Ferrovial urge a Fomento un vuelco en la legislación de las concesiones

La crisis ha servido para que Fomento, constructoras y concesionarias se dejen de paños calientes y hablen más claro que nunca. El secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, reconoció ayer en un congreso promovido por Unedisa que el Gobierno solo puede prestar "cuidados paliativos" a las concesionarias de autopistas en riesgo de quiebra. Estas curas de urgencia llegan en forma de créditos participativos, para cubrir sobrecostes de construcción, y cuentas de compensación para amortiguar la caída del tráfico. Y es que la clave para la recuperación de los peajes "la tendrán los ciudadanos, volviendo a pagar por circular cuando se recupere la economía", dijo.

Las declaraciones del número dos de Fomento fueron interpretadas como una renuncia a la búsqueda de soluciones a largo plazo para el sector concesional a pesar de que en breve se presentará un plan millonario de infraestructuras basado en la colaboración público-privada. Su postura desató una tormenta de ideas para aumentar el atractivo de las infraestructuras a ojos de los inversores. Ferrovial llevó la voz cantante.

El responsable de Cintra (filial concesionaria de Ferrovial) en España, Andrés Sacristán, argumentó que el Gobierno está tardando en tomar decisiones. La autopista Radial 4 de Madrid, participada por Ferrovial y Sacyr, cumple en junio el cuarto pacto de espera con la banca, con la que no ha conseguido refinanciar su deuda ante el derrumbe del negocio de los peajes.

El responsable de asesoría jurídica de Cintra, Antonio Resines, sugirió que los riesgos imprevisibles en una concesión, como es el del volumen de tráfico, sean contemplados como causa de reequilibrio económico. Resines criticó la norma de sellar los contratos de concesión antes del cierre de la financiación y manifestó que el riesgo de expropiaciones debe recaer en la Administración a partir de cierto ratio: "Los pliegos de la autopista Iznalloz-Darro ya contemplaban que la Administración concedente responda del pago de los terrenos cuando este supera el 200% de lo presupuestado". Con ello se evitarían graves sobrecostes a las empresas.

Minutos antes de la intervención de estos directivos, el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Juan Lazcano, había desplegado toda una lista de reivindicaciones. Se queja de que habrá nuevos recortes presupuestarios en 2013 y 2014; pide que se actualice la inversión en conservación de carreteras y que se implante el pago por uso en las autovías. Lazcano puso cifras a las hipotéticas tarifas: 3 céntimos por kilómetro para los vehículos ligeros y 8 céntimos para los pesados. "Ir de Madrid a Valencia costaría 11,93 a los ligeros y 24,95 a los pesados", calculó.

Al respecto, el secretario de Estado aclaró que se están estudiando distintas fórmulas de tarificación: "Habrá que analizar el impacto sobre la economía y crear un estado favorable de opinión", señaló el alto cargo del Gobierno.