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Cine

El cine se abre a la inversión de socios financieros para producir películas

Una nueva vía de financiación de películas se ha abierto con la ley de cine. La norma prevé impulsar la creación de agrupaciones de interés económico, en las que pueden entrar inversores financieros, que se beneficiarán de los incentivos fiscales del sector. La pionera es Sorolla Films, coproductora del último largometraje de Astérix, que se ha lanzado a la búsqueda de socios para nuevos proyectos.

"Invierta en películas de éxito". Con este reclamo publicitario, Sorolla Films quiere animar a empresas ajenas al sector cinematográfico a que entren en la producción como una inversión financiera más, sin necesidad de conocer el medio o de hacer del cine su negocio principal.

En cada proyecto de película, la compañía valenciana constituirá una agrupación de interés económico que, aprovechando la oportunidad abierta con la nueva ley de cine, se beneficiará de las mismas ventajas fiscales que cualquier otra productora. Una vía de financiación para el largometraje y una oportunidad de inversión para socios, dicen sus promotores. La iniciativa "se plantea porque lo recoge la ley [de cine] y por necesidades de crecimiento", explica Antonio Mansilla, director de Sorolla Films. "Es una forma de acceder al capital financiero".

La invitación se dirige especialmente "a empresas que quieran diversificar su inversión", señala Mansilla. "Ahora que sectores como el inmobiliario tienen problemas, nosotros ofrecemos una inversión asegurada, ya que en el impuesto de sociedades se podrá realizar una deducción", explica. Una rebaja que puede alcanzar el 18% , según la ley del Impuesto de Sociedades, a lo que se añadirá la participación en los beneficios de la película (de obtenerse) . Y tendrá una ventaja añadida: se ofrece al inversor vivir de cerca el glamourdel cine con "presencia en rodajes y estrenos".

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Sorolla Films es una productora audiovisual, distribuidora y exhibidora que opera en Valencia y Alicante y que ha participado en proyectos como Astérix en los Juegos Olímpicos una coproducción internacional estrenada el viernes protagonizada por Gerard Depardieu y Alain Delon o Escuchando a Gabriel. El grupo, dueño de los cines Astoria de Alicante, está controlada por Antonio Mansilla, Cesáreo Fernández y Fausto Atienza.

La compañía ultima otros dos proyectos cinematográficos en Estados Unidos y Europa. De salir estos largometrajes, "serán proyectos en los que los inversores financieros podrían participar". La idea, según Mansilla, es atraer a sociedades de tamaño mediano y grande. "No pretendemos tener muchos pequeños inversores. Sería complicado de gestionar", explica. "Las que realmente tienen posibilidades de realizar inversiones de este tipo son las grandes empresas", puntualiza. La respuesta recibida hasta el momento, aunque incipiente, ha sido positiva. "Estamos recibiendo muchas llamadas", indica.

La nueva Ley de Cine, que entró en vigor el 1 de enero de 2008, señala que, con el objetivo de "mejorar el tejido industrial de las empresas que operan en el sector" se impulsarán medidas "de fomento y de protección" para la industria. Dichas medidas persiguen "la financiación y amortización" de los costes de las inversiones necesarias y conseguir "un nivel continuado de producción de obras" de contenidos diversos y con calidad suficiente "para garantizar su rentabilidad y sus posibilidades de acceso al público".

Así, en su artículo 21 sobre incentivos fiscales, la norma establece que el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales fomentará "la constitución de agrupaciones de interés económico así como las inversiones de las entidades de capital riesgo en el sector cinematográfico".

Esta nueva vía de financiación privada se produce en un momento problemático para el cine. El sector pierde, a pasos agigantados, negocio, salas y espectadores: según los datos provisionales del Ministerio de Cultura, los cines recibieron 112 millones de espectadores entre el 1 de enero al 29 de diciembre del año pasado, lo que significa casi 10 millones menos que en 2006 y se sitúa lejos de los 144 millones de 2004. La recaudación total fue de 619 millones de euros, de los que 82, 46 millones correspondieron a largometrajes españoles y 536, 44 a películas extranjeras.

De 200.000 euros a un millón de aportación

La reciente ley de cine impulsa nuevas formas de financiación La idea de atraer socios para coproducir películas está pensada para un cierto tipo de inversor. Según explican desde Sorolla Films, se buscan empresas grandes o medianas, que serán las que realmente se beneficiarían de las exenciones fiscales. El mínimo de la inversión, señalan en la productora, dependerá del tamaño del proyecto. Así, en grandes largometrajes, la inversión requerida será cercana al millón de euros, mientras que en otros más pequeños, serán unos 200.000 euros. "Sobre todo, se busca que la participación de la empresa no sea puntual", afirma Antonio Mansilla, director de Sorolla Films. Añade que el sector del cine bien gestionado, ofrece rentabilidad y garantías . Un ejemplo: Astérix en los Juegos Olímpicos, coproducción europea en la que participa Sorolla Films que se estrenó el viernes, tiene un presupuesto de 78 millones, más otros 20 para promoción, lo que lo convierte en uno de los filmes más caros del cine europeo.

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