresa naviera Happag Lloyd, propiedad del mayor grupo turístico del mundo, quedara en manos alemanas.

Según un portavoz del ministerio 'serán bienvenidos los esfuerzos por crear un consorcio de empresarios alemanes que quieran hacerse con la naviera'. La ciudad de Hamburgo, donde tiene la sede TUI, también se ha fijado en Happag para asegurar, dice, 'los intereses de la ciudad'. La nueva coalición de Gobierno de la ciudad formada por los demócrata-cristianos y el partido verde tanteó la posibilidad de comprar una participación en Happag.

Todo esto sucede unos días después de que el consejero delegado de TUI, Michael Frenzel, notificara que planea acercarse a potenciales compradores en las próximas semanas con el fin de vender cuanto antes Happag Lloyd (una venta que ya anunció a mediados de marzo). Según varios analistas la división naviera está valorada en 46.000 millones de euros.

La visita que hoy realiza a Argentina el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, pondrá sobre la mesa entre otros asuntos la posible entrada de socios argentinos en el capital de Aerolíneas Argentinas. En la entrevista que Moratinos mantiene hoy con su homólogo argentino, Jorge Taiana, se prevé que el ministro español exprese la preocupación del Gobierno español por lo que consideran un acoso al grupo Marsans para que rebaje su participación en la compañía.

El Gobierno argentino, que posee el 5% del capital de la aerolínea, pretende presionar al grupo español para que admita como socios a un grupo de empresarios locales.

El Gobierno italiano, por su parte, sigue con su tira y afloja, para que la propiedad de Alitalia no salga de las fronteras del país. A la demanda de Ryanair de que la Comisión Europea estudie el crédito concedido por Roma a la aerolínea de bandera para evitar su quiebra inmediata, se han sumando British Airways y Finnair. La compañía finlandesa ha ido más lejos que las otras. El viernes anunció que pedirá formalmente a la CE que impida la concesión de un crédito de 300 millones de euros por parte del Gobierno italiano.

Dos ofertas frustradas

Pero Berlusconi no está dispuesto a que la aerolínea de bandera se escape de manos italianas. Aunque en pasadas semanas se mantuvieron contactos con Air France-KLM y la rusa Aeroflot, ninguna de las dos ofertas ha llegado a buen puerto. La aerolínea franco-holandesa retiró su propuesta de adquisición la semana pasada, en medio de la oposición de los sindicatos ante algunas condiciones de la oferta, como el recorte de 1.600 empleos. La oferta de Aeroflot, por su lado, quedó en agua de borrajas.

Los problemas en la casa italiana no paran de crecer. La CE ha pedido explicaciones a Roma sobre la naturaleza del préstamo concedido a Alitalia. Bajo las reglas de la Unión Europea, los gobiernos tienen prohibido (excepto en circunstancias extraordinarias) otorgar subsidios a compañías en problemas, porque eso podría darles una ventaja injusta sobre sus rivales.

Para Berlusconi parece que sólo existe una solución. Que Alitalia, a pesar de que los analistas aseguren que pierde un millón de euros al día, se quede con la bandera italiana. Que no abandone la patria. Fue parte de su programa electoral y parte de su programa para aparecer en los medios.

Fusiones en un sector que se concentra más

No todas las empresas tienen el mismo valor para los Gobiernos. El sector de la aviación vive continuamente en un proceso de fusiones y adquisiciones que pasan a las aerolíneas de un país a otro. La última intentona, la del viernes de la alemana Lufthansa para hacerse con una participación mayoritaria en la aerolínea británica Bmi y ejecutar una opción de compra que posee. Esta posibilidad se anunció el mismo día que la aerolínea germana presentaba una caída en su beneficio del primer trimestre del 89,7% y unas semanas después de que Lufthansa asegurara que no se planteaba adquirir otra aerolínea.Por otra parte Air Berlín, la compañía de bajo coste más grande del sector, adquirió a finales del mes pasado LTU y compró además el 49% de la aerolínea suiza Belair Airlines, que forma parte del grupo Hotelplan. A la espera de que estas últimas operaciones las autorice el regulador alemán, también se han lanzado a la compra de Condor.

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