Lluvia de contratos en la feria aeronáutica de París

El mayor escaparate para la industria se ha estrenado hoy con lluvia real y metafórica. El mal tiempo que ha deslucido las exhibiciones aéreas se ha visto compensado por los primeros encargos de nuevos aviones. Airbus, fiel a la tradición, ha aprovechado el evento para anunciar varias decenas de pedidos, con una apuesta fuerte por el A-320 Neo, la versión mejorada de su avión de pasillo único más vendido. Un modelo que entrará en servicio en el último trimestre de 2015 y que promete una mejora de eficiencia del 15% respecto a la versión tradicional.

Así, la filial de leasing aéreo de General Electric ha anunciado un pedido de los 60 nuevos aviones de Airbus, con un valor a precio de catálogo de 5.100 millones de dólares (3.560 millones de euros). Además, la aerolínea escandinava SAS ha encargado 30 unidades adicionales, por valor de unos 2.400 millones de dólares (1.675 millones de euros).

Asimismo, ALC, otro de los grandes grupos de leasing, se ha comprometido a comprar otra treintena de unidades del A-320 Neo (14 de ellas son mera opción de compra), por unos 2.700 millones de dólares (1.885 millones de euros). Además, ha encargado otros 11 aviones de la familia A-330 y una unidad del A-321.

La filial de EADS ha llegado a Le Bourget con casi medio millar de pedidos del nuevo avión. Una cifra que espera incrementar de forma significativa a lo largo de esta semana de feria. Está previsto un próximo anuncio de Qatar Airways para los próximos días y, asimismo, la empresa ultima un acuerdo con la aerolínea malaya AirAsia para cerrar un pedido que podría llegar a las 200 unidades del nuevo avión, una cifra que, de confirmarse, sería récord.

Airbus también trata de amarrar de forma definitiva el acuerdo de intenciones que firmó a principios de año con Indigo por 180 nuevos A-320 Neo. Un contrato que rondaría los 16.000 millones de dólares (11.180 millones de dólares) y que también podría terminar de hacer público esta semana.

A los contratos por el nuevo avión del fabricante europeo anunciado hoy hay que sumar un pedido de Saudi Arabian por cuatro aviones A-330-300, valorado en unos 890 millones de dólares (622 millones de euros).

La apuesta de Boeing

Boeing, por su parte, ha renunciado a aclarar cómo va a hacer frente al A-320 Neo de su rival hasta finales de año. Entonces desvelará si decide imitar a Airbus y remotorizar su actual 737 o si, definitivamente, opta por lanzar un avión totalmente nuevo para 2019-2020, que supondrá un salto cualitativo para la industria. Y eso que aerolíneas y clientes (como el máximo responsable de ALC) urgen a la compañía a que tome una decisión cuanto antes.

Así que, la principal apuesta en Le Bourget de Boeing es el gigante 747-8I, al que se puede ver por primera vez en Europa. El estreno ha ido acompañado del anuncio de un encargo por parte de dos clientes, que no han sido desvelados, de 17 unidades del avión, por unos 5.400 millones de dólares (3.772 millones de euros).

Antes, al poco de abrirse la feria, el grupo estadounidense había avanzado que Qatar Airways había cerrado otro encargo por seis 777-300ER, con valor a precios de catálogo de 1.700 millones de dólares (1.187 millones de euros). ALC también ha cerrado un acuerdo para la compra de hasta 33 aviones de Boeing: 14 pedidos en firme y cuatro opciones del 737-800, cinco del 777-300ER y cuatro del nuevo 787.

Fuera de los dos grandes, la brasileña Embraer ha logrado cerrar contratos para 39 unidades de sus jets regionales 190, por valor de 1.700 millones de dólares (1.187 millones de euros).