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Apuesta por las plantas de tercera generación

La japonesa Tepco pide ayuda a Francia por el desastre nuclear

El Ejecutivo nipón recrimina a la operadora de Fukushima por su gestión de la crisis y la falta de transparencia

El ministro de Industria francés, æpermil;ric Besson, aseguró ayer que Tokyo Electric Power (Tepco), operadora del complejo nuclear de Fukushima Daiichi, ha pedido ayuda por primera vez a los colosos energéticos galos, EDF y Areva, para controlar la situación de su reactor número dos. En una entrevista televisiva, el ministro celebró la decisión del Gobierno nipón de recurrir también al Comisariado para la Energía Atómica (CEA) de Francia en su intento por enfriar el reactor donde se ha producido una fusión parcial de las barras de combustible nuclear. Besson calificó de "extremadamente crítico" el estado de ese reactor, que Tepco "no logra estabilizar desde hace ocho días", y aseguró que al resto de los países les cuesta saber cuál es la situación exacta en la central.

"Quizá sepamos algo más en las próximas horas", aseguró el titular de Industria, que reconoció que las fugas radiactivas producidas en Fukushima afectarán al conjunto de la industria nuclear. En cualquier caso, subrayó que Francia no puede prescindir de la energía nuclear y apeló a un mayor control de las centrales a través de los llamados test de esfuerzo y de una apuesta por las plantas de tercera generación.

Por su parte, el Gobierno japonés expresó ayer su frustración con Tepco, ya que, lejos de estar controlada la situación, Fukushima muestra datos inquietantes desde el fin de semana. El portavoz nipón, Yukio Edano, consideró "inaceptable" el error cometido el domingo por la operadora de la planta, que informó de mediciones de radiación en el agua del reactor 2 de Fukushima muy por encima de la realidad (10 millones de veces más de lo normal frente a 100.000 veces). El Gobierno ha venido acusando a Tepco de falta de transparencia .

El pasado fin de semana se detectaron altos niveles de radiactividad en zonas del edificio de turbinas de la unidad 2 y también en el área marina que rodea la planta nuclear, que tiene problemas para refrigerar sus seis reactores desde el seísmo y posterior tsunami del día 11, el peor de la historia de Japón.

Ayer, las autoridades japonesas reconocieron que los altos niveles de radiación en el edificio de turbinas del reactor 2 fueron provocados por barras de combustible nuclear parcialmente fundidas. Posteriormente, admitieron que también hay agua con niveles de radiación similares en el exterior del reactor 2, de más de mil milisievert a la hora. La Agencia de Seguridad Nuclear ha exigido vigilar una posible filtración de ese agua a la tierra.

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