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Por el control del grupo brasileño Pão de Açúcar

Charlas secretas, acusaciones y 2.000 millones: la guerra de Carrefour y Casino en Brasil

Dos grandes grupos franceses libran una guerra del otro lado del charco. Para controlar al líder del comercio minorista en Brasil, el Grupo Pão de Açúcar, Carrefour y Casino intentan impedir los planes de la competencia en un verdadero embrollo que ahora cuenta hasta con dinero público del gobierno de Dilma Rousseff.

En las últimas semanas, los dos grupos de comercio galos abandonaron su "finesse" francesa. Mientras trabajan en el mismo plan de ser líderes en Brasil, los supermercados se disparan acusaciones cruzadas de negociaciones secretas, y mueven millones de euros en el parqué para perturbar al otra parte.

El primer capitulo de esta novela fue en 1999, cuando Pão de Açúcar tenía problemas financieros y se procuró un socio extranjero. En aquel año, el principal accionista de la brasileña, Abílio Diniz, ofreció parte de la empresa a los franceses de Casino, el tercero minorista francés por detrás de Carrefour y de Auchan (dueño de Alcampo en España).

Vigente hasta hoy, el contrato prevé una opción de aumento gradual de la participación accionarial del grupo de Saint-æpermil;tienne hasta 2012, cuando los franceses podrán ejercer una nueva opción para tomar el control de la cadena minorista. A comienzos de 2011, la familia Diniz tenía un 32,6% de las acciones y Casino, un 32,3%.

Los dos socios de Pão de Açúcar, sin embargo, ya no son amigos. La pelea entre conocida hace algunos meses a raíz del anuncio de los problemas en la matriz de la principal competidora en Brasil, el también francés Carrefour. Para resolver una situación que tumbaba las acciones, los directivos propusieron algunas salidas. Una de ellas era vender la filial brasileña de Carrefour, la segunda principal del grupo por detrás solo de Francia. La noticia saltó a los ojos de Abílio Diniz.

En Brasil, Pão de Açúcar es líder con un 18% del mercado minorista y 1.822 tiendas. En 2010, el grupo de los Diniz y Casino facturó 16.000 millones de euros. En segundo lugar, Carrefour opera en 645 ubicaciones brasileñas y registró una facturación de 13.000 millones de euros, un 14,4% del mercado. Tercero es Walmart con un 11,1%.

Charlas secretas. Ante la posibilidad de comprar la filial brasileña de Carrefour y ante el riesgo de perder el control de Pão de Açúcar en beneficio de Casino en 2012, Diniz cambió de planes: secretamente empezó a conversar con los accionistas de la competencia en París. Las conversaciones fueron descubiertas en mayo por el periódico "Journal du Dimanche" y, tras la noticia, Casino fue a la Justicia en Brasil y Francia para impedir dichas negociaciones. Pão de Açúcar y Carrefour desmintieron la información.

Con el tema en los diarios y en la Justicia, hubo un cambio de planes y la entrada de nuevos nombres. El martes 28 de junio, una bomba cayó en la sede de Casino: a través del fondo brasileño de inversión BTG Pactual, Carrefour ha recibido una propuesta de fusión con Pão de Açúcar.

En una intrincada operación que cuenta con una aportación de 2.000 millones de euros del gobierno brasileño - a través del banco estatal de inversión de Brasil - la intención de Diniz, BTG y Brasilia es tener una participación verde y amarilla en el segundo grupo de comercio minorista del mundo. Con los nuevos socios, Casino, por su vez, vería reducida su participación casi a la mitad, un 17%, del "Nuevo Pão de Açúcar", que pasaría a ser una filial del Carrefour global.

Política de estado. La participación estatal es sustentada por el gobierno porque, desde el gobierno de Lula da Silva, Brasilia tiene como política apoyar la formación de grupos líderes mundiales con participación - aunque minoritaria - de brasileños. Así, hoy el capital de Brasil es dueño de empresas líderes a nivel global en sectores importantes como biocombustibles, ganadería, alimentos o celulosa.

El negocio propuesto esta semana permitiría a Carrefour tener el control compartido de Pão de Açúcar (50% brasileños y 50% franceses) a cambio de que los brasileños tengan una participación de hasta un 17,7% del Carrefour mundial. Así, este grupo brasileño - aunque minoritario - sería el principal accionista de Carrefour; el principal accionista, Blue Capital, tiene actualmente un 14,1% de Carrefour.

La propuesta fue duramente criticado por Casino. En un fuerte comunicado al mercado, la compañía acusa a Diniz y Carrefour de intentar una "transacción ilegal" tras mantener "negociaciones secretas". La opinión pública brasileña también ha criticado mucho la operación por acreditar que el dinero podría ser invertido en otros sectores, que el gobierno entraría en una pelea privada y que la unión de los dos supermercados en Brasil sería perjudicial a los consumidores.

El último capitulo, hasta ahora, de esta guerra fue conocido este jueves: Casino informó al mercado que ha comprado alrededor de 700 millones de euros en acciones del Pão de Açúcar en la Bolsa de São Paulo y en Nueva York en los últimos días para "reafirmar su compromiso con Brasil". Con esta sorprendente operación, Casino pasa a tener una participación del 43%, diez puntos más que la participación de los Diniz.

La familia Diniz, Casino y Carrefour tienen 60 días para responder a la propuesta. La fecha, sin embargo, no determina el final de la historia que debe, probablemente, ir hasta los tribunales.

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