Empresario de cepa

Presume de ser empresario de tercera generación -abuelo, padre e hijo, todos bautizados con el nombre de Jesús-. Y de valdepeñero, fuertemente apegado a la tierra. Jesús Bárcenas López preside la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) desde 2002. Tiene el crédito de los empresarios hasta mayo y aunque desde la organización hermana CEOE le llegan presiones para que dimita, mantiene la decisión de cumplir hasta el último día.

La falta de sintonía entre Jesús Bárcenas y el presidente de la patronal Gerardo Díaz Ferrán acapara los foros públicos. El presidente de Cepyme ha encabezado buena parte de las críticas a Díaz Ferrán, especialmente cuando se produjo la salida del secretario general de la CEOE, Juan Jiménez Aguilar, en septiembre del pasado año. El enfrentamiento se ha agravado con la decisión de Bárcenas de no acudir a la cumbre empresarial que celebró la CEOE el pasado 2 de diciembre, por sentirse ninguneado por la patronal, que no le dio un solo minuto de intervención a lo largo de la jornada. El segundo plantón se produjo la semana pasada en el comité ejecutivo de la CEOE, de la que es vicepresidente. En la reunión, Díaz Ferrán, presionado por los problemas económicos de su empresa Air Comet, puso su cargo a disposición de la organización, y salió con el apoyo de sus compañeros.

A Bárcenas se le pide que no se presente a la reelección en las elecciones que se tienen que celebrar la próxima primavera, pero él sólo rinde cuentas ante los empresarios a los que representa. Delicada situación en la cúpula empresarial española justo cuando la unidad de acción entre Cepyme y CEOE se ve más necesaria que nunca para afrontar el proceso de diálogo social con los sindicatos.

Jesús Bárcenas (Valdepeñas, Ciudad Real, 1953) tiene la idea de que deben ser los mismos empresarios los que tienen que dinamizar el mundo económico de su entorno. Segundo hijo de una familia de cuatro hermanos, el presidente de Cepyme se familiarizó desde la infancia con cables y enchufes. Su abuelo, Jesús Bárcenas Torres, puso las primeras bombillas en Valdepeñas para la compañía Eléctrica Centro España, SA, propiedad del conde de Romanones, un trabajo que compaginaba con los encargos para clientes particulares. Fue el padre de Jesús Bárcenas quien consolidó en la comarca la pequeña empresa de montajes e instalaciones eléctricas. Al joven Bárcenas le interesaba todo lo relacionado con la electricidad, trabajando en el negocio familiar durante las vacaciones escolares. A los 14 años se incorporó a la empresa, sin descuidar su formación. Su currículum destaca que con 15 años superó los exámenes del Carné de Instalador Electricista Autorizado del Ministerio de Industria, siendo el más joven de España en conseguirlo. Después, se preparó por libre los exámenes de Oficial Industrial y Maestro Industrial en la rama de electricidad, titulación que complementó con cursos de contabilidad, fiscalidad y gestión de empresas.

El año 1979 marca una nueva etapa. Jesús Bárcenas se ve obligado a tomar las riendas de la empresa, debido a la salida de su padre por enfermedad. En esos momentos, cuenta con una plantilla de cinco trabajadores, dos vehículos y unas instalaciones de 400 metros. Empieza la expansión. La incorporación de Pilar Martín Cejudo, su esposa y copropietaria de la empresa, es decisiva en el proyecto. Nace Electricidad Jesús Bárcenas. Se amplían los servicios, el ámbito de actuación y los clientes, entre ellos, Unión Fenosa, Telefónica, consultings de ingeniería y arquitectura, contratistas y organismos públicos. Han pasado ciento un años, el grupo da empleo a 140 personas y está en manos de la cuarta generación, Jesús Bárcenas Martín, ingeniero industrial y familiarizado con la empresa desde los diez años, cuando acompañaba a su padre durante las vacaciones.

En Valdepeñas, donde vive Jesús Bárcenas, se le tiene por trabajador incansable. Es un hombre de costumbres. Se levanta a las 6 de la mañana, a las 6.30 está en su despacho, a las 7 toma café con los pequeños empresarios del polígono y a las 7.30 sale para Madrid.

"Hace una vida muy de pueblo, de salir de vinos con sus amigos", señala un colaborador. Los sábados se reúne con sus vecinos del polígono en el café de siempre, para charlar de sus problemas mientras desayunan contundentemente. Al grupo se le conoce como la peña del salero, por la broma de aflojar la tapa para que se caiga la sal que gastan a los nuevos.

Lacónico y sencillo, a pesar de la cota de representación empresarial tanto en Castilla-La Mancha como a nivel nacional, resaltan sus paisanos. Lleva desde 1977 implicado en el movimiento asociativo empresarial. Desde su participación en la fundación de la Asociación Provincial de Empresarios de Siderometalurgia de Ciudad Real, ha ocupado diferentes cargos. Ha tenido que renunciar a alguno, como la vicepresidencia de la Caja de Ahorros de Castilla La Mancha por discrepancias en la gestión en enero de este año, poco antes de la intervención del Banco de España.

Su relevancia en la vida económica y social de Valdepeñas, le ha hecho figurar en las quinielas de candidatos a alcalde por el Partido Popular. Incluso hay quien opina que es el propio Bárcenas el que alimenta el rumor.

Entre tanto, su tiempo lo llenan la empresa, la familia (tiene un nieto, el quinto Jesús de la saga Bárcenas) y el arte. En 15 años ha formado una colección de unas 350 obras contemporáneas. En 2009, creó la Fundación Jesús Bárcenas, en honor de su padre, fallecido el pasado año, que convoca un premio de pintura, dotado con 18.000 euros. Tampoco falta el vino en la vida de este valdepeñero. Con otros socios montó hace diez años la bodega Arúspide, de poca producción. No le da dinero, pero sí alguna satisfacción, como la medalla de plata Bacchus 2008 al Ágora Reserva 2004.