"La crisis refleja la incapacidad de las viejas estructuras"
Drayton, que recibió el 21 de octubre el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, indica que el emprendedor social es la vanguardia de un nuevo mundo donde hay que ser "impulsor de cambios"
Fundador de Ashoka hace 30 años y con más de 3.000 emprendedores sociales en el mundo, Bill Drayton resalta que en España este campo de acción "está empezando".
¿Qué significado tiene para usted este galardón?
Es un reconocimiento a la extraordinaria labor que desempeñan los emprendedores sociales de la red de Ashoka en España y el resto del mundo. Cuanto más rápido cambia el mundo más importante resulta enseñar a las personas a sobrevivir por sí mismas. Hace falta llevar a cabo una transformación profunda del sistema en el que vivimos. Y para que ese cambio se produzca, el mundo necesita a los emprendedores sociales: hombres y mujeres cuyas vidas y trabajo está dedicado a conseguir el bienestar de todos.
¿Cómo está aquí este campo?
Está empezando. Ashoka fue pionera al empezar a hablar de este tema en España hace ocho años y, hasta hace un par de ellos, ha sido la única en apoyar y promover esta acción. En los últimos años me han comentado que han empezado a surgir organizaciones que dicen que lo promueven, pero entiendo que hay aún muy pocas. Muchas organizaciones están optando por apoyar empresas sociales y me parece que se equivocan enfocándose en exceso en la auto-sostenibilidad de los proyectos.
¿Hay receptividad?
El contexto es favorable, pero aún es un momento inicial en su desarrollo y el apoyo sigue siendo escaso y tímido. Cuando España se dé cuenta de que su futuro depende del porcentaje de emprendedores sociales e impulsores de cambio con los que cuente, habrá un apoyo masivo de instituciones públicas y privadas.
¿Cómo afecta la crisis?
La crisis refleja un mundo de instituciones rígidas que no pueden hacer frente a la situación. El mundo no puede pretender regular un sistema financiero global a través de los organismos reguladores nacionales que operan siguiendo las leyes escritas en la década de los treinta. Debemos escapar de esas viejas instituciones, y la manera de hacerlo es a través del emprendimiento.
¿Hay menos dinero?
Aunque la financiación fue una dificultad en los primeros dos años de la crisis, a nivel global, los recursos que está consiguiendo este sector están creciendo. Así, el presupuesto de Ashoka creció un 40% el año pasado. Allí donde las administraciones públicas y las fundaciones han sufrido, los emprendedores sociales han encontrado nuevos recursos.
¿La crisis puede suponer una ruptura frente al camino ya iniciado?
Refleja la incapacidad de las viejas estructuras para funcionar en un mundo donde el cambio crece de manera exponencial. La tarea de los emprendedores a nivel mundial, especialmente de los emprendedores sociales, es la de crear un nuevo mundo. En el mundo en el que vivimos actualmente, los individuos y las instituciones llevan a cabo tareas repetitivas. En el mundo que está llegando, de manera muy, muy rápida, todo el mundo debe ser un changemaker (impulsor de cambios) y el éxito de colectivos y sociedades dependerá de su capacidad de transformarse. Los emprendedores sociales son la vanguardia de este cambio.
¿Hacia dónde vamos?
Las habilidades sociales, formas de organización y el modelo de liderazgo del mundo actual están en vías de extinción. En su lugar, tendremos un modelo de colaboración global, donde promover el cambio será un valor añadido, y en el que todas las personas deberán ser activas en su promoción, de lo contrario, no formarán parte del equipo. Este mundo colaborativo requiere que todas las personas posean y aprendan cuatro habilidades complejas: empatía, trabajo en equipo, liderazgo y capacidad para impulsar cambios. Cualquier institución que no se transforme en un grupo colaborativo de impulsores de cambios no triunfará.
Entorno. "Existen sistemas de financiación obsoletos"
Los sistemas de financiación actuales son, a juicio de Drayton, "burocráticos y conservadores".
¿Qué piensa de los sistemas de financiación?El emprendimiento social, y el sector ciudadano en su conjunto, está sufriendo unos sistemas de financiación obsoletos. La filantropía de fundaciones privadas y los fondos públicos han sido las dos principales fuentes de financiación en los últimos años. Las fundaciones no tienen un "sistema nervioso" que les obligue a escuchar a sus usuarios y, por su parte, las Administraciones públicas, sí tienen dicho "sistema nervioso", pero es mucho más sensible a los que están políticamente comprometidos que a los que no lo son. Ambos sistemas de financiación son burocráticos, conservadores, y se sienten incómodos ante nuevas ideas que trascienden las líneas de pensamiento tradicional, disciplinarias y de organización.¿Qué balance hace de Ashoka? Cuando comenzamos a trabajar hace 30 años tuvimos que inventar el término "emprendedor social". Hoy, todas las grandes universidades tienen programas en esta área. Esta figura está teniendo un impacto enorme. Más del 90% han visto cómo otras instituciones han copiado sus innovaciones. En Ashoka, cientos de emprendedores sociales han logrado colaborar para realizar cambios globales. Y hemos aprendido, en estos años, a practicar el emprendimiento colaborativo.