El motor pide que las reformas no se limiten al ámbito laboral

La industria de la automoción en España reclama al Gobierno que no limite las reformas al ámbito laboral, que se preste más atención a la formación profesional, la "gran asignatura pendiente" de la educación y de la industria, que se ponga freno al absentismo, uno de los principales obstáculos para incrementar la competitividad, que se favorezcan las medidas para dotar al sector de una mayor flexibilidad, que se favorezca el diálogo entre la dirección y los empleados para alcanzar acuerdos y que se tenga en cuenta la temporalidad como un instrumento para adaptarse a los vaivenes de la demanda.

La reforma laboral, aprobada ayer por el Gobierno, centró buena parte del debate desarrollado durante el encuentro sectorial organizado por CincoDías en colaboración con Adecco para analizar el futuro del sector en España. "De la reforma laboral podríamos hablar durante tres meses, pero hay muchas medidas sencillas en el ámbito laboral donde podría haber habido acuerdos y no se habría roto nada". Quien habla es Ramón Paredes, vicepresidente ejecutivo de recursos humanos de Seat, uno de los cinco ponentes que asistieron al encuentro. "Nos vamos a los tópicos y nos olvidamos las cosas sencillas". Así, el directivo se refirió a aspectos como el contrato de relevo o diversos instrumentos para dotar de flexibilidad a las factorías, que ya existen y para los que sólo haría falta llegar a acuerdos de forma más sencilla con los sindicatos.

Antonio Arranz, responsable de recursos humanos de Gestamp, opina que "la industria lo que necesita es flexibilidad, y de este tema no dice nada lo que se ha conocido de la reforma laboral propuesta por el Gobierno", si bien mostró su esperanza en que la tramitación parlamentaria como proyecto de ley permita introducir medidas al respecto. "Podemos vivir a base de expedientes de regulación de empleo o de empresas de trabajo temporal, pero eso tiene un límite en una industria con tantos picos".

El director del departamento Laboral de la patronal española de fabricantes, Anfac, Félix Martín-Monzú, explicó que "hay aspectos positivos, pero hay asuntos en los que se producen retrocesos" y criticó que el proceso estuviese tutelado por el Gobierno, quien "impuso los temas que debían tratar los agentes sociales". "No era ésta la reforma necesaria", matizó. "Si abordamos la reforma laboral sin tener en cuenta el contexto dejaremos por el camino cosas importantes", asegura por su parte Carles Cortes, director de recursos humanos de Benteler Automotive para el sur de Europa. "Si se reforma para atender el corto plazo se pueden generar muchos problemas". Cortes fue más lejos: "No andamos precisamente justitos de tipos de contratos, o de legislación laboral o de regulaciones", ironizó.

En lo que estuvieron completamente de acuerdo los ponentes es en la necesidad de proporcionar a la industria de la automoción de mayor flexibilidad, para salvaguardar su competitividad. En este caso, apuntan, es necesario mayor diálogo con las plantillas. "Hay dogmatismos y posiciones extremas que no están justificadas", explica Carles Cortes. "Que se incluya la posibilidad de que un empleado pueda trabajar un sábado no significa que se vaya a hacer un uso extremo" de esas medidas, añadió. Y concluyó que "no hay que regular extremos que se van a dar en el 1% de las veces". "Mientras más flexibles seamos, más competitivos seremos", sentenció Paredes, "y hay muchas medidas que ni cuestan dinero ni cuestan disgustos, que sólo suponen dialogar".

Antonio Arranz, por su parte, explicó que "indudablemente, los empleados entienden las necesidades de la empresa de forma individual. El problema surge cuando empiezan los colectivos". En este sentido, el responsable de recursos humanos de Gestamp extendió sus críticas a la CEOE y a los sindicatos, a los que acusó de "pensar más en la política que en las necesidades de las empresas".

Un aspecto indispensable para el sector que se expuso en el encuentro fue la necesidad de que la negociación colectiva se lleve a cabo dentro del ámbito de la empresa. "Es fundamental que la empresa pueda decidir cuánta gente mueve de un turno a otro y que no haya límites", argumentó Martín-Monzú. Los directivos subrayaron también la necesidad de rebajar las cotizaciones sociales, "pagamos muchísimo", prosiguió. "Y no parece que vaya a haber una reducción".

Entre los temas en los que la reforma laboral puede suponer un retroceso se encuentra el uso de la temporalidad en un sector que "no es sospechoso de hacer un uso excesivo de este instrumento", según Martín-Monzú. En este sentido, el director sectorial de Automotive de Adecco, César Ruiz, apuntó que un 9% de temporalidad entre los fabricantes de coches es un uso "demasiado bajo", "cuando éste es un sector con muchos picos". Ruiz apuntó que esta circunstancia no se repite en los fabricantes de componentes, que "no podrían funcionar sin la temporalidad". "Tenemos una Ley del Trabajo Temporal, pero las empresas no la aplican", algo que, según apuntó, sí se aplica de forma más corriente en otros países productores como Francia, Alemania o Italia.

