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El sector pide la aprobación de la orden ministerial

Industria interviene en la guerra del biodiésel entre España y Argentina

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, va a entrar en escena en la guerra del biodiésel que libran productores españoles y argentinos. Para mañana jueves ha convocado a los fabricantes locales y a Repsol, el mayor consumidor. Sobre la mesa, las denuncias sobre la entrada de biodiésel argentino por debajo del coste de su materia prima, el aceite de soja.

Industria interviene en la guerra del biodiésel entre España y Argentina
Industria interviene en la guerra del biodiésel entre España y ArgentinaP. M.

La competencia por vender biodiésel en España está tomando tintes de conflicto diplomático con Argentina y obliga al Ministerio de Industria a tomar las riendas. El país suramericano exporta más barato el citado combustible que su materia prima, el aceite de soja, de la que es uno de los mayores productores del mundo. Una circunstancia que ha abocado al medio centenar de plantas españolas al cierre, con accionistas de referencia como Abengoa, Acciona, Isolux, Santander, Endesa o Técnicas Reunidas. Según datos que maneja Aduanas, en 2010 España importó 825.000 toneladas de biodiésel, lo que supone algo más del 60% de la demanda que encabezan Repsol, Cepsa o BP, entre otras.

Ante esta situación, el sector lleva meses demandando al Gobierno una política de protección ante lo que entiende como competencia desleal. Argentina, de donde procedieron más de 400.000 toneladas de biodiésel el año pasado (valoradas en 516 millones de dólares), grava la exportación del aceite de soja que llega a los productores españoles de biocombustible con una tasa del 32%. Al mismo tiempo, el biodiésel producido en Argentina y exportado paga el 20%.

Un sistema de tasas diferenciales a la exportación con el que Argentina incentiva a su industria llegando a penalizar a los productores de otros países, en el caso de España con diferencias de hasta 100 euros por tonelada (el biodiésel argentino se vende por debajo de los 1.400 dólares que cuesta la tonelada de aceite de soja, según fuentes del sector).

En este contexto, que ha generado graves acusaciones entre empresas de ambos lados del Atlántico, el ministro Sebastián tiene en agenda mañana jueves un encuentro con proveedores de biodiésel y consumidores. Está previsto que negocien con el ministro una representación de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) y el presidente de Repsol, Antonio Brufau. Este último jugaría un doble rol, al gestionar un grupo petrolero con fuertes intereses en Argentina.

El encuentro a tres bandas tiene como plato fuerte la toma de una decisión sobre la orden ministerial que asignaría cupos de producción a las empresas comunitarias que lo soliciten. Un texto que ha contado ya con el visto bueno del Consejo de Estado, del Consejo de Ministros y de la Comisión Nacional de Energía (CNE), además de ser una de las medidas para fomentar la diversificación energética.

Desde Argentina se especula con la existencia de una ofensiva empresarial y política en ese país para que se retrase la publicación de la orden ministerial en Madrid hasta el mes de noviembre, una vez pasadas las elecciones previstas para octubre y a las que vuelve a presentarse Cristina Fernández. Una solución que desagrada a los fabricantes españoles, que vienen denunciando problemas de competencia desde hace más de dos años y que ven peligrar el paso adelante del Gobierno ante la cercanía de comicios electorales también en España.

El enfrentamiento con Argentina es, por tanto, un problema de riesgo para inversiones ya desembolsadas y de empleo. Según cálculos del área de biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables, en España está completamente paralizada el 85% de la capacidad instalada. Esta alcanza los 4,3 millones de toneladas al año repartidas entre 49 plantas. Se estima que la inversión en su construcción y puesta en marcha ha alcanzado los 1.400 millones, para un total de 6.000 trabajadores. El parón habría motivado ya el desempleo, al menos temporal, para la mitad de ese personal.

La ineludible compra de aceite en el exterior

El sector del biodiésel, a través de APPA, expone que en la UE existen ya medidas antidumping con las que se frenó la avalancha de combustible procedente de EE UU: Francia, Portugal, Bélgica e Italia las han adoptado.Y aclara que no se trata de cerrar fronteras, puesto que los productores precisan comprar aceite de soja y palma, y Argentina e Indonesia, sobre la que también se han vertido críticas por el sistema de tasas diferenciales a la exportación, son los grandes productores mundiales.La petición a Industria, urgiendo la publicación de la orden ministerial que Sebastián tiene por firmar, incluye la asignación de cinco millones de toneladas de producción de biodiésel a plantas comunitarias y que solo ese combustible pueda utilizarse en cumplimiento de las obligaciones de biocarburantes (1,6 millones de toneladas en 2011). Los cupos tendrían dos años de vigencia, con posible prórroga de otros dos.La Cámara Argentina de Biocombustibles, la Cancillería y los ministerios de Agricultura y de Planificación protestan contra una orden ministerial que, a su juicio, blindaría la producción de las plantas españolas y cerraría fronteras. Argentina es el primer vendedor de biodiésel en España, con el 23% de sus exportaciones (516 millones de dólares en 2010).

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