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Ambas partes deben pactar ahora el árbitro que decidirá sobre el convenio colectivo y Express

El Gobierno impone un laudo en Iberia y el Sepla desconvoca todas las huelgas

El Consejo de Ministros intervino ayer por fin en la larga crisis que vive Iberia y sus pilotos imponiendo un laudo de obligado cumplimiento. Las partes deben ponerse de acuerdo en el nombre de un árbitro cuya decisión será urgente aunque legalmente no existen plazos. El Sepla ha desconvocado todas las huelgas que había programado hasta julio.

La crisis de Iberia, enquistada por las reiteradas huelgas de los pilotos tras el lanzamiento el pasado 25 de marzo de la empresa de bajo coste Express, dio un vuelco el pasado viernes. El Gobierno, por decisión del Consejo de Ministros, decidió intervenir de forma directa dictando una orden para que ambas partes sometan sus diferencias a un arbitraje con solución final en un laudo de obligado cumplimiento.

Como efecto inmediato, el sindicato de pilotos, Sepla, decidió desconvocar la treintena de días de huelga que tenía programados hasta el 20 de julio. El próximo lunes estaba previsto un nuevo día de protestas, que ahora ha quedado en suspenso.

Tras imponer el arbitraje, el Gobierno ordena a la dirección de Iberia y del sindicato de pilotos, Sepla, a ponerse de acuerdo en el nombramiento del árbitro que será la pieza clave del proceso. Este pacto para la elección debe intentarse de manera inmediata. De no alcanzar un consenso, será el propio Gobierno el que tome la decisión.

El arbitraje se establece de acuerdo con la Ley de Huelga de 1978 y no fija plazos para que se dicte el laudo. En ocasiones anteriores, no obstante, la decisión se adoptó en el plazo de una semana.

La clave para descifrar el contenido de este arbitraje será la definición del catálogo de temas sobre los que el mediador tendrá que decidir. Según la tesis de los pilotos, se deberá abordar la legalidad de la puesta en funcionamiento de Iberia Express, la low cost de corto y medio radio creada por Iberia en marzo.

Según las tesis de la compañía, el arbitraje tendrá que centrarse en el contenido del convenio colectivo de los tripulantes, ya que la creación de la low cost es competencia exclusiva de la empresa.

El Gobierno tomó la decisión de intervenir en el conflicto el viernes coincidiendo con una jornada de huelga en la que la aerolínea canceló un total de 122 vuelos. Era la sexta jornada de paros del Sepla en el mes, la decimosexta desde diciembre del año pasado, y aún tenía programadas otras 25 jornadas hasta el próximo 20 de julio.

La compañía ha cifrado en tres millones de euros diarios el impacto de la huelga de sus pilotos, con lo que solo en este mes de abril, con siete jornadas de paros, las pérdidas alcanzarán los 21 millones de euros, superando los 40 millones de euros desde que comenzaron las primeras jornadas de huelga a mediados de diciembre. Manuel Pimentel era uno de los nombres que han sonado para intermediar en el laudo, aunque puede haber sido vetado por alguna de las partes en el último momento. El exministro intervino en un intento de mediación entre las partes el pasado marzo que no tuvo éxito. No obstante, en aquella ocasión redactó una propuesta de acuerdo que debe servir de referencia para el laudo ordenado por el Ejecutivo.

Sobre los dos temas principales objeto de controversia, Pimentel establecía en su conclusiones que con el fin de "facilitar la carrera profesional de los actuales copilotos de Iberia", debía articularse "un sistema de acceso voluntario" de dichos copilotos "para ocupar las vacantes de comandantes de la nueva compañía en las condiciones laborales de Iberia Express".

Como contraprestación, "Express podrá elegir entre los pilotos de la matriz que cumplan unos criterios mínimos y objetivos". Dejaba en manos del futuro convenio colectivo la regulación de "las condiciones de excedencia y retorno" a la matriz de estos profesionales. También planteaba la creación por convenio de "nuevos niveles inferiores de entrada en el escalafón y sus consiguientes niveles salariales".

La compañía suspende el descuelgue

Iberia intentaba el viernes recuperar la normalidad reprogramando todos los vuelos cancelados para los días 4 y 7 mayo, tras la decisión del sindicato Sepla de desconvocar la huelga.Así, los pasajeros que tenían su billete emitido para los días 4 y 7 de mayo podrán viajar tal y como figuraba en su reserva original. La aerolínea señala que no ha habido tiempo material para reorganizar las operaciones del próximo lunes, reasignar aviones y tripulaciones y reubicar a los clientes, por lo que los pasajeros que tengan previsto viajar ese día con Iberia podrán hacerlo con la opción que la aerolínea les haya ofrecido. Fuentes de la empresa indicaron que han tomado la decisión de "suspender" el proceso que iniciaron la semana pasada para proceder al descuelgue de las condiciones del convenio colectivo de sus tripulantes con el objetivo de rebajar un 20% sus costes salariales y aumentar su productividad un 25%. Fuentes de la empresa han dicho que "no se cierra el proceso, sino sólo se suspende hasta que sea dictado el laudo".Por otra parte Iberia ha decidido no presentar ningún nombre para que ocupe el cargo de árbitro. "Aceptaremos el que proponga el Gobierno". Han asegurado. Tampoco han querido hacer ningún comentario sobre la decisión del Consejo de Ministros.

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