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Batalla energética

La entrada de Lukoil en Repsol se complica por las dificultades financieras y políticas

La compra de un 30% de Repsol por parte de Lukoil se enreda. La decisión de la rusa de no aportar otras garantías que no sean las acciones de la petrolera no convence a los 48 bancos acreedores de Sacyr que van a traspasarle un préstamo de 5.175 millones. Además, las presiones políticas europeas y las disidencias en el Gobierno no favorecen el desenlace que desean los partidarios de la venta.

Refinería de Lukoil cerca de Bourgas, en Bulgaria
Refinería de Lukoil cerca de Bourgas, en BulgariaREUTERS

Los ánimos comienzan a enfriarse en torno a Repsol: los dos principales accionistas, Sacyr Vallehermoso y La Caixa, que habían acordado vender a la rusa Lukoil casi un 30% de la petrolera, veían ayer cómo se desinflaban sus expectativas. Por un lado, por las dificultades para un acuerdo sobre la financiación de la operación, cuyas negociaciones dirige la propia entidad catalana y, por otro, por las disidencias internas del Gobierno, de La Caixa y de la propia Repsol, así como las presiones crecientes de otros países europeos para que se frene la entrada de la compañía rusa.

En cuanto a la refinanciación del crédito de 5.175 millones que Sacyr mantiene con 48 bancos y, que según lo acordado, se traspasará a la rusa, existe un importante escollo: ésta pretende, como es el caso de la constructora, avalar el préstamo con las propias acciones de Repsol (pignoración) pero, a diferencia de aquélla, se niega a aportar garantías añadidas en el caso de una depreciación de la cotización. Fuentes financieras aseguran que, en ningún caso se subrogará este préstamo (que implica la firma de un contrato con nuevas condiciones) sin avales que respalden la posible caída en Bolsa.

La cuestión no deja de ser llamativa, pues si Lukoil compra a unos 28 euros por acción, cuando ayer cerró a 15 euros, tras repuntar un 7,8%, el nivel a partir del cual deben aportarse dichas garantías debe situarse por debajo de este precio, que está muy alejado del que pagaría finalmente.

En cualquier caso, las mismas fuentes señalan que una de las entidades más desanimadas es la propia Caixa, que, además, sería la financiadora de los más de 4.000 euros que le restarían a Lukoil para financiar hasta el 30%. 'Es muy difícil que siga adelante una operación en la que el comprador está dispuesto a pagar el doble sin poner dinero', añaden. Hoy está previsto que los bancos acreedores se reúnan para acordar una propuesta que, en principio, entregarán esta semana al grupo ruso.

También las presiones políticas y las disensiones en el Gobierno podrían dar al traste con la entrada de Lukoil. Además de los ataques persistentes del Partido Popular y otras formaciones de la oposición, fuentes próximas al Ejecutivo aseguran que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que hasta ahora había apoyado la operación estaría reconsiderándola a la vista de que otros miembros de su Gabinete no la ven con buenos ojos. Y, pese a la suave posición de Bruselas, Zapatero también habría recibido presiones de otros países europeos para que frene al grupo ruso.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, insistió ayer en que Repsol 'debe seguir siendo española' y negó haber desempeñado ningún papel en la entrada de Sacyr en Repsol en 2006. El titular de Industria reiteró que el Gobierno 'no se mete en operaciones empresariales'. Por su parte, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, advirtió que la entrada de Lukoil en Repsol está en una fase 'muy inicial, que está dando los primeros pasos', por lo que 'no se conocen bien ni están cerrados los detalles. Vegara insistió en que una de las preocupaciones del Gobierno 'es la garantía de suministro' y eso es algo que 'se tendrá en cuenta en su momento', informa Europa Press.

Nombramiento

Reino Unido es el país comunitario que más reticencias ha mostrado hacia Rusia. Frente a éste, otros como Alemania, Francia, Italia y la propia España son partidarios de estrechar lazos con el gigante europeo y pasar página por el conflicto de Georgia.

La petrolera negoció un cruce de participaciones

Repsol desveló ayer en un comunicado que a finales de 2006 mantuvo negociaciones con Lukoil para un intercambio de participaciones accionariales y un acuerdo sobre reservas de petróleo. De esta manera, la empresa española podía anotarse las reservas correspondientes a su capital en la rusa y compensar las suyas, que ese año tuvo que recortar en un 25%.Frente a informaciones que achacaban ayer al Gobierno la ruptura de estos contactos en enero de 2007, Repsol aseguró que éstas se suspendieron por decisión de la propia compañía para evitar que Sacyr Vallehermoso, que acababa de comprar el 20% de Repsol, quedase diluido en la nueva estructura. Según el comunicado, se consideró oportuno romper las negociaciones y no 'modificar la estructura accionarial'.Salvo en reservas, donde Lukoil mantiene una gran ventaja a Repsol (15.700 millones de barriles frente a 2.600), el tamaño de ambas compañías es similar. Hasta el punto de que el canje pactado para el citado cruce de acciones era de 13 sobre 10. El líder del PP, Mariano Rajoy, va a preguntar mañana en el Congreso a José Luis Rodríguez zapatero si sus colaboradores más directos han tenido una participación activa en la operación.

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