Iberia confía sus menús a ocho estrellas Michelin y prescinde de Sergi Arola

Ocho estrellas Michelin, dos por cabeza, asesoran y preparan estos días lo que será la carta que la compañía aérea presentará en breve a sus pasajeros. Se trata de aprovechar el buen momento que atraviesa la gastronomía española, con un reconocimiento internacional sin precedentes, unido a la necesidad imperiosa que existe de ofrecer una buena comida en el avión, con todos los condicionantes que este medio conlleva.

Se trata de cambiar el concepto de comida a bordo y romper con la rigidez de la oferta que existe en estos momentos y ampliarla a otros platos que no sean únicamente carne o pescado, o pasta o pollo. De momento, los cuatro cocineros, procedentes de cuatro ricas comunidades autónomas en asuntos gastronómicos, como Madrid, Extremadura, Andalucía y Cataluña -no hay que olvidar que aunque Freixa tiene negocio en Madrid desde hace año y medio, se ha aprendido la técnica en los fogones de su familia en Barcelona-, estudian y evaluan cómo cambiar el concepto de catering en Iberia. Desde la carta, hasta la vajilla.

Fuentes involucradas en este proyecto destacan la necesidad de darle un soplo de aire fresco, uniendo el talento joven a la experiencia avalada con todo tipo de reconocimientos, a este servicio que se sirve a 30.000 pies de altura, y que incluye desayunos, aperitivos, almuerzos y cenas. Es, sin duda, la mejor carta de presentación de la gastronomía española.

Con esta idea, Iberia fichó a Sergi Arola, al frente del bistró Sergi Arola Gastro, en 2005, que renovó con innovadoras propuestas la oferta gastronómica. Ahora, la aerolínea quiere ir un paso más allá y ampliar la oferta con las propuestas y las ideas de estos cuatro cocineros. Paco Roncero inicia sus estudios de cocina en Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid, trabajó en las cocinas de Zalacain y del Hotel Ritz de Madrid, antes de formar parte del equipo de Ferran Adriá, que le confió la cocina de La Terraza del Casino de Madrid.

Ramón Freixa llegó a Madrid hace año y medio y desde entonces no ha parado de recibir reconocimientos y premios, entre ellos al mejor cocinero del año por el Club Millesime y en Madrid Fusión. Toño Pérez lleva más de dos décadas poniendo lo mejor de la cocina extremeña al servicio de la creatividad en Atrio. Ahora disfruta de un momento dulce al ver cumplido el sueño de trasladar el restaurante al imponente hotel Atrio, un ejemplo de diseño dentro del casco histórico de Cáceres. Por último, Dani García, formado en la Escuela Culinaria de Málaga y alumno de Martín Berasategui en su restaurante de Lasarte (Guipuzcoa), también ha diversificado negocio. Al restaurante Calima, ubicado en el Hotel Meliá Don Pepe de Marbella, ha sumado la última tendencia del gastrobar de tapas con La Moraga.