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Central nuclear

Una mala gestión penaliza el accidente de Ascó

El CSN aumenta la gravedad del suceso en la central nuclear por los retrasos en la información

Cuándo supieron los responsables de la central nuclear de Ascó de la relevancia real del accidente que se desarrolló en noviembre? Esta fecha es la clave. El titular de la planta mantiene que no tuvo los resultados definitivos hasta el día 12 de abril, sábado, y por eso los comunicó el 14 de abril, lunes, al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El organismo, sin embargo, entiende que, una semana antes, sabía de la gravedad del suceso y no informó. La información 'deficiente e incompleta' motivó que el CSN convirtiera la calificación del suceso de 'anomalía' (nivel 1) a 'incidente' (nivel 2).

El hecho en cuestión tuvo lugar en la parada de recarga que la central nuclear de Ascó I, propiedad de Endesa, desarrolló a finales de noviembre. Un bidón lleno de agua con residuos radiactivos, procedentes de la limpieza de uno de los sistemas de transporte del combustible, se vació en la piscina del reactor. En este estanque, se sumergen las barras de combustible gastado para que se enfríen. En el borde de la piscina, están las rejillas de aspiración del sistema de ventilación que van extrayendo el calor que desprende el agua.

Al caer el contenido del bidón, salpicó a las rejillas de aspiración y las contaminó con estas partículas. Los trabajadores limpiaron a conciencia las ventanillas y conectaron uno de los sistemas de ventilación con filtros, para detener las partículas.

Al tiempo, se cambió de nuevo al sistema de ventilación normal, que no tienen esos filtros pero tiene un detector de partículas radiactivas en la salida al exterior. El material que aún quedaba en el sistema de ventilación salió al exterior por la chimenea sin ser detectado 'porque eran partículas pequeñas y dispersas', tal y como dicen fuentes de Ascó.

Las partículas se detectan

Hasta el 14 de marzo, el material no se detecta en los controles semanales de la central porque 'se había quedado almacenado en un 95% en las terrazas contiguas al edificio de combustible y apenas había nada en las zonas de tránsito', afirman desde Ascó.

Ese día, encontraron una partícula y empezaron a examinar la zona. El 3 de abril, según la cronología de los hechos de Ascó, ya habían recogido y analizado todo. Valoraron que no tenía apenas impacto radiológico e informaron al CSN.

La entidad no debió quedar satisfecha con los datos y pidió mucha más documentación. Los resultados definitivos llegaron el lunes y elevaban considerablemente la estimación de actividad radiológica que se había producido en el exterior de Ascó. Entonces, el CSN decidió tomar medidas.

El consejo decidió utilizar entonces una de las prerrogativas que la escala internacional de valoración de los incidentes nucleares permite a estas organizaciones. 'La escala INES mide las consecuencias de los sucesos en las centrales nucleares del uno al siete. El siete sería un accidente como el de Chernobil y el uno es una simple anomalía', cuenta Manuel Rodríguez, subdirector de Protección Radiológica del CSN.

Rodríguez detalla que el nivel se determina primero por el impacto radiológico del suceso y después, hay factores penalizantes, 'relativos a la gestión pro activa y diligente del hecho'.

El 'inadecuado control del material radiactivo' y la información 'incompleta y deficiente' han motivado el aumento de la calificación. La entidad considera que Ascó conocía la mayor actividad desde el día 9 de abril y que 'no informó. Un retraso de cinco días es injustificable', afirma Rodríguez. Ascó asegura que no tuvo los datos definitivos hasta el día 12.

los pasos a seguir para un posible expediente sancionador

1. El primer escalón supone la actuación del cuerpo técnico del consejo de Seguridad Nuclear. Los expertos han inspeccionado la central y sus alrededores y han solicitado amplia información de los exámenes realizados por los responsables de la central nuclear. Estos determinaron que el 95% del material radiactivo se había quedado depositado en las terrazas contiguas al edificios y no en las zonas de tránsito. En la petición se incluyen preguntas sobre cómo se realizó la manipulación del material. Tal y como explicó Manuel Rodríguez, del CSN, 'ahora hay que redactar el acta de inspección y enviársela al titular de la central para que haga sus alegaciones'. Después, los técnicos evaluarán los datos recogidos y si consideran que ha habido incumplimiento de la regulación vigente, es decir, de las normas de operación de la central, elevarán un informe al Pleno del Consejo del CSN. 'Que haya un incidente, no implica automáticamente la sanción', puntualiza Rodríguez. Este proceso puede durar unos dos meses.

2. El suceso sube al Pleno del Consejo, formado por la presidenta y cuatro consejeros. Ellos estudian el informe de los técnicos y determinan 'si proponen al Ministerio de Industria la apertura de un expediente sancionador'. Como dice Rodríguez, para que haya un expediente y, en su caso, una sanción, se tiene que determinar que 'ha habido un incumplimiento'. Los técnicos están 'permanentemente vigilando el funcionamiento y los incidentes en las centrales y se valoran las actuaciones', dice. 'En todo caso, el único competente para dictar una sanción administrativa es el Ministerio', afirma Rodríguez.3. Industria tendrá así la última palabra. La organización ecologista WWF-Adena, por un lado, y el portavoz de ICV-EUiA en el Congreso, Joan Herrera, por otro, han instado ya al nuevo ministro de Industria, Miguel Sebastián, a que comparezca públicamente a explicar las consecuencias del incidente. El PP pidió ayer la comparecencia en el Congreso de la presidenta del CSN, Carmen Martínez, para explicar los hechos.

Los escollos de la historia nuclear en España

Las centrales nucleares en España sólo han vivido otros tres incidentes por encima del nivel 1 en la escala internacional INES. 'Desde que implantamos este sistema de medida, en 1990, hemos registrado unas 42 anomalías en las centrales, calificadas como de nivel 1. Estos sucesos pueden deberse a fallos en el equipo, error humano o procedimientos inadecuados', afirma el CSN en su web. El más grave fue el incendio de la central de Vandellós I, en 1989. 'Aún no estaba en vigor el sistema INES pero, de haberlo estado entonces, se habría calificado como nivel 3 o incidente importante', afirma el CSN.Incidentes de gravedad equiparable al actual en Ascó se han registrado dos desde 1990: uno en la central de Trillo, en 1992, por un funcionamiento inadecuado del sistema de refrigeración, y el otro, en la central de Vandellós II en 2004, por la rotura de tubería en mal estado.

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