La escasez de la demanda obliga a bajar los precios

Las compañías dedicadas a fabricar y vender coches tienen ante sí un doble problema. Cada vez venden más coches, y los que se venden, salen de los concesionarios a un precio cada vez más bajo. Si las ventas han caído el 27,2% en el mes de julio hasta 121.437 unidades, el precio medio de estas operaciones cayó el 1% en el mes, hasta un promedio de 21.810 euros, según los datos facilitados ayer por la patronal de los concesionarios oficiales, Faconauto y la consultora MSI.

El coste medio de los coches que se compraron los clientes españoles retrocedió el 2,5% durante los primeros siete meses del ejercicio, lo que proporciona una buena noticia en plena tempestad: en los dos últimos meses, la caída de los precios se ha atemperado -se redujo un 1,8% en el mes de junio-.

Faconauto explicó ayer que el nuevo avance inflacionista de julio, que ha sido el resultado de la subida del precio del petróleo, de las materias primas y de los productos básicos, no parece haber tenido reflejo sobre el precio de los automóviles, 'que destaca nuevamente como uno de los pocos sectores deflacionistas en estos momentos'.

De esta manera, las tarifas oficiales de precios de los coches se han mantenido prácticamente estables, según sus datos. Así, el IPC de automóviles registra una bajada del 0,7% gracias al menor impuesto de matriculación (que ha supuesto una rebaja lineal de los precios de casi el 1%) y al mantenimiento de los precios franco de fábrica de los fabricantes, 'así como a la intensificación de la actividad promocional'.

Explicaciones

El presidente de la asociación, Antonio Romero-Haupold, aseguró ayer a través de un comunicado de prensa que 'el triple shock que padece la economía española está afectando de manera concordante y con efectos reforzados al sector automovilístico'. Así, según las explicaciones del directivo, 'el frenazo del sector inmobiliario está destruyendo puestos de trabajo y detrayendo potenciales compradores', tanto de coches nuevos como de usados. 'Asimismo', prosigue, 'el endurecimiento de las condiciones de oferta de préstamos daña a un sector que financia el 80% de las operaciones de venta'. Finalmente, 'la escalada inflacionista detrae de las familias capacidad de gasto y endeudamiento, alejando la posibilidad de compra'.

Otro de los factores que explica este comportamiento bajista de los precios es el aumento de las promociones aplicadas a la venta de vehículos nuevos. Estas rebajas se incrementaron en un 17% en los siete primeros meses, con un descuento medio de 2.026 euros por coche.

Estos registros están por encima de los valores alcanzados en años anteriores, según Faconauto, pero 'parece que tenderá a disminuir en los próximos meses mientras persisten los problemas financieros de los concesionarios'.

La caída del precio medio de los vehículos es también consecuencia de la compra de modelos más reducidos en tamaño, con una dimensión un 0,4% menor.

Además, el nuevo impuesto ecológico, que plantea exenciones para los coches menos contaminantes, ha impulsado las ventas de los vehículos situados en el primer tramo del impuesto y que se corresponden directamente con los de menor tamaño. El descenso de las emisiones de dióxido de carbono en julio, con una caída del 2,9%, hasta situarse en 154,1 gramos por kilómetro recorrido, resulta, según la organización, insatisfactorio en relación al incentivo fiscal ofrecido por el nuevo impuesto de matriculación. Su tendencia creciente hace pensar que la oferta de vehículos se está ajustando a los límites superiores de cada tramo con el fin de optimizar el importe sin renunciar a la potencia, explica Faconauto.

Esta afirmación queda reforzada por la pérdida, aunque ligera, de eficiencia energética de los vehículos matriculados en julio (una caída del 0,09%), con una media de 16,9 kilómetros recorridos con un litro de combustible. Y eso, pese a que la potencia media creció el 0,5% hasta 123 caballos.