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Sin acuerdo

La familia Álvarez mantiene sus diferencias en Vega Sicilia, que no repartirá dividendo

La junta de accionistas de El Enebro, la sociedad patrimonial del linaje Álvarez y titular, entre otros activos, de Bodegas Vega Sicilia, no logró ayer cerrar un acuerdo que permita vaticinar un pacto que resuelva parte de las diferencias entre la familia. La asamblea, celebrada ayer en Madrid, aprobó sus cuentas y no repartir dividendo, decisiones que contaron con el apoyo de cinco de los siete hijos de David Álvarez, fundador del grupo Eulen, que tienen la mayoría y con el voto en contra de los representantes legales del propio David Álvarez y de sus otros dos herederos.

Las discrepancias, según fuentes cercanas a las partes, se centran en que se busca un acuerdo global que incluya tanto a El Enebro como a Eulen y que las diferencias se mantienen tras varios amagos de acuerdo. El pacto que se está intentando negociar, añaden, incluiría una reestructuración accionarial que afectaría a los miembros de la familia. Entre tanto, se está a la espera de una resolución judicial sobre si David Álvarez tiene derecho de usufructo sobre el 51% del capital de El Enebro.

Medios del sector afirman que la decisión de no repartir dividendo viene motivada, en parte, por la necesidad de dotar de un mayor músculo financiero a Vega Sicilia. La bodega española más internacional ha invertido 20 millones en sus instalaciones de Valbuena de Duero. También ha proyectado, en alianza con Benjamín de Rosthchild, destinar 26 millones de euros a la construcción de una nueva bodega en Samaniego (Álava). Está previsto que sus caldos salgan al mercado el año próximo, tras ser elaborados en una bodega de alquiler en el municipio alavés de Leza.

La relación de fuerzas se volverá a medir hoy en Bilbao. En la capital vizcaína se celebra la junta de accionistas de Eulen, el principal grupo español de servicios a la empresa y en el que David Álvarez y sus hijos Jesús David y María José tiene una holgada mayoría. Entre los tres controlan alrededor del 65% del capital. El resto es propiedad de sus otros cinco descendientes.

Eulen, que el próximo 29 de junio celebrará su 50 aniversario, cerró el pasado ejercicio con unas ventas consolidadas de 1.348 millones y un beneficio de 21,7 millones.

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