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Negativa

El juez rechaza la petición de Nozar de que la vista se celebre a puerta cerrada

Los medios de comunicación podrán asistir a la vista en la que el grupo Nozar tratará de demostrar su solvencia frente a la sociedad Avalatransa, que ha solicitado la entrada en concurso de la compañía, a la que reclama una deuda de 313.000 euros.

Pedro María Gómez Sánchez, juez titular del juzgado mercantil número dos de Madrid, ha rechazado la solicitud de Nozar de que dicha vista, que se celebra este jueves y viernes, sea a puerta cerrada. Los abogados de la compañía requirieron al juez esa medida en la documentación que presentaron al juzgado sobre su situación económica y en ella afirmaban que la celebración de una vista pública 'puede agravar el daño ya causado, sin reportar beneficio alguno para la mejor resolución de este procedimiento'.

La defensa de Nozar insiste en la documentación entregada al juez que Avalatransa ha llevado a cabo una 'campaña' de desprestigio de la compañía de la familia Nozaleda ante los medios de comunicación en lo que define como una actuación 'maliciosa y torticera' de dicha sociedad.

Nozar destaca en su escrito de oposición a la demanda de entrada en concurso que considera una 'desfachatez' que Avalatransa solicite esa medida cuando tanto la banca como la Hacienda Pública tratan de ayudar a que Nozar supere sus dificultades. Se refiere así a las cartas enviadas por 20 bancos acreedores en las que las entidades muestran su confianza en las conversaciones en curso para negociar la deuda de la compañía y al aplazamiento otorgado por Hacienda a Nozar del pago de 167,2 millones.

El grupo Nozar destaca que ha logrado reducir la deuda de 2.278 millones de euros con la que contaba a diciembre de 2007 a 772 millones en febrero de 2009. Nozar todavía no ha presentado las cuentas auditadas de su último ejercicio. La compañía es accionista de las inmobiliarias cotizadas Colonial, Afirma y Aisa.

Refinanciación

El grupo Nozar lleva meses tratando de alcanzar acuerdos con la banca acreedora para refinanciar su deuda. La compañía debe más de 600 millones a 20 bancos de los que, hasta febrero, sólo seis habían acordado una reestructuración.

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