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'Telecos' europeas

Dos ex gigantes en apuros y un plan para salir de la nada

France Télécom niega contactos para fusionarse con Deutsche Telekom

Hechos concretos no hay demasiados. Todo empezó con una comunicación de Deutsche Bank a la Bolsa francesa con su última operación en el mercado: una compra de acciones en bloque que le convierte en dueño de un 5,07% del capital de France Télécom.

El movimiento llamó la atención lo justo. Deutsche Bank no dio explicaciones y pocos fueron más allá de forma explícita. Salvo uno. Un sindicato de France Télécom, CFE-CGC/UNSA, dijo en alto lo que todos estaban pensando. El banco alemán se convertía en el segundo accionista de la operadora francesa, sólo por detrás de las acciones de titularidad pública, que suman el 26,8%, y por delante del 4,2% que tienen los trabajadores. A la vez, Deutsche Bank es accionista de Deutsche Telekom y uno de sus grandes bancos asesores.

"¿Deberíamos empezar a pensar en un acercamiento entre France Télécom y Deutsche Telekom?", se preguntó el sindicato en un comunicado. Lo más llamativo es que no le parecía mal. Es cierto que pedía una reunión para ver qué medidas se habían tomado para proteger "la independencia" de France Télécom, pero también decía que la fusión "podría tener sentido en un mercado europeo que ha llegado a la madurez". Y recordaba: "Deutsche Telekom y France Télécom son socios en Reino Unido".

El desmentido de la operadora francesa fue bastante rápido. "No hay ningún proyecto de aproximación", contestó ayer una portavoz. A lo que no aludió fue a que uno de sus sindicatos no saltara ante la idea de perder parte de la identidad francesa, contando con que la capitalización bursátil de las dos protagonistas permitiría una fusión "entre iguales".

Hace unos años, los trabajadores de cualquiera de las dos empresas hubieran puesto el grito en el cielo. Pero es que entonces Deutsche Telekom y France Télécom rivalizaban por ser la operadora más grande de Europa, con permiso de Vodafone. Hoy las dos compañías aguantan como pueden para no caerse de la lista de las diez principales telecos del mundo. La rivalidad ahora entre ellas es para ver cuál ocupa el noveno o el décimo puesto.

Batacazo bursátil

Tras una caída que ronda el 85% desde sus máximos de marzo de 2000, France Télécom y Deutsche Telekom son los dos exponentes europeos de la incapacidad de recuperación. Vodafone y Telefónica se han levantado -la española vale lo mismo que la francesa y la alemana juntas-. Dejando aparte la crisis permanente de Telecom Italia, que nunca fue tan grande como sus colegas gala y germana, France Télécom y Deutsche Telekom llevan años intentando encontrar un rumbo que se les escapa.

Con sus mercados de origen saturados, Deutsche Telekom buscó amparo en Estados Unidos y desde entonces lo que persigue es encontrar una solución para rentabilizar su inversión en el operador de móvil que compró.

France Télécom ha optado por el crecimiento con compras. Lo intentó con TeliaSonera, pero el castigo bursátil de unos inversores que no veían sinergia alguna forzó el abandono. Ahora, su punto de mira está en compañías de mercados emergentes.

La posición del sindicato de France Télécom pone otra realidad en el punto de mira: la atomización del mercado europeo y la pérdida de sentido que esto tiene en un negocio cada vez más maduro.

A diferencia de lo que sucede en América o en Asia, Europa está plagada de operadores muy reacios a consolidarse. Telefónica lo ha intentado -sobre todo con KPN- y ha conseguido bastante al hacerse con O2, los activos de móviles de BT. El otro movimiento fue el de Telia y Sonera. Y poco más. Los recelos nacionalistas pueden más que la lógica empresarial por la que muchos expertos y directivos de operadoras claman, pero cuando no les toca a ellos ser los comprados. Las experiencias de Telefónica con Telecom Italia o Portugal Telecom dan una idea de la complejidad del tema. Los políticos y los directivos tienen claras las fronteras. Parece que los trabajadores prefieren tener un plan.

Vodafone vende China

Vodafone se ha decidido a poner en venta las participaciones minoritarias que tiene en distintas operadoras, como le reclamaban sus grandes inversores. Y ha empezado por China Mobile. Vodafone tiene un 3,2% del capital y lo ha puesto todo a la venta, con lo que podría recaudar cerca de 5.200 millones de euros.

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