Muere Gonzalo Pascual a los 69 años tras una larga carrera empresarial
Gonzalo Pascual falleció el jueves de un infarto, a los 69 años. El final de su larga carrera profesional estuvo marcado por la crisis de Marsans.
Gonzalo Pascual, fundador de la aerolínea Spanair o del grupo Marsans, entre otras muchas compañías, falleció el jueves de madrugada en su casa de Madrid de un infarto, a los 69 años de edad.
"Ha sido un infarto fulminante", comentaron ayer fuentes del entorno del empresario. "Estaba sufriendo mucho por Marsans", dijeron. El final de la larga carrera de Pascual, que a los 20 años fundó su primera empresa, ha estado marcado por la crisis del grupo de viajes. La pasada semana, entre el lunes y el miércoles, Pascual asistió a la vista de culpabilidad del concurso de Marsans, junto a su socio durante 40 años, Gerardo Díaz Ferrán. La administración concursal del grupo turístico ha solicitado a la jueza, Ana María Gallego, que el concurso de la compañía sea declarado culpable, lo que supondría la inhabilitación por 15 años para administrar bienes para los dos empresarios y la posibilidad de que les sean embargados bienes para responder ante los acreedores de la empresa.
Durante el juicio celebrado la pasada semana, el semblante de Pascual era serio y triste. Fuentes cercanas al empresario explicaron entonces que recientemente había sido operado de una rodilla. Al término del proceso, Pascual estrechó la mano de la magistrada; previsiblemente el concurso del grupo será declarado culpable.
La carrera de Gonzalo Pascual ha estado ligada en las últimas cuatro décadas a la del expresidente de CEOE Gerardo Díaz Ferrán. Tras la crisis de Marsans, la relación entre ambos se había enfriado. En la vista celebrada en los juzgados de plaza Castilla de Madrid los empresarios no cruzaron palabra.
"En realidad, Gonzalo tenía poco que ver con Gerardo", señaló ayer una fuente del entorno de los empresarios. "Pascual no necesitaba dinero, provenía de buena familia... Estaba sufriendo mucho con el tema de Marsans, a Gonzalo le preocupaba enturbiar su apellido y el legado que dejaba a sus hijos", dijeron.
Marsans se declaró en concurso voluntario en junio de 2010. Prácticamente al mismo tiempo, Díaz Ferrán y Pascual comunicaron la venta del grupo de viajes, hoy en liquidación, a una sociedad controlada por Ángel de Cabo, el mismo empresario que un año después adquirió, en una situación similar, el grupo Nueva Rumasa a la familia Ruiz-Mateos.
En esas fechas, Díaz Ferrán y Pascual se declararon en concurso voluntario, es decir, se declararon insolventes. A finales de 2010 la juez de Marsans ordenó el embargo preventivo de bienes de Díaz Ferrán y Pascual por más de 417 millones de euros. El pasado mes de mayo fue declarado culpable el concurso de otra empresa controlada por ambos, Seguros Mercurio, y los dos fueron inhabilitados para administrar bienes.
Los herederos responderían ante los acreedores
En el caso de que el concurso de Marsans sea declarado culpable, como lo será previsiblemente, tal y como ha solicitado la administración concursal, los herederos de Gonzalo Pascual responderían ante cuestiones indemnizatorias. "Según se contempla en la figura jurídica de sucesión procesal, en caso de que el señor Pascual quedara afectado en la sentencia por la culpabilidad de dicho procedimiento, y en caso de que tuviera que responder a cuestiones indemnizatorias, serían sus herederos legales los que las asumirían", explicó ayer el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid.La declaración de culpable del concurso de Marsans supondría la inhabilitación por 15 años y la posibilidad de que les fueran embargados bienes para responder ante los acreedores. El TSJ ha explicado que en cuanto "a las cuestiones de efecto personalísimo (inhabilitación, por ejemplo), si las hubiera, en la sentencia quedaría debidamente consignado que quedan sin efecto".