Fomento destapa contratos por 1.300 millones suspendidos o sin adjudicar

Rafael Catalá, secretario de Estado de Infraestructuras, desplegó ayer sus habilidades en el Congreso para explicar el presupuesto del tijeretazo sin que parezca que Fomento pierde potencia de tiro. Este motor de actividad dispone de 20.104 millones, de los que 11.928 millones se dedican este año a inversión, un 6,5% por debajo del presupuesto ejecutado en 2011.

Mario Garcés, subsecretario de Fomento, afiló el discurso para culpar al anterior Gobierno de haber dejado un "legado diabólico" en forma de deudas e incumplimientos. Y Gonzalo Ferre, secretario general de Infraestructuras, remató la presentación de las cuentas dando idea de que antes de programar actuaciones hay que solventar problemas.

Entre estos últimos están 65 concursos licitados a finales de la pasada legislatura y que quedaron sin adjudicar. Actuaciones por 518 millones para las que se busca ahora una solución.

A estas se suman 79 obras en carreteras y ferrocarril que fueron suspendidas, según sostienen en Fomento, para equilibrar un presupuesto de 2011 que se fue de las manos. En total, otros 773 millones que están en el limbo, según cifró ayer el subsecretario Garcés. Acciona, FCC, ACS y Ferrovial fueron algunas de las más damnificadas. Sin citar solución alguna, el subsecretario de Fomento dio a entender que se buscarán recetas para recuperar las obras fallidas. Minutos antes Rafael Catalá señalaba que se ajustará el ritmo de ejecución de proyectos para evitar suspensiones.

Deuda multimillonaria

El otro gran lastre al que se refirieron ayer los hombres de confianza de la ministra Pastor es el de la deuda. Catalá insistió en que la cifra alcanza los 40.000 millones. "Dedicamos este año 2.540 millones al servicio de la deuda un 63,3% más que en 2011 porque en el pasado se ha abusado del apalancamiento", argumentó ayer el Gobierno.

Una parte mollar de esa deuda, hasta 14.945 millones, cuelga de Aena. Una circunstancia que para Fomento justifica el alza media del 10,2% en la tasas aeroportuarias (descontado el descenso del 7,5% en las tasas de navegación aérea). "La política aplicada en Aena ha sido de inversión sin que nadie se preocupara de la recuperación, por eso elevamos ahora las tasas", dijo Catalá, quien calcula que los billetes de avión subirán en torno a un euro. El número dos de Fomento destacó que el alza servirá para ajustar el pasivo de Aena ante la pretendida privatización: "Se elija el modelo que se elija no podemos presentar una compañía que vale menos que su propia deuda".

Sobre el encarecimiento de precios en los aeropuertos, el socialista Rafael Simancas destacó que las tasas ponen en riesgo el negocio turístico ante la pujanza de destinos como Marruecos o Turquía.

Pere Macias, diputado de CiU, se centró en las carreteras y avanzó que su grupo se opondrá a la ampliación plazo en concesiones maduras, muchas de ellas en Cataluña, a cambio del rescate de autopistas en riesgo de quiebra. También pidió al Gobierno que fije su posición respecto a la tarificación de las autovías. Macias obtuvo la callada por respuesta.