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Fórmula 1

Las grandes marcas de coches ya no juegan a las carreras

La confirmación de la marcha de Toyota deja a Renault, Mercedes y Fiat como únicos constructores en la Fórmula 1

Las grandes marcas de coches ya no juegan a las carreras
Las grandes marcas de coches ya no juegan a las carrerasCinco Días

Se acabó jugar a las carreras. La crisis mundial se ha cebado de tal forma en el sector del automóvil que las grandes marcas han tenido que replegarse a su negocio típico y dejar las excentricidades para otro momento. Toyota fue ayer la última pieza en caer de un juego de dominó que puede que no haya acabado. El futuro de Renault, el ya ex equipo de Fernando Alonso, está por decidir. No son pocos los que auguran que la marca francesa podría dejar la competición. No en vano ha perdido a sus patrocinadores, tras el escándalo Briatore, y su competitividad es cero. ¿Para qué gastar cientos de millones de euros en una competición que no te ofrece los retornos esperados? Demasiado riesgo. Al margen de que en estos momentos hay cosas mejores en las que gastar el dinero.

Empezando por los últimos, Toyota Motor, en un comunicado, confirmó ayer lo que ya todos esperaban. Anunció "sus planes para retirarse del Campeonato de la Fórmula 1 al final de la temporada 2009 teniendo en cuenta la grave situación económica actual", señaló la marca nipona.

El anuncio es muy similar al que hizo hace prácticamente un año el otro gran constructor japonés de la Fórmula 1, Honda, que fue el primero en salirse de la parrilla. Entonces ya se comentó que habían sido los propios accionistas de la compañía los que habían presionado a la empresa para que abandonara una línea de actividad que no le reportaba más que disgustos.

Tanto Honda en su momento como Toyota, eran equipos que destinaban ingentes cantidades económicas a sus escuderías con resultados bastante tristes. De hecho, Toyota ha sido durante varios años el equipo con mayor inversión, por encima de los 300 millones de euros. Una cantidad enorme para unos resultados magros. En el caso de Honda, para colmo de los males, toda la inversión realizada se ha rentabilizado tras su marcha, con la victoria este año en el campeonato de constructores de Brawn GP, un equipo financiado en realidad por la marca japonesa, aunque ni su propulsor ni su logotipo apareciera en el bólido del campeón Jenson Button.

Honda fue el primero, pero la crisis se sabía que iba a llegar. Pese a ello, la otra gran baja de la parrilla, anunciada ya hace unos meses, fue más sorprendente. BMW también dejará de competir el año que viene. Sorprende que, en los tres casos, se trate de equipos creados recientemente. Aunque Honda era una histórica en la F1, sólo hacía un par de años que se había hecho con el 100% de la antigua BAR. Toyota llevaba compitiendo desde 2002. Y los alemanes habían cerrado hacía también hacia un par de temporadas el acuerdo con el suizo Peter Sauber para lograr el objetivo perseguido de contar con una escudería propia. Ahora Sauber ha tenido que buscar a inversores suizos para que cubran la marcha del gigante germano de la automoción. Seguramente Sauber ocupará la plaza de Toyota en la parrilla, que se cerró provisionalmente hace unas semanas sin la escudería suiza.

Con estas salidas, la parrilla de la Fórmula 1 cambiará de forma radical el año que viene. De momento, y a la espera de futuros anuncios, sólo Renault, Fiat, con Ferrari, y Mercedes, con su participada McLaren (aunque está extendido el rumor de que podría comprar Brawn para tener un equipo propio), siguen en competición. El resto de escuderías son independientes. Parece un retorno a aquellas carreras en las que los nombres de los equipos eran los apellidos de grandes pilotos o fanáticos de la categoría reina del automovilismo deportivo. Allí seguirá Williams, regresará Lotus y se estrenará Campos, el primer equipo con capital español en la historia de la competición.

"Quizá éste sea el fin de una década de dominio de las constructoras en la Fórmula 1 y estemos ante una nueva etapa en la que veremos un deporte mucho más parecido a los años 90", dijo a Reuters el director ejecutivo de Williams, Adam Parr. Y es que de los trece equipos previstos para el año que viene, habrá al menos cinco nuevos, todos ellos privados, que además correrán en condiciones muy parecidas, ya que las normas de la FIA han buscado en los últimos años abaratar costes (no siempre se ha logrado) y unificar complementos. Los nuevos bólidos correrán todos con motores Cosworth, en un intento de imponer el propulsor único.

El adiós de Bridgestone

Pero como las desgracias nunca vienen solas, esta política del proveedor único puede girarse contra la propia organización del campeonato. Si hace un par de temporadas se impuso el único proveedor de neumáticos, decantándose por Bridgestone frente a Michelin, ahora se puede encontrar con que los bólidos no tienen ruedas que calzar, y encontrar a un sustituto en plena fuga de la F1 puede ser un problema.

Al final de la temporada que viene, el fabricante de gomas japonés dejará la competición "para reorientar sus recursos hacia el desarrollo intensivo de nuevas tecnologías y productos innovadores que apoyen los objetivos estratégicos de la compañía y mejoren aún más la reputación de la compañía como líder tecnológico". La nota de prensa que emitió el lunes Bridgestone deja leer entre líneas mucho más que un "dejamos la F1 porque es cara". También hay un trasfondo de reputación que debería preocupar a un deporte que, por definición, es contaminante. ¿Cómo asociar, por ejemplo, un coche eléctrico a un bólido de F1?

Esta perspectiva deja a la competición con muchas dudas. Porque por mucho que tire del carro Ferrari, la única escudería que ha participado en todos los mundiales de Fórmula 1, y auténtica imagen del automovilismo deportivo, al final, il cavallino rampante puede cansarse.

"Esta salida no debe subestimarse"

La patronal de los equipos de F1 (FOTA) mostró su "decepción y tristeza" por el anuncio de Toyota de abandonar el campeonato. "Pese al compromiso de Toyota de competir hasta el año 2012 tras la firma del Acuerdo de la Concordia, las presiones financieras en la industria de fabricación de automóviles -unida a un período de incertidumbre y una innecesaria confrontación en la F1 que ya ha acabado- ha creado las condiciones que han hecho difícil para Toyota seguir", dijo FOTA en un comunicado.En esa nota también hay una advertencia a la FIA y a FOA (la firma de Ecclestone que administra los derechos). "La salida de un importante fabricante de automóviles no puede ser subestimada y sus razones deben ser abordadas", señala la asociación de escuderías.La FIA, por su parte, recordó que ha advertido "en repetidas ocasiones que el deporte del motor no es ajeno a la crisis" y que hay que reducir costes.

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