El vicepresidente ejecutivo de recursos humanos de Seat añadió al debate la propuesta de abandonar definitivamente las alzas salariales basadas en el IPC, y propuso ligarlas a la productividad. "¿Por qué las retribuciones variables han de ser exclusivas de los ejecutivos?". Tanto Paredes como Martín-Monzú defendieron además el papel del contrato relevo, que permitiría que durante un tiempo haya dos personas cotizando que no cobrarían el desempleo y que, posteriormente, se incorporarían al mercado laboral.

La formación puede ser clave, además, para combatir el desempleo. Carles Cortes afirmó que "si generas formación y consigues emplearla en la industria, el efecto es más beneficioso que en el sector servicios". "Por cada empleo que se crea en una fábrica de automóviles hay muchos más detrás en la industria auxiliar, y esto genera un efecto positivo de bola de nieve", añadió.

Antonio Arranz, fue más allá en su apreciación. Indicó "que se debería hacer algo, y el Gobierno central no está haciendo nada" respecto de la formación profesional, que, en su opinión, "está totalmente desprestigiada", extremo en el que coincidió Martín-Monzú.

El vicepresidente de recursos humanos de Seat calificó el "desconocimiento" sobre la industria como uno de los grandes problemas. "Tenemos que abrir las puertas de la cocina, y que la gente no sólo vea la cara del maître", aseveró. "La industria ha de mostrar orgullo, igual que sucede en la actualidad con La Roja en fútbol". Paredes reclamó a la vez que haya más contacto con las empresas para crear prácticas, dotar de equipamientos y elaborar los planes de estudios. "Que vengan a buscarnos, somos los primeros interesados en ayudar", reclamó. En este sentido, Carles Cortes relacionó la fluctuación en la tasa de desempleo con la ausencia de "una base consolidada" de formación y una falta de "excelencia" y "exigencia" que sí se da en la automoción.

El director sectorial de automoción de Adecco explicó que la empresa de trabajo temporal invierte en formación para la industria de automoción nueve millones de euros anuales. "Lo que más nos piden en las empresas, aparte de especialistas y operarios es gente de formación profesional, como matriceros, soldadores o torneros… Y, es increíble, no los hay".

La inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) fue ampliamente valorada. "Cada euro que se invierte en investigación y desarrollo asegura la continuidad de la industria en España a largo plazo", declaró Paredes, quien explicó que, a pesar de la crisis, la inversión en este aspecto no se ha detenido en Seat. "Pero se puede hacer más todavía". El directivo valoró positivamente los planes de competitividad para el sector lanzados por el Ministerio e Industria, Comercio y Turismo en 2008 y 2009. Aunque también tuvo espacio para la crítica: "Más que planes grandilocuentes ha de ser una lluvia continuada", razonó, y puso en tela de juicio la lentitud del Gobierno y su amago de reducir las ayudas fiscales para este concepto, "algo que al final no hizo". "Personalmente", abundó, "tenía mucha confianza cuando el Gobierno habló del cambio de modelo productivo, pero estamos todavía a la espera de que esto se concrete". Y prosiguió: "Si de algo nos ha de servir la crisis es para que este país apueste por el talento, porque más dramático que tener cuatro millones y pico de desempleados es que una buena parte de ellos no tengan formación". Arranz se sumó a las voces que reclaman que no se abandone la I+D+i para poder garantizar el medio plazo.

Según se planteó en el encuentro, organizado en colaboración con Adecco, otro de los grandes lastres para la competitividad es el absentismo laboral. El director del departamento laboral de Anfac explicó que en 2007 se alcanzó el punto más alto del absentismo, con un 7%, equivalente a una producción de 300.000 coches en una factoría que produce 1,8 millones de unidades en un año. Este ratio ha caído hasta el 5,58% en el último año gracias a la crisis.

"Pero esta situación es insostenible, es una locura", sentenció. "Si reducimos en dos puntos el absentismo, España será dos puntos más competitiva", apuntó César Ruiz, quien manifestó que "el problema del absentismo es sociológico" y explicó que cuando Adecco coloca empleados eventuales en una fábrica, las ausencias al trabajo se reducen hasta el 1% aproximadamente debido a la necesidad de cumplir para poder optar a renovaciones. "Es un problema bastante específico de España", abunda Ramón Paredes, quien estima que un instrumento eficaz para ponerle coto es darle más papel a las mutuas, que están más preparadas para detectar posibles casos de fraude y, además, pueden colaborar en la prevención de patologías.

No se quedaron aquí las reclamaciones de los directivos para mejorar la productividad del sector. El vicepresidente de Seat y el responsable de Laboral de Anfac coincidieron en la necesidad de abaratar la logística. "Las tasas de los puertos o la estiba son caras". Paredes ahondó en que "tenemos que ser capaces de distribuir nuestros productos de forma barata y eficiente, porque estamos en un extremo de Europa".