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Sostenibilidad

La crisis infla la rueda 'verde'

Endesa, Ikea Ibérica y Telepizza son pioneras en transporte sostenible.

Cada día, a las doce de la mañana, una treintena de empleados de una distribuidora de bicicletas de montaña sale un rato a pedalear. Su jefe va con ellos. La empresa, filial de la marca estadounidense Specialized, ha trasladado el negocio hasta Tres Cantos (Madrid) porque allí hay carril bici. "Trabajadores que venían de otros sectores y estaban más gorditos ahora se han enganchado y han bajado de peso", afirma su director, Miguel Rojo. Tras la carrera, ducha en el vestuario y al tajo. "No es una cuestión de ahorro económico, es por salud", defiende sabedor de que su sistema de trabajo es una excepción.

El 65% de las empresas españolas ha dicho que va a renovar su flota en 2009 con vehículos de bajo consumo. Cuatro de cada diez afirman que implantarán la conducción compartida. Y una cuarta parte impulsará el uso de la bicicleta entre sus empleados. Pero todo a medio plazo, sin demasiada prisa. Y es que, según el barómetro del Observatorio del Vehículo de Empresa, más de la mitad de las grandes corporaciones todavía no ha hecho cambios en su política habitual de transporte. El informe, elaborado por la empresa de alquiler de coches Arval, advierte que los negocios reaccionan con mucha lentitud. Y los que sí lo hacen, hablan sólo de efectos medioambientales, no de alivio económico. Reducción de emisiones de dióxido de carbono y más eco-driving, o lo que es lo mismo, conducción ecológica. Son los primeros que empiezan a poner una rueda verde de repuesto.

Entre las excepciones hay algunas empresas conocidas. Hace dos años, la marca de muebles Ikea Ibérica empezó a comprar vehículos híbridos. Eligió el modelo Toyota Prius porque a nivel mundial emite el índice de polución más bajo del mercado (89 gramos de CO2 por kilómetro). Y ofrece desgravaciones fiscales. Ikea quiere que su flota sea 100% sostenible en 2010. De momento, en España, la firma cuenta con 32 coches 'verdes'. En Madrid, la firma sueca tiene también un servicio contratado de furgoneta ecológica que funciona con gas licuado y diésel. La eco-van funciona en los tres centros de la capital y ofrece descuentos para los clientes que hayan usado el transporte público para llegar a la tienda.

En junio, el gigante energético Endesa adquirió su primera flota de coches para hacer visitas a clientes. Un total de 400 vehículos de bajo consumo iguales que los de Ikea. Consumen un 20% menos de gasolina de media frente a un turbodiésel y un 40% respecto a un coche de gasolina, aseguran desde la compañía. En ambos casos aseveran que el motor del cambio es ecológico, no económico.

Endesa ya se ha acogido al plan del Ministerio de Industria que incentiva la compra de coches eléctricos Ikea lo hará en breve. El proyecto Movele ofrece subvenciones entre 600 y 15.000 euros. Con un presupuesto de ocho millones de euros, el Gobierno pretende introducir 2.000 vehículos eléctricos en Madrid, Barcelona y Sevilla. Y Endesa ya tiene 343 vehículos en la calle.

En la cadena de comida rápida Telepizza descubrieron las bondades de la bicicleta eléctrica en 2007. No hace falta carné de conducir, seguro, ni gasolina. De hecho, la tradicional moto marca de la casa está en minoría absoluta en algunas tiendas. La firma cuenta actualmente con 150 bicis de plomo, valoradas en unos 780 euros, de las que 55 están en Barcelona y 20 en Madrid. Según han comprobado en la cadena, con este sistema de transporte se va más rápido que en moto (hasta 25 kilómetros por hora) en un radio de 10 kilómetros.

Un coche para cinco con cero averías

La consultora de ingeniería Euroconsult, después de 40 años de servicio, ha decidido apostar por la conducción compartida. En 2009, de los más de 500 coches en propiedad, ha pasado de tener 180 en la sede central de Madrid a sólo 80. Según la directora de servicios generales, Livja Benatov, durante el boom de la construcción, un solo técnico disponía de un coche todo el día. "Había muchísimas averías por uso negligente", señala. En enero, Euroconsult creó un puesto de trabajo llamado gestor de bolsa de vehículos. Se encarga del mantenimiento y da una tarjeta de gasolina a cada conductor para controlar la flota. Desde hace medio año, hasta cinco personas usan un mismo transporte al día."Se gastan de media 5.000 euros mensuales en combustible, más o menos lo mismo que antes, pero ahora se sabe cuántos kilómetros se recorren y qué uso se le da", explica Benatov. Además, "hay un 20% menos de problemas con el aceite y la mitad de averías", afirma.La penúltima empresa en anunciar un giro a su política de transporte ha sido la fábrica de coches Seat. Son siete millones de euros anuales lo que le cuesta trasladar en autobús a sus trabajadores hasta la planta de Martorell (Cataluña). Por eso, meditan ahora que vayan en ferrocarril. El Observatorio del Vehículo advierte de la necesidad de que estos casos no sean extraordinarios.

